Las vacunas contra la covid-19 han dado varios dolores de cabeza a la ciudadanía y al Gobierno nacional. Desde la negociación y la compra, hasta la entrega. Este último punto es el que más problemas ha causado últimamente, porque las dosis de los biológicos de Sinovac y Moderna para completar miles de esquemas, hacen falta y todavía tardarán unos días en llegar.

En el caso de la empresa china, que ya entregó todas las dosis que adquirió Colombia por acuerdo bilateral, hacen falta las prometidas por el mecanismo Covax. En la segunda semana de septiembre llegarán cerca de 2.000.000 de dosis de ese laboratorio, lo que implica que la espera será de algunos días todavía.

Mientras tanto, el sector privado facilitará más de 200.000 de Sinovac para completar esquemas en todo el país, considerando que compró 2.500.000 dosis, de las cuales ha recibido 2.100.000.

El problema con Moderna es que apenas ha entregado un porcentaje minúsculo de vacunas, con respecto a la compra total que hizo el Gobierno colombiano. La gran mayoría (3.500.000) de las aplicadas en el país llegaron gracias a la donación del Gobierno de Joe Biden. Ahora, miles de habitantes buscan sin éxito su segunda dosis.

No obstante, el presidente Iván Duque confirmó que en los próximos días llegarán 600.000 vacunas de Moderna y de Pfizer, que ayudarán a solventar el problema actual.

El jueves 26 de agosto, Duque anunció la apertura total del Plan Nacional de Vacunación, pues a partir del sábado 28 podrán vacunarse los niños y niñas de 12 a 14 años, únicamente con los biológicos de Pfizer, que sí ha hecho envíos constantes.

Ahora bien, en el ajedrez que vive el país en la carrera para ganarle a la variante delta y a un cuarto pico muy alto, el Ministerio de Salud señaló que “el riesgo de aplazar la vacunación es llegar a una unidad de cuidados intensivos o a la muerte”.

En un comunicado, la cartera se preguntó por qué algunas personas no se han vacunado todavía, reconociendo que puede haber muchas razones, entre las que se cuentan la indecisión que tienen algunos, los adultos mayores que no pueden asistir porque sus hijos o nietos les dicen que no lo hagan, y quienes abiertamente señalan que no quieren recibir la vacuna.

“Existen factores de carácter cultural, principalmente religiosos, que se han difundido en las redes sociales, plataformas de mensajería instantánea y mediante el voz a voz, que han hecho generar en un sector de la población mucha desconfianza”, señaló el sociólogo, investigador y catedrático de la Universidad del Rosario, Carlos Andrés Charry Joya, citado por la cartera, que invitó a las instituciones e incluso a los mismos laboratorios farmacéuticos a hacer un proceso pedagógico aún mayor para que las personas comprendan las bondades de las vacunas.

La cartera no menciona, sin embargo, la cantidad de personas que actualmente están esperando recibir su segunda dosis y no la han encontrado. Es decir, en las estadísticas de la cartera de salud aparecen miles de ciudadanos que tienen esquemas incompletos, a pesar de que las fechas para recibir el segundo pinchazo ya llegaron. El motivo, en muchos casos, es que buscaron completar su plan, pero no lo lograron.