Este viernes 7 de octubre fue sepultado en el sur de Bogotá el pequeño Gabriel Esteban, luego de ser asesinado por su propio papá en el municipio de Melgar, departamento del Tolima. Muchos bogotanos llegaron a la iglesia del barrio Sierra Morena a acompañar a la familia y los amigos que despedían al niño.
El terrible asesinato tiene conmovido a todo el país, principalmente a los vecinos del barrio donde vivía Gabriel Esteban, que se acercaron en medio del dolor para darle un último adiós. Una de las que se vio más adolorida fue su tía Milena Rodríguez, que contó lo difícil que ha sido la situación para ella y cómo se ha registrado la inesperada noticia en el colegio donde estudiaba el menor de edad.
Milena Rodríguez le comentó a Noticias Caracol, en medio de lágrimas por el dolor, que sus compañeritos del colegio están muy afectados por la muerte. Principalmente el compañerito de pupitre del pequeño Gabriel, quien ha sido el que se ha mostrado más lastimado por la trágica muerte de su amigo.
“El niño que está más lastimado es el compañerito de pupitre de Esteban. Viene y se pega a ese ataúd y llora. Ayer se pegaba a esta pared y lloraba y lloraba, y yo no tengo cómo consolarlo”, dijo la tía de Gabriel Esteban.
Luego de la misa en el barrio Sierra Morena, en el sur de la capital, el cuerpo del niño fue trasladado en una caravana, acompañada de cantos improvisados, al cementerio Jardines del Apogeo, donde su cuerpo descansará en paz luego de un asesinato que le ha dolido a todo el país.
Juez envió a la cárcel a Gabriel Enrique González, el padre asesino de su pequeño hijo
Finalizó el primer capítulo de la trágica historia del asesinato del pequeño Gabriel Esteban, de cinco años de edad, a manos de su propio padre en un hotel del municipio de Melgar. La Fiscalía imputó cargos por el delito de homicidio y Gabriel Enrique González aceptó su responsabilidad en el crimen.
El ahora confeso asesino del niño enfrentará un proceso que le puede dejar una condena superior a los 50 años de prisión, sin ninguna clase de rebaja por tratarse de un crimen cometido en contra de un menor de edad. Los investigadores le entregaron al juez de Control de Garantías todo el material probatorio recaudado durante las últimas horas.
Gabriel Enrique González arrancó esta tragedia cuando el pasado sábado fue a recoger al niño en la casa de la mamá, ubicada en el barrio Sierra Morena de la localidad de Usme en el sur de Bogotá. Le dijo a la mujer que estaría unas horas con el menor y luego lo regresaría; sin embargo, pasó el tiempo y no se comunicó.
La mamá del pequeño Gabriel Esteban informó a la Policía sobre la desaparición del menor, pero fue hasta el lunes 3 de octubre cuando recibió un mensaje del asesino confirmando la macabra decisión. El homicida le dijo a la mujer dónde se encontraba el cuerpo del niño y de inmediato la mamá del menor informó a la Policía.
La advertencia del crimen fue confirmada por los uniformados del municipio de Melgar en el departamento del Tolima: el cuerpo del niño estaba en una de las habitaciones de un hotel, donde horas antes el asesino se registró con su hijo.
En la mañana del lunes el padre del menor aseguró que estaba buscando un sitio para desayunar con el niño. Se llevó las llaves de la habitación y jamás regresó. Horas más tarde, la Policía lo ubicó en una vía que comunica los municipios de Melgar y Girardot.
Cuando los uniformados encontraron a Gabriel Enrique González, este les ofreció 50.000 pesos para que lo dejaran continuar su camino, supuestamente hasta la ciudad de Cali. De inmediato, los uniformados lo notificaron de la captura por el delito de cohecho.
Los policías no solo se negaron a recibir el soborno, sino que informaron que se encontraba capturado por el delito de cohecho, es decir, ofrecer dinero a funcionarios públicos para que hagan o dejen de hacer su trabajo. En audiencias concentradas, la Fiscalía imputó cargos y el presunto homicida aceptó su responsabilidad.