En pésimas condiciones, así describió la Procuraduría General de la Nación el estado en el que encontró las instalaciones del Instituto de Ciencias Naturales y el Museo de Historia de la Universidad Nacional, que presentan algunos problemas serios de infraestructura como filtraciones, daños eléctricos, deterioro por humedad y presencia de asbesto, una sustancia altamente peligrosa y cancerígena.
El delicado estado de las dos edificaciones, junto a la presencia de asbesto que pone en riesgo la vida de los 16 mil visitantes que recibe el museo anualmente y el deterioro de las colecciones biológicas, hizo que la Procuraduría emitiera un aviso de alerta ante el estado crítico en el que se encuentran.
Según el ente están en riesgo 3.5 millones de ejemplares de la fauna y flora de Colombia ante el estado de estas dos estructuras.
“La Procuraduría encuentra una situación crítica, grave, una edificación que amenaza ruina sobre las colecciones biológicas, la base de la investigación en la biodiversidad”, señaló Gustavo Adolfo Guerrero Ruiz, procurador delegado para Asuntos Ambientales, en un video publicado en la cuenta de X.
Guerrero Ruiz indicó que ante la lamentable y preocupante situación “ahora vamos a hacer requerimientos concretos a los ministerios de Ciencia y Tecnología, de Educación, de Ambiente y Desarrollo Sostenible para que nos informen cuál es plan de acción urgente para poder salvaguardar no solo la edificación sino las colecciones biológicas”.
El procurador delegado también manifestó que es crítico que se inviertan 2 millones de dólares “en la logística que supone una conferencia del Convenio de Biodiversidad, pero incumplamos el propio convenio que insta al Estado a hacer la inversión financiera necesaria para poder fomentar y fortalecer la investigación en el país”.
El Ministerio Público también informó que a pesar de que la Universidad Nacional realiza las reparaciones en los edificios, estos siguen colapsados, debido a la antigüedad de los mismos.
Los Ministerios de Ambiente, Educación, Ciencia y Cultura no llegan a un acuerdo de las acciones que se necesitarían para financiar la remodelación arquitectónica que costaría 93.000 millones, para salvar y mantener las 13 colecciones de 3,5 millones de ejemplares entre plantas, aves, insectos y hongos.