En toda una tormenta política se convirtió la designación de Daniel Mendoza Leal, conocido por ser el creador de la serie Matarife, como embajador de Colombia en Tailandia, por los cuestionables comentarios que hizo en sus redes sociales años atrás con referencia a las mujeres y otros temas.
La noticia de su llegada a la embajada de Tailandia se conoció el pasado 12 de diciembre, cuando desde la Casa de Nariño confirmaron que la propia Cancillería había pedido el beneplácito ante el Gobierno del país asiático, el cual debía decidir si aceptaba o no la llegada de Mendoza Leal.
Precisamente, este sábado, 14 de diciembre, el propio designado confirmó, a través de un video publicado en sus redes sociales, que el Gobierno de Tailandia le había dado el beneplácito para su llegada a la embajada de Colombia en ese país.
Sin embargo, y pese a la férrea defensa que realizó el presidente Gustavo Petro, Mendoza Leal decidió declinar su nombramiento, en medio de lo que él mismo calificó como un “tsunami” en Colombia, donde hasta partidarios del propio Gobierno se mostraron en contra de su designación.
“Le cuento a mis seguidores que el Gobierno de Tailandia dio el beneplácito a mi nombramiento y, como ya saben, el presidente Petro persiste en darme su apoyo, hecho que me tiene profundamente conmovido. Es decir, allá en Bangkok me espera una deliciosa embajada a la que decidí dejar plantada”, señaló Mendoza Leal.
El creador de Matarife explicó: “Este tsunami de ataques me hizo volver el tiempo atrás, a mis motivos y razones, a por qué lo hice todo, a sincerarme conmigo mismo y entender que aceptar esa embajada repleta de lujos, me obligaba a enterrar mis gritos, mi rabia y mi dolor, a dejar la producción de la nueva serie que fui a filmar a Bangkok, ciudad de la que me enamoré perdidamente y, sobre todo, a tapar con el dorsal de las buenas costumbres diplomáticas, mi necesidad inaguantable de decir la verdad”.
Mendoza Leal agregó: “Aceptar esa embajada sería meter otra vez mi alma en la prisión en la que vivía cuando este cuerpo caminaba precisamente por los pasillos del Club El Nogal”; y aprovechó para agradecer al presidente Gustavo Petro por la confianza en su designación.
“Señor presidente Gustavo Petro, le suplico, me sepa perdonar. No me siento bien haciendo esto, pero debo declinar su honroso ofrecimiento. Mil gracias y mil disculpas”, concluyó en su mensaje, el cual, desde un inicio, dedicó a la vicepresidenta Francia Márquez y a Laura Gil.
La propia vicepresidenta se pronunció este viernes por la designación de Mendoza Leal y expresó su profunda preocupación por la situación, destacando que no se puede generar ningún tipo de violencia en contra de las mujeres, uno de los temas más criticados al designado embajador.
“Señor presidente Gustavo Petro, siempre es importante escuchar a nuestro pueblo. Como vicepresidenta de la República y ministra de la Igualdad y la Equidad, no puedo tolerar la misoginia”, dijo inicialmente Francia.
“Este gobierno fue elegido por las mujeres que creen en el cambio y en la eliminación de todas las violencias patriarcales. Por esta razón, no es posible que quienes van en contra de la promesa del cambio con las mujeres integren este gobierno”, agregó Márquez.
La defensora del Pueblo, Iris Marín, fue una de las primeras en levantar la voz contra esa designación y señaló que “Mendoza ha expresado públicamente su satisfacción con relaciones sexuales con niñas, en ocasiones se refiere a que se encuentren en estados alterados de la conciencia, o con mujeres a quienes se les ha suministrado previamente drogas. Eso no es amor, son modalidades de violencia sexual contra la mujer y, peor aún, contra las niñas”.
Pese a las críticas desde diferentes sectores, hasta del mismo Gobierno, el mandatario colombiano realizó una férrea defensa de ese nombramiento desde un evento en Barranquilla, donde ratificó que Mendoza Leal sería el embajador de Colombia en Tailandia.
“Por ahí me están diciendo que no puedo nombrar al señor Mendoza de embajador, el que hizo Matarife, porque salieron unas fotos de él desnudo con unas señoras. Las señoras no dicen que fueron a la fuerza, sino que les gustó el momento. ¡Oiga! Cómo esperan que un gobierno libertario y progresista prohíba el amor y hacer el amor, ni que fuera Pinochet”, manifestó Petro.
Agregó: “Yo no soy Uribe, no soy un cura rezandón, yo soy un emancipador y el amor hace parte del ser humano y es su principal fuerza liberadora, háganlo como lo hagan siempre”.