A través de varios seguimiento hechos por la Dirección de Inteligencia de la Policía fue descubierto Julio Andrés Murillo Figueroa, quien según las autoridades es un poderoso narco invisible al servicio del Clan del Golfo.
De acuerdo con la investigación de la Policía, Murillo Figueroa, alias H1 o el Zar, fue plenamente identificado debido a un problema de salud que le impedía caminar normalmente y a su mascota. “Una dificultad física para caminar y un problema respiratorio de su mascota fueron determinantes para capturar al señalado máximo proveedor de cocaína del capo Jonas Sture Falk, conocido en Europa como el Pablo Escobar sueco, distribuidor de drogas de las organizaciones criminales Mocro Maffia y Ndrangheta”, dijo la Policía.
Para llegar a alias H1, según las autoridades, se debió confirmar un lazo de cooperación entre Colombia y la Policía de España, logrando, mediante el intercambio de información, ubicarlo en Llano Grande, Antioquia.
“Este narcotraficante invisible, con nexos directos con el Clan del Golfo, especialmente con el cabecilla Gonzalito, es solicitado mediante Circular Roja emitida por Interpol España, por enviar grandes alijos de cocaína desde Sudamérica, a través de veleros”, reveló la Policía.
Agregó la autoridad nacional: “La investigación para dar con el paradero de H1 comenzó a consolidarse en enero de 2021, cuando las autoridades españolas incautaron 1.623 kilos de cocaína en la ciudad costera de Huelva que, según la investigación, pertenecían al capo de 49 años, quien enviaba los cargamentos desde Argentina y Colombia, utilizando rutas a través del Pacífico y el Caribe, con destino final España, Francia, Holanda, Bélgica e Italia, países donde se movía en los más altos círculos sociales”.
Otros detalles de la investigación revelaron, según la Policía: “En el 2022, tras la captura en España del Pablo Escobar sueco, H1 regresó a Colombia y se refugió en una mansión de Cúcuta (Norte de Santander), donde fue observado por primera vez por la Policía, sin tener la certeza de que se trataba del fugitivo”.
En Cúcuta, las autoridades lograron identificar que H1 visitaba constantemente centros médicos para tratar de resolver su problema físico que lo obligaba a caminar con bastón, sin embargo, como por arte de magia el capo desapareció sin dejar mayor rastro, hasta que la inteligencia de la Policía lo logró ubicar nuevamente en otra mansión de 6.000 millones de pesos en Llano Grande.
Según las autoridades, con la captura de H1 se pone fin a 15 años de actividad delincuencial por parte de este sujeto, quien deberá responder ante las autoridades de España por delitos relacionados con el tráfico de narcóticos.
En las imágenes logradas por los servicios de inteligencia de Colombia, se logra observar la dimensión de la casa en la que vivía este sujeto en Antioquia. La casona contaba con lago privado y largas extensiones de tierra por donde caminaba H1 con tranquilidad sin temor a ser descubierto por las autoridades.
Incluso se le observa haciendo un recorrido por el inmenso lago privado con el que cuenta la casa, cuyo valor, según la Policía es de 6.000 millones de pesos.