Las autoridades sanitarias en Córdoba también se sumaron a los llamados de autocuidado, tras el incremento de infecciones respiratorias que se han registrado a nivel nacional.
Desde la secretaría de Salud departamental, explicaron que la situación es consecuencia de factores como la interacción social durante la época decembrina y las condiciones del clima. Además del Covid-19, se están registrando contagios por otros virus respiratorios estacionales, por lo que se deben mantener las medidas preventivas correspondientes.
En Córdoba, según el Sistema de Vigilancia en Salud Pública, se confirman a la fecha 36 casos de Covid-19, de los cuales 7 fueron hospitalizados y 4 requirieron Unidad de Cuidados Intensivos.
“Ante la aparición de la nueva variante JN1 del Covid-19 a nivel nacional y que ha generado preocupación en la comunidad, desde la Gobernación de Córdoba informamos que desde finales de diciembre del 2023 hasta el 8 de enero del presente año se han reportado 36 casos que se encuentran controlados y con una disminución de la enfermedad. El llamado desde la Secretaría de Desarrollo de la Salud Departamental a los prestadores de servicios de salud es incrementar las medidas de diagnóstico con el fin de poder identificar o descartar los casos a través de la aplicación de la prueba”, informó la jefe de la cartera de Salud en Córdoba, Yeni Torralvo Viana.
Desde la dependencia recomendaron seguir las siguientes medidas de prevención:
- Ante cualquier síntoma respiratorio se deben adoptar medidas de autocuidado y cuidado hacia los demás, como el uso de mascarillas, lavado frecuente de manos, el distanciamiento físico, y quedarse en casa. Estas acciones contribuyen significativamente a limitar la transmisión de virus respiratorios. La combinación de vacunación y prácticas preventivas personales es crucial para proteger a la población y frenar la propagación de estas enfermedades.
- Ante síntomas graves de infección respiratoria aguda por algún virus respiratorio, se aconseja buscar atención médica de inmediato y recibir tratamiento, en especial entre aquellos grupos de mayor riesgo, como niños menores de dos años y adultos mayores, mujeres embarazadas o en posparto; personas con morbilidad clínica subyacente (por ejemplo, enfermedad pulmonar crónica, asma, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal crónica, enfermedad hepática crónica, diabetes mellitus, afecciones neurológicas como lesiones del sistema nervioso central y retraso del desarrollo cognitivo); personas con inmunosupresión (por ejemplo, VIH / SIDA o debido a medicamentos); y personas con obesidad mórbida.
A los padres de familia la recomendación es no enviar a los niños a clases en caso de presentar síntomas respiratorios, teniendo en cuenta que está próximo a iniciar el calendario escolar”, indicó la secretaria de Salud de Córdoba.
Sobre la nueva variante
El Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó que en Colombia está circulando la nueva variante JN.1 del covid-19, la cual ha tenido una rápida propagación en varias zonas del mundo. De hecho, en Estados Unidos se ha posicionado como la variante dominante y la responsable de que se produzca un pico de contagios en esa nación.
De acuerdo con un reporte de vigilancia genómica del INS, emitido el 9 de enero, en Colombia aún están circulando distintas variantes de ómicron; además, se confirmó que la variante JN.1, clasificada de interés por la OMS, circula en Colombia desde la semana del 24 de diciembre.
Los expertos precisaron que JN.1 tiene como origen la variante ómicron BA.2.86, por ello cuenta con un elevado nivel de contagio, pero a su vez tiene una baja capacidad de matar o llevar a una cama de UCI a los pacientes que tengan el virus.
Giovanny Rubiano, director general del INS, explicó que hasta el momento no hay evidencia que permita establecer que la nueva variante que circula en Colombia genera una reacción severa en la salud de las personas que se contagien.
Informes emitidos por la OMS indican que los síntomas que genera el contagio de la JN.1 no son tan severos en comparación con otras variantes.
Generalmente, las personas que tienen el virus suelen sufrir de fiebre, tos y dificultad para respirar. De igual manera, es posible que el contagio produzca dolores de cabeza, de garganta y congestión nasal.
No obstante, expertos recomiendan contar con el esquema de vacunación completo, para así prevenir posibles complicaciones ante un contagio.