A pesar del llamado de las autoridades a los ciudadanos para que no conduzcan en estado de embriaguez, algunas personas hacen caso omiso y terminan ocasionando tragedias que involucran a terceros.

En Cali, ciudad que se encuentra en feria, un policía de 31 años identificado como Duverney Neira Niño murió el pasado 25 de diciembre en la noche tras ser atropellado por una camioneta que era conducida por un hombre en estado de embriaguez en el sur de la capital del Valle del Cauca.

Autoridades aseguran que, una vez el hombre atropelló al uniformado adscrito a la seccional de investigación criminal, se dio a la fuga, pero finalmente lograron capturarlo y realizarle la prueba de alcoholemia que arrojó grado tres.

“El accidente es producido por un sujeto, el cual lo arrolla, se da a la fuga y gracias a la reacción de nuestros cuadrantes logramos la ubicación y la captura de este sujeto que al realizarle la prueba de alcoholemia arrojó grado tres. Aquí el llamado es a la comunidad a que, como estamos en feria, como estamos en temporada de fin de año, por favor no ingieran bebidas alcohólicas y posteriormente conduzcan; aquí tenemos desafortunadamente ese desenlace fatal tanto para la familia de nuestro compañero, como para la Policía Nacional”, dijo el brigadier general Juan Carlos León, comandante de la Policía de Cali.

El oficial también indicó que el presunto responsable de este hecho fue presentado ante la Fiscalía por el delito de homicidio en accidente de tránsito y omisión de socorro.

A finales de septiembre del presente año hubo polémica en Cúcuta luego de que un sacerdote identificado como Jesús Osma Aldana protagonizara un accidente de tránsito en aparente estado de embriaguez, mientras conducía una camioneta.

El hecho se presentó en el mercado del sector Kennedy, de la ciudadela Juan Atalaya. Allí resultó herida una mujer de 55 años identificada como Socorro Báez, quien fue arrollada por el vehículo que era conducido por el párroco de la iglesia San Pío X.

De acuerdo con algunos testigos, inicialmente la camioneta del sacerdote chocó contra un carro que estaba parqueado a un costado de la vía y posteriormente arrolló a Socorro Báez, desplazándola algunos metros, lo que le causó una fractura en el brazo izquierdo y otras lesiones de las cuales se recupera en estos momentos.

“Nosotros acabábamos de llegar de la Central de Abastos, como todos los días, y ya íbamos a abrir la venta de frutas. Mi señora se bajó del carro y estaba sacando algunas bolsas cuando esa camioneta se le vino de frente”, dijo en aquel momento Hernando Ortega, pareja de Socorro Báez, al medio regional La Opinión.

Tras el accidente, la camioneta del sacerdote Jesús Osma Aldana quedó volcada y, según el medio regional citado anteriormente, el religioso arrojó grado dos de alcohol luego de que le practicaran la prueba de alcoholemia.

En el lugar hizo presencia la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Cúcuta, quienes le impusieron al sacerdote un comparendo, le suspendieron la licencia de conducción y le inmovilizaron la camioneta.