En horas de la tarde de este viernes 2 de septiembre, en el municipio de Caloto, norte del Cauca, se presentaron fuertes disturbios entre el Esmad y la Policía Nacional con comunidades indígenas de la región.
En ese sentido, la Policía Nacional, en representación del comandante Gustavo Adolfo Martínez, le confirmó a SEMANA que las acciones de la Fuerza Pública se presentaron desde las 9:00 de la mañana, cuando varios indígenas ingresaron a la finca Oasis, con el propósito de dañar maquinarias de ese lugar.
No obstante, la situación se agravó cuando en horas de la tarde, específicamente a las 2:00 de la tarde, “el dispositivo de la Policía es atacado con papas bomba y lanzamientos de piedra”, razón por la cual, las autoridades vieron necesario el uso de la fuerza con el propósito de dispersarlos y controlar la situación.
Asimismo, el comandante Martínez confirmó que la Policía Nacional “continuará con estos dispositivos en esta zona del norte del Cauca, así como el control de los disturbios que se han presentado entre comunidades afro e indígenas, en municipios como Caloto”.
Por su parte, integrantes de estas comunidades han manifestado que estas acciones se deben al proceso de la liberación de la madre tierra que llevaban a cabo las comunidades indígenas.
Además, afirmaron que las autoridades respondieron desde un principio con tanquetas y gases lacrimógenos “reprimiendo a mujeres, jóvenes y niños que hacían presencia en las huertas comunitarias como ejercicios legítimos de los pueblos indígenas”.
Sin embargo, la Policía Nacional le confirmó a SEMANA que por el momento no se han presentado reportes de personas heridas ni ningún arresto de indígenas en el sector de Caloto.
Cabe mencionar que el pasado miércoles, 31 de agosto, el presidente Gustavo Petro les solicitó a varias comunidades indígenas desalojar los predios que han venido “invadiendo” durante las últimas semanas.
Asimismo, la vicepresidenta Francia Márquez, en una dura postura, indicó que ese tipo de prácticas de ocupación de predios privados no se puede tolerar en Colombia.
“Rechazamos y solicitamos a quienes hoy están de manera violenta, de manera inadecuada, invadiendo predios privados a lo largo y ancho del país, para que se abstengan de estar realizando esa práctica”, sostuvo Márquez.
Además, la vicepresidenta agregó que “la Constitución demanda la garantía de los derechos sociales y culturales, económicos de todos los colombianos, pero también el respeto a la propiedad privada”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que la ley les otorga 48 horas para que desalojen los predios, luego de lo cual se tendrá que actuar con las autoridades.
“Son prácticas inaceptables para este Gobierno, de tal manera que las fuerzas de Policía deben actuar para impedir la ocupación de esos terrenos y dentro de las 48 horas siguientes, como lo consagra la ley, tomar todas las medidas y acciones necesarias para desalojar”, anotó Velásquez.
Este pronunciamiento, como era de esperarse, no cayó bien entre las comunidades indígenas, que salieron a rechazar que se les trate de invasores.
“Rechazamos que se hable de invasión. Para nosotros no es un proceso de invasión, es proceso de recuperación, es un proceso de liberación que le hacemos a la madre tierra”, aseguró Carmen Gembuel, consejera mayor del Cric.
La lideresa indígena aseguró que ese plazo de 48 horas dado por el Gobierno debe ser usado para “dialogar sobre las soluciones estructurales que necesitamos”.
“Le estamos haciendo el llamado al Gobierno de que dialoguemos con salidas estructurales, que nos permitan ser escuchados a las comunidades que piden el cumplimiento de los acuerdos”, indicó Gembuel.
En ese mismo camino, los voceros de los disturbios en la finca Oasis aseguraron que no se van a doblegar, que seguirán dando la lucha y que la comunidad no se va a rendir.