Una de las razones por las cuales el gremio de taxistas en Bogotá decidió irse a paro es el incremento en el precio del galón de gasolina, que ha sido continuo desde que el presidente Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño.
Aunque el Gobierno ha indicado que la medida puede resultar impopular y que es necesaria para reducir el déficit en el Fondo de Estabilización en el Precio de los Combustibles, los conductores de taxis y vehículos a gasolina coinciden en rechazar nuevas alzas.
Pese a esto, en medio de la manifestación de los taxistas en Bogotá, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, le recordó a la ciudadanía que en noviembre se registrará una nueva alza en el precio del galón del combustible.
Cabe señalar que el Gobierno indicó que, debido a la contienda electoral que se vivirá el próximo 29 de octubre, se había decidido congelar el precio de los combustibles durante el décimo mes del año; sin embargo, el propio Bonilla había señalado que, una vez pasadas las elecciones regionales, se registrarían tres alzas más, las cuales se retomarían en noviembre.
“La gasolina requiere todavía tres ajustes y se van a hacer. Lo único que está pendiente es que el Ministerio de Transporte saque y publique el decreto de compensación a los taxistas, pero no tiene nada que ver. El ajuste de la gasolina se va a seguir haciendo”, dijo Bonilla a los medios de comunicación.
En las declaraciones, Bonilla dejó claro que, independientemente de lo que haga el Ministerio de Transporte con el listado de los taxistas que aspiran a una tarifa subsidiada, la gasolina debe subir, mínimo, tres veces más, para alcanzar el precio que el Gobierno ha estimado para cerrar la brecha que heredó de la administración Duque.
Cabe señalar que desde que el presidente Petro llegó al poder, el precio en el galón de gasolina se ha incrementado en $5.000. Lejos de detenerse, este seguirá subiendo, pues la idea es que se ubique sobre los $16.000 a principios de 2024.
Así mismo, aunque el diésel se ha mantenido estable y no se ha visto afectado, el propio Bonilla ha señalado que, una vez se cumpla con el objetivo de nivelar el precio de la gasolina, ese combustible comenzará a tener incrementos, tema que no ha caído bien entre el gremio transportador, el cual ha encendido las alarmas por lo que esto podría significar para ese sector y para el resto de la economía nacional.
De hecho, en una entrevista con SEMANA, Bonilla aseguró que con el diésel se hará lo mismo que con la gasolina, para que el incremento no sea tan fuerte en la inflación del país. Asimismo, no descartó que la decisión influya duramente en el precio de los alimentos.
El ministro destacó que ese proceso se tardaría por lo menos un año y medio, pues se hará gradualmente, como se ha hecho con el aumento de la gasolina. Según sus cálculos, el galón de diésel debería quedar en unos $16.000.
“Eso cerraría el hueco del Fondo de Estabilización del precio de los combustibles en 2025. Allí quedaríamos en términos de que se miraría con el precio internacional y tendría que empezar a actuar la otra política que está planteando el Gobierno, que es empezar a promover la sustitución del parque automotor hacia otro tipo de combustibles”, afirmó Bonilla.
Hasta cuándo irá el beneficio a los taxistas
Durante la edición número 34 del simposio de Asobancaria celebrado en septiembre pasado, el director de la cartera aseguró que los taxistas no contarán con una tarifa diferencial o con una compensación desde el 1 de enero del 2024.
“La brecha de gasolina la deberíamos de cerrar este año. Los taxistas reajustarán tarifas desde el 1 de enero, pero ya después de allí no habrá subsidio. No habrá tarifa diferencial para ellos”, aseguró Bonilla en su intervención.