Un lamentable suceso ocurrió este lunes 13 de marzo en la localidad de Chapinero, pues fue encontrado el cuerpo sin vida de un médico, quien estaba en su apartamento.
Se trata del médico cirujano Andrés Gómez León, procedente de Chía, Cundinamarca, y de acuerdo con el reporte de las autoridades, la causa fue muerte natural.
En diálogo con Citytv, María Alicia, madre de León, contó que desde el viernes no se había comunicado con nadie de la familia, y el sábado la administración del edificio reveló que el garaje del mismo se abrió y su carro no estaba.
“Desde el sábado lo estuve llamando y no me contestó”, contó la mujer, quien encontró el cuerpo, y quien con ayuda de un cerrajero abrió la puerta del lugar: “Cuando entré lo vi encima de la cama, acostado de medio lado”.
“El miércoles de la semana pasada le había cobrado a uno de ellos”, cuenta la madre del fallecido, haciendo referencia a uno de los dos inquilinos del apartamento, a quienes buscan las autoridades en este momento.
Vale la pena recordar que hace unas semanas, un ciudadano, de 46 años, apareció sin vida en la habitación de un motel de Medellín en las últimas horas. Las autoridades judiciales están investigando las causas que pudieron haber provocado la situación.
El sujeto fue identificado como Mauricio Porte Pineda, quien habría hecho una reserva por varios días, de acuerdo con la información que los empleados del establecimiento les ofrecieron a las unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI).
Una vez recibió las llaves del cuarto, no se volvió a ver y tampoco apareció en la recepción para devolverlas cuando cumplió el tiempo que contrató. Frente a esta escena, se tomó la decisión de ingresar a la habitación para descartar que estuviera.
Los trabajadores vieron el cadáver y, de inmediato, avisaron a la Policía Nacional para que confirmara el hecho. Si bien los uniformados acudieron al sector referenciado, fueron los miembros de la Fiscalía quienes asumieron el caso.
De manera inicial, se conoció que el cuerpo no tenía marcas ni otra prueba que diera cuenta de una muerte violenta. Así las cosas, se marcó como fallecimiento por esclarecer con algunas pistas para resolver la incógnita.
En la habitación habrían encontrado estupefacientes, lo que podría indicar que se quedó sin signos vitales tras una sobredosis. Sin embargo, las conclusiones las suministrará un examen que está haciendo el Instituto Nacional de Medicina Legal.
También es un misterio la muerte de un sacerdote en un bar de Medellín. Fuentes judiciales le suministraron a SEMANA las primeras conclusiones que presentó el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses sobre el caso. Los resultados iniciales nadarían en contra de las sospechas.
La víctima fue identificada como Javier Eduardo González Pertuz. Su cadáver ingresó a las instalaciones de esta unidad el sábado 4 de febrero, luego de que las autoridades lo recogieran sin signos vitales en una discoteca ubicada en el barrio Laureles.
Su nombre fue un misterio hasta la tarde de ese día, ya que en sus bolsillos no portaba documentos ni un teléfono que diera cuenta de su vida. Tras la verificación de sus huellas, se confirmó su historia: un religioso adscrito a la Arquidiócesis de la capital de Antioquia.
Rápidamente, se abrió una investigación en la Fiscalía General de la Nación que empezó a dibujar la línea de tiempo de la situación. González Pertuz llegó al establecimiento comercial solo y, varios minutos después, un hombre arribó al sector para compartir con él.
Esta persona le habría arrebatado sus pertenencias y, después, huyó del lugar. Han pasado seis días desde el fallecimiento y este sujeto no se ha presentado ante las autoridades para rendir declaraciones sobre el incidente que conmocionó al país este fin de semana.
Los testigos del hecho informaron que el cuerpo del sacerdote quedó tendido sobre la mesa como si fuera cualquier borracho, pero nunca creyeron que estaba muerto. En el momento en que iban a cerrar las puertas, le llamaron la atención para que se levantara.