La Fiscalía General señaló este martes que desde finales del 2013 viene adelantando investigaciones por posibles “daños a las fuentes hídricas subterráneas y el fracturamiento del suelo en Paz de Ariporo (Casanare)”. Esto después que el país conociera, la semana pasada, la muerte de alrededor de 25.000 animales por causa de la fuerte sequía que vive esa región del país desde hace varios meses.La indagación es adelantada por la Unidad Nacional de Delitos contra Recursos Naturales y Medio Ambiente y el grupo encargado del proceso, tras la emergencia de los últimos días, fue fortalecido. En la zona se encuentran, entre otros profesionales, cartógrafos, ambientalistas, un ingeniero, un camarógrafo, un antropólogo y un geólogo.“En desarrollo de la investigación ya fueron escuchadas en entrevista algunas autoridades de Paz de Ariporo y se dispuso la recolección de documentaciones en Cámara de comercio, corporaciones y agencias estatales”, señaló la Fiscalía en un comunicado de prensa.Por causa de la falta de agua han muerto chigüiros, venados, zorros, peces, tortugas, reptiles y ganado vacuno. Las imágenes que se han conocido han causado conmoción en todo el país. El hecho ha sido catalogado como una verdadera catástrofe ambiental.Para los expertos el problema de Casanare no es de falta de pozos, sino de una reserva forestal suficiente, como lo explicó en Semana.com Adriana Soto, exviceministra de Ambiente y experta en adaptación al cambio climático.“Habrá más sequías y más lluvias extremas. Las regiones que tengan en mejor estado sus coberturas naturales (como bosques, selvas, entre otros) podrán resistir mejor estos impactos porque ayudan a regular el agua y los suelos”, indicó.Soto especificó que si no hay árboles y una zona forestal bien mantenida, el agua lluvia no se acumula en los pozos y se generan sequías cada vez más fuertes.“Estamos apostándole mal a la cosa porque la ganadería extensiva y las actividades agrícolas piensan en un terreno limpio de árboles como lo productivo pero este país se tiene que dar cuenta que la deforestación va contra su misma productividad”, aseguró.En la Gobernación de Casanare están de acuerdo con este planteamiento pero le tiran la pelota a su vecino, Boyacá. “En Casanare hay poco piedemonte. La deforestación está en municipios boyacenses como Paya, Isba o Aquitania y nuestro departamento se debe a Boyacá por turismo, por vías y por aguas. Cuatro ríos que vierten a Casanare nacen en la laguna de Tota”, aseguró Luis Eduardo Castro, secretario de planeación de Casanare.El tiempo de intensas temperaturas, que van entre 40 y 45 grados centígrados, comenzó desde diciembre del 2013 y no ha cesado. Muchas voces indignadas en las redes sociales han manifestado que la gobernación y el gobierno no han hecho nada durante estos cuatro meses y pretenden arreglar la situación en un día.Se espera que la investigación que adelanta el ente investigador dé los primeros resultados en los próximos días y así poder establecer posibles responsabilidades en la emergencia ambiental.