La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, propuso este jueves el desmonte de la Policía tal y como funciona en la actualidad.
“Si la Policía quiere recuperar la confianza de la juventud y la ciudadanía debe desmilitarizarse, abandonar las viejas prácticas del conflicto armado; que se reclute, forme y vigile una Policía civilista que no dependa de MinDefensa ni tenga fuero militar”, sostuvo la mandataria, en su cuenta en Twitter.
Claudia López escribió este mensaje en respuesta a un pronunciamiento del Consejo de Estado, que impartió “nuevas directrices para salvaguardar derechos de manifestantes, uniformados y demás ciudadanos en el marco del paro nacional”.
La propuesta de la alcaldesa resulta totalmente inoportuna y se da en momentos en que el 96 por ciento de los ciudadanos considera que la inseguridad en Bogotá se disparó, tal como lo reveló el gran estudio electoral de SEMANA, realizado por el Centro Nacional de Consultoría.
Pese a que en campaña la alcaldesa había prometido que iba a ser la comandante en jefe de la institución y que haría “temblar” a los delincuentes, eso no ha sucedido. La alcaldesa ha decidido pelear de forma constante con la Policía y no ha podido trabajar en equipo con los uniformados.
Mientras tanto, el hampa hace de la suyas en Bogotá y tiene atemorizados a los ciudadanos. En el primer semestre de este año, y en comparación con 2020, los homicidios aumentaron 15,2 por ciento.
Según cifras oficiales, los asesinatos en medio de los robos tuvieron un incremento aterrador del 32,3 por ciento. El hurto a personas creció 21,6 por ciento, y el de celulares, un 18,1 por ciento. En medio de esta ola de violencia, las lesiones (riñas callejeras) subieron un 44,8 por ciento. “El 45 por ciento de las personas que pierden la vida en Bogotá es por intolerancia, por consumo de licor y por riñas”, le dijo a SEMANA el general Luis Rodríguez, comandante de Seguridad Ciudadana de la Policía.
Las estadísticas de la Policía son muy claras. Mientras que López ha incurrido en xenofobia y ha dicho que los venezolanos son la mayor causa del aumento de la inseguridad, los números demuestran otra cosa.
En Bogotá, en lo corrido de 2021 y hasta el pasado 12 de agosto, fueron capturadas 17.000 personas por todo tipo de delitos, de las cuales 2.470 eran extranjeras, es decir, el 14,5 por ciento. El 80 por ciento quedó en libertad por diferentes razones. Asimismo, en el crimen que más impacta a los ciudadanos, el hurto, solo el 2 por ciento de los autores fueron venezolanos. Eso quiere decir que la mayoría de los delitos en Colombia son cometidos por colombianos. En el caso de los extranjeros, la situación se complica, pues muchos están indocumentados, lo que impide su identificación y judicialización.
La alcaldesa constantemente culpa a los uniformados de la Policía, no los lidera ni los apoya. Por el contrario, son varios los episodios en los cuales ha salido con frases destempladas: “Ni la Policía ni el Esmad tienen autorización para quitarles ojos a nuestros jóvenes”.
Sus órdenes al Esmad, en medio de los peores disturbios, han sido contradictorias y al vaivén de lo que se diga en las redes sociales o de lo que muestran las encuestas, sin importar el bienestar general ni sus obligaciones como la mandataria de casi 8 millones de habitantes.
Ahora propone el desmonte de la Policía, tal como existe en la actualidad.