La región del Catatumbo, en Norte de Santander, sigue siendo una de las más peligrosas para los integrantes de la fuerza pública por la difícil situación de orden público. Así quedó demostrado en las mas recientes acciones de los grupos ilegales armados que delinquen en la zona, tras el secuestro de un soldado que se encontraba desarrollando acciones humanitarias y de acompañamiento a la comunidad afectada por el desabastecimiento de agua en la región.

Según el reporte de las autoridades, eran dos los militares que se encontraban auxiliando a la población, los soldados profesionales Jeison Martínez Tapias y Wálter Jiménez Orjuela. Ellos tomaron ruta hacia la zona del Alto del Mirador, en un carrotanque marca International, de placa DIW-807. En el momento en que atendían a las personas de la vereda llegaron dos hombres en una motocicleta azul, encañonaron al soldado Martínez, quien se encontraba en la cabina, y luego lo subieron a la moto y se lo llevaron con ruta al sur.

Al ver lo sucedido, y ante la imposibilidad de actuar, Orjuela, el otro soldado que estaba entregando agua potable a la población, se escabulló entre la maraña y de este modo evitó ser víctima del plagio. Cuando se vio a salvo, tomó el carrotanque y condujo durante más de tres kilómetros hasta llegar al Puesto de Mando Militar (PMM) más cercano en donde dio el reporte del secuestro de su compañero Martínez.

“En hechos que son materia de investigación y según información preliminar, en horas de la mañana de hoy miércoles, 3 de noviembre del 2021, dos soldados del Batallón de Ingenieros de Construcciones N.º 50 que se desplazaban en un carrotanque, en una misión de apoyo humanitario, entregando agua potable a la comunidad, fueron abordados por hombres armados, quienes secuestran al soldado profesional Jeison Martínez Tapias”, indicó el Ejército.

Entre los detalles que entregó la institución militar sobre el secuestro de sus hombres, señaló “que el caso habría ocurrido en el área general de la vereda Vetas Central, municipio de Tibú, Norte de Santander”

Y destacó que “el otro soldado, que acompañaba la misión humanitaria, en el desarrollo de los hechos, logró escapar hacia una zona selvática, y fue quien dio aviso sobre el hecho a la unidad militar. Para la institución militar en estos casos se están violando por parte de las agrupaciones ilegales armadas los derechos humanos de sus hombres y el Derecho Internacional Humanitario.

“Se reitera que este acto vil y cobarde es una flagrante violación a las disposiciones del derecho internacional humanitario, viola los derechos humanos; máxime porque los soldados estaban en estado de indefensión, sin armamento y realizando labores humanitarias de apoyo a la población civil, que afronta graves problemas con el suministro del agua. La misma comunidad había solicitado el apoyo del Ejército, tras permanecer por más de cuatro días sin el servicio”, agregó la autoridad.

De otra parte, el Ejército confirmó que el pasado 15 de septiembre fue secuestrado otro de sus hombres, pero que el caso se había mantenido en reserva por petición de los familiares.

“El pasado 15 de septiembre del año en curso, fue secuestrado el soldado Huver Fabián Chogo Becerra, orgánico del Batallón de Ingenieros N.° 5 Coronel Francisco José de Caldas. El uniformado fue privado de su libertad, al parecer, en la vereda El Rosal, del municipio de El Tarra, Norte de Santander, por un grupo armado organizado, cuando se encontraba retornando a la unidad militar por término de permiso”, denunció el Ejército.

La institución indicó que se hicieron las respectivas denuncias sobre estos dos casos ante las autoridades competentes y además se encuentran activos equipos del Gaula buscando a los militares secuestrados.

Es de anotar que la región de Norte de Santander se encuentra afectada por la presencia de disidencias de las Farc, ELN, Los Pelusos, Clan del Golfo, y delincuencia organizada.

Entre quienes se encuentran comandando algunas de esas acciones está alias Jhon Mechas, cabecilla del frente 33 de las disidencias de las Farc y quien fue el que planeó los atentados contra la brigada 30 del Ejército y contra el presidente de la república.

De acuerdo con las autoridades está delincuente se mueve entre Colombia y Venezuela, desde donde planea las acciones terroristas en contra de la fuerza pública y la población civil. Para el gobierno la crítica situación en Norte de Santander se debe a la presencia de cultivos ilícitos y la guerra que hay entre los ilegales por el negocio derivado del narcotráfico.