QUE LOS COLOMBIANOS son el resultado de una mezcla de tres razas, no es nada nuevo. Pero que alguien logre determinar con precisión científica cual es la proporción de raza negra, indígena y blanca del pueblo colombiano es algo que no se había visto antes. Eso fue exactamente lo que logró Emilio Yunis. dircctor del departamento de genetica de la Universidad Nacional, al terminar un extenso estudio sobre la población nacional. ¿Resultado? El mapa genético de Colombia, fruto de años de investigación durante los cuales el equipo de Yunis analizó más de 60 mil pruebas sanguíneas,luó 25 variables que permiten de terminar cuál es el grado de mestizaje del colombiano promedio.La primera de las conclusiones del estudio es que, así como el orden político, económico y social se ha visto alterado por los flujos migratorios, lo mismo ha sucedido con el mapa genético. Los equilibrios raciales regionales han sido modificados por las migraciones, y las grandes ciudades del país son cada vez más el escenario de intensas mezclas genéticas. Y el proceso no se detiene. Mientras hoy por hoy el promedio de la población colombiana tiene un 65 por ciento de genes blancos, un 22 por ciento de genes indígenas y un 13 por ciento de genes negros, lo cierto es que no sólo esta proporción varía significativamente de acuerdo con la región sino que, muy probablemente, el mestizaje sea mucho más intenso en el futuro." Colombia es un país con un tejido social rico y diverso que está viviendo un proceso acelerado de mestizaje -dice Yunis-. No hemos llegado, como sí lo han hecho la mayoría de países desarrollados, a un equilibrio genético. Este es un país de parches culturales y genéticos, y la nuestra es una población en ebullición"'.Pero, paradójicamente, mientras se acentua la tendencia global a la mezcla de razas, el mapa genético coincide más con lo que podría llamarse el mapa de la pobreza. En los cinturones de miseria de las grandes ciudades, la población tiende a aislarse y a crear su propio equilibrio genético. A nivel regional sucede algo parecido. Como resultado de ello, el estudio establece que existen en promedio más componentes negros e indígenas en los habitantes de las zonas marginadas, como la región Pacífica- donde la proporción racial negra alcanza más del 75 por ciento- y el departamento de Nariño -donde la proporcion de sangre indígena supera el 50 por ciento-. Paralelamente, las regiones más prósperas y desarrolladas del país como el departamento de Antioquia- tienen poblaciones con más del 70 por ciento de componentes genéticos caucasicos o blancos.No se trata, sin embargo, de que la composición genética determine la extracción social. Por el contrario, dentro de este proceso se están produciendo no uno, sino varios tipos de mestizo según las regiones. No obstante, el mestizaje no está acompañado de una síntesis cultural, lo cual crea una gran barrera: las poblaciones marginadas tienden a aislarse. Por ello la extracción social determina la carga genética."Lo que el estudio demuestra es que Colombia es un país lleno de desorden", concluye el genétista. Mientras en Santander el componente genético blanco es del 70 por ciento, en San Andres no supera el 20 por ciento. Asimismo, aun existen comunidades con cargas genéticas 100 por ciento indígenas, y la proporción de esta raza en los habitantes de Chocó es mínima. "Esto no molesta -dice Yunis-, pero sí demuestra que hay que hacer algo para mantener un desorden sin que se convierta e anarquía. Tal vez sea hora de que dejemos de considerar al país como una unidad homogenea y aprendamos a gobernarlo aprovechando su diversidad".