Piedad Córdoba, candidata al Senado por la lista del Pacto Histórico, se encuentra en el ojo del huracán. Según la evidencia que se conoce, ella, quien fue mediadora para la liberación de secuestrados retenidos por las extintas Farc, habría intentado utilizar su posición para beneficiarse políticamente.

Entre las acusaciones más impactantes destaca el hecho de que Córdoba, bajo el nombre ‘Teodora Bolívar’, habría retrasado la liberación de Íngrid Betancourt.

“Cuando ‘Teodora’, Piedad Córdoba, escribe que no suelten a Íngrid porque ella siempre ha sido flaca, ignora que yo en ese momento me estoy muriendo, es decir, estaba en una situación de salud muy complicada”, dijo Betancourt en entrevista con SEMANA.

Por esto, Betancourt fue citada este miércoles por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia para declarar en medio de la investigación preliminar contra Córdoba por ‘farcpolítica’.

La diligencia de la candidata del Verde Oxígeno duró cuatro horas, acusando a la aspirante al Senado de efectivamente haber retrasado las liberaciones de secuestrados. Por ahora, no se conoce a fondo lo que dijo porque evita que su intervención se invalide.

Frente a la diligencia, Córdoba se despachó en contra de Betancourt y la acusó de utilizar al alto tribunal como plataforma para impulsar su aspiración política.

“Para Íngrid Betancourt, víctima al igual que yo del conflicto armado, pido verdad, justicia y reparación. A Íngrid, la candidata, le pido no utilice más la justicia con fines electorales. En la Corte no puede ganar lo que pierde en los debates con Gustavo Petro”, señaló Córdoba, sacando a relucir al candidato que apoya en la consulta interna del Pacto Histórico.

Córdoba denuncia artimaña contra el Pacto Histórico

La exsenadora Piedad Córdoba rompió el silencio emitiendo un comunicado a la opinión pública en respuesta a las acusaciones en su contra que la vinculan con la llamada ‘farcpolítica’.

La exparlamentaria afirmó que los “detentadores del poder” están utilizando viejas “recetas” para arrebatar o empañar el triunfo del Pacto Histórico de 2022.

“Las amenazas de magnicidio y de fraude electoral están al orden del día, al igual que la guerra jurídica y el linchamiento mediático contra quienes integramos esta alternativa de gobierno. Basta ya de persecución política”, dijo Córdoba.

Además, exigió que tanto ella como su familia tengan todas las garantías para las elecciones y poder ejercer su derecho de hacer política.

“Soy mujer, negra y de izquierda, comprometida con la paz total y con la integración latinoamericana. Jamás he ocultado mis opiniones ni simpatías políticas, pero ello no avala a quienes han sido enemigos de mis banderas sociales a cercenarme mi derecho a hacer política. Aún no logro entender el porqué del ensañamiento en mi contra desde tantos sectores reaccionarios para impedir que pueda hacer política. No he cometido delito alguno. Por el contrario, entregué toda mi carrera política para conquistar la paz y los cambios sociales”, dice la exsenadora en su comunicado.

La investigación, en el despacho de la magistrada Cristina Lombana en la Corte Suprema de Justicia, continúa, y ahora cuenta con la voz de Betancourt. Por ahora, al menos en política, la candidata del Verde Oxígeno y la aspirante al Senado son contrincantes en esquinas diferentes de la contienda.

Lo cierto es que las nuevas acusaciones dividen al Pacto Histórico frente a la permanencia de la excongresista en la contienda. Algunos líderes exigen que se rompa el silencio, otros se mantienen al margen. Incluido ahí Gustavo Petro, líder máximo y objeto de simpatía de Córdoba.