Hace ya dos años y medio desde que el Gobierno levantó la mesa de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Después de los atentados que dejaron varios muertos y decenas de heridos en el Centro Andino y en la Escuela de Cadetes, al presidente Iván Duque no le quedó de otra.Sin embargo, a vísperas de celebrar un nuevo año esta guerrilla emitió un comunicado en el que manifiesta su deseo de volver a sentarse a hablar con el Gobierno. Para empezar, rechazaron la captura de Juan Carlos Cuéllar, exnegociador de paz de ese grupo armado y quien mantuvo labores de acercamiento entre el Comando Central y la oficina del Alto Comisionado de Paz.
"Él asumió el riesgo de mantener la comunicación directa entre el Gobierno y el ELN, pese a que su condición de gestor estaba suspendida. Los emisarios gubernamentales le habían planteado a Juan Carlos que podía seguir en esas gestiones sin que fuera nuevamente encarcelado, por esto su captura significa otro golpe más, propio de un régimen que hace trizas la paz", se lee en el comunicado.También aseguran que hay varias acciones que han generado desconfianza entre los militantes del ELN. Además de la captura de Cuéllar, está el hecho de que no se cumplieran los protocolos para levantar la mesa de negociación, que se pusiera en aprietos a los seis países garantes y que no se estén cumpliendo acuerdos anteriores, haciendo referencia a lo pactado en La Habana con las Farc. No obstante, manifiestan que mantienen su deseo de negociar con el Gobierno, eso sí, sin exigencias unilaterales.
"Reiteramos nuestra disposición a reestablecer la mesa de conversaciones, dando continuidad a los acuerdos anteriores, sin exigencias unilaterales y en el marco de la bilateralidad ya establecida. Nos disponemos a un cese bilateral para terminar las acciones ofensivas de parte y parte, que cree un mejor clima para el proceso de paz, mientras esto no se acuerde, entendemos que se mantiene la operatividad de las dos partes", afirmaron. En una entrevista con Colombia Informa TV, el segundo al mando del ELN, Antonio García también hizo referencia a esa voluntad de buscar que se reactiven los diálogos con el Gobierno Duque, pero sin imposiciones. "De igual manera nosotros le podríamos colocar imposiciones al Gobierno colombiano, que haga un gesto, por ejemplo, que libere primero los presos políticos, a los dirigentes sociales; le ponemos otra exigencia, que pare el asesinato contra los dirigentes sociales. Pero mire que nosotros no estamos haciendo exigencias, por lo tanto el Gobierno no debe hacer ningún tipo de exigencia, ni frente al tema de las privaciones a la libertad, ni hacia las acciones del conflicto armado”, dice García.
Pese a esas manifestaciones de diálogo, el Gobierno ha insistido en que no se volverá a negociar con el ELN hasta que no se vea voluntad de esta guerrilla con actos como la liberación de todos los secuestrados, poner fin a los actos criminales y el cese unilateral al fuego.