Mientras usted se toma un café y lee esta nota, miles de pequeños compatriotas no han probado bocado alguno. Es una cruel realidad en todo el país. Sí, hay niños que se mueren de hambre en Colombia. Según un reciente informe de la Universidad Nacional, son 15 mil los menores de cinco años que fallecen cada año por una enfermedad asociada a la desnutrición. Desnutrición no es solo cuando alguien tiene hambre y no puede comer. “Este problema también se da por los hábitos en los alimentos, el tratamiento del agua potable, no lavarse las manos, todo eso causa en el cuerpo humano una desnutrición”, explicó Paul Martín, delegado en Colombia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Así mismo, alrededor de 500 mil niños colombianos (alrededor del 13 por ciento de la población infantil), sufren de desnutrición crónica, según lo indica un informe del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede) de la Universidad de los Andes. Los departamentos más afectados por el flagelo son Chocó, Boyacá, Cauca, Guajira, Cesar y Amazonas. El desplazamiento forzado, sumado al sobre costo de la canasta familiar, dan como resultado familias que no tienen los medios para costear un comida balanceada. Según el Dane, en su informe sobre pobreza en 2008, veinte millones de colombianos son pobres y cerca de ocho millones son indigentes. Pobreza y desnutrición van de la mano. Para entender lo grave de la situación sirve aclarar que el desarrollo de un ser humano se da en sus tres primeros años de vida. Así que el impacto de las cifras reveladas anteriormente es mayor si se tiene en cuenta que estos niños que hoy no pueden comer nunca podrán recuperar las capacidades deterioradas por su deficiencia alimentaria.  Siga leyendo aquí en Conexión Colombia sobre los efectos de la desnutrición en los niños y qué puede hacer para ayudar en este tema.