El asesinato de Dimar Torres, un exmiliciano de las Farc que logró reinsertarse tras la firma del proceso de paz pactado entre el gobierno y esa organización subversiva, sigue causando reacciones por cuenta de las confusas circunstancias en las que sucedió ese crimen y que al parecer pretendía ser ocultado por parte de la unidad militar involucrada en el caso. Lo que comenzó como un accidente, fruto de un presunto forcejeó entre el uniformado y el exmiliciano, en menos de una semana se convirtió en el homicidio de una persona protegida cuyo asesinato al parecer se quiso ocultar, y que ahora desencadenó el pronunciamiento oficial de un brigadier general quien, desde el municipio donde ocurrieron los hechos, pidió perdón y prometió que el caso no quedará impune. El protagonista de ese acto de perdón y aceptación del error, es nada más que el general Diego Luis Villegas Muñoz, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, que opera en el Catatumbo. A todo ello se suma que quien asumió ese gesto público de pedir perdón, es justamente un oficial del ejército cuyo reciente ascenso estuvo en el ojo del huracán porque contra él existe una investigación por una presunta ejecución extrajudicial, comúnmente llamado Falso Positivo. Esas circunstancias aumentaron el valor simbólico del gesto del oficial y confirmaría las sospechas que los campesinos de la vereda Campo Alegre, del municipio de Convención, han denunciado y con videos, desde el mismo día del crimen: que la muerte de Dimar Torres, fue un asesinato cometido por un militar. Puede leer: "A un cabo le trataron de arrebatar el arma y en el forcejeo se le accionó": MinDefensa Este fin de semana, el general Villegas acompañó a la Comisión de Paz del Senado durante una visita que hicieron a esa zona del Catatumbo donde sucedieron los hechos y desde una tarima pública y delante de los campesinos de Convención, el oficial pidió perdón. “Y quiero aprovechar esta inmensa oportunidad que la vida me dio, para agradecerle, de verdad se los digo de corazón, yo nunca pensé estar acá, pero debido a la presencia aquí, a las personas que están aquí atrás, a los senadores de la República, a los congresistas y a los amigos de las Farc con quien hace tres años nos estábamos dando bala. Estábamos dándonos bala con Jairo Meza Chayanne, en el nordeste antioqueño. Miren la bonita oportunidad que Dios me da, se lo agradezco al padre divino”. Así introdujo el general lo que parecía un discurso improvisado, pero que en el video se observa conservaba algunos apuntes de las palabras precisas que usaría en su intervención. 

Le sugerimos: ¿Qué pasó con el exmiliciano de las Farc asesinado en el Catatumbo? Seguidamente el oficial fue al grano y manifestó lo siguiente: “Lamento desde lo más profundo y como decía el compañero de convivencia y reconciliación y el de El Tarra: no es suficiente; pero sí estoy aquí hoy, yo no vine gratuito y yo me regalé para estar acá”, explicó. Agregó que “si no como lo dijo, no es porque mataron a un civil, entonces vino el general; es que no mataron a cualquier civil, mataron a un miembro de la comunidad; lo mataron miembros de las fuerzas armadas y por lo tanto el comandante debía poner la cara, y aquí estamos”, exclamó el oficial. Seguidamente expresó, “lo lamento en el alma y en nombre de los 4.000, no de los 22.000, no los hay, sino de los cuatro mil hombres que tengo el honor de comandar, les pido perdón”. En contexto: El ascenso a general de un oficial del Ejército que se presentó ante la JEP Pero fue más allá al asegurar que en este crimen no habrá impunidad, “esto no debió haber pasado y esto no obedece a una acción militar, pero yo no soy quién para decir lo que pasó allí. Pero sí les doy la tranquilidad de que yo tampoco estoy tranquilo con lo que pasó, ni que voy a arropar con la cobija de la impunidad, a las personas que lo hicieron”. "es que no mataron a cualquier civil, mataron a un miembro de la comunidad; lo mataron miembros de las fuerzas armadas y por lo tanto el comandante debía poner la cara, y aquí estamos”, general Diego Villegas. A su vez el general Villegas envió un mensaje claro a sus tropas, al asegurar que “aquí cada cual responde por lo que hace y me consta que este coronel (comandante de la unidad militar) ha hecho todo lo necesario, lo hacemos desde las siete de la mañana, siete por siete, diciéndoles como se hacen las cosas”. Finalizó su discurso con la siguiente conclusión: “Y si ese muchacho, un suboficial y los muchachos que estaban ahí, se pusieron al margen de la Ley, créanme que como comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, tendré todo lo necesario para que la Fiscalía General de la Nación demuestre qué fue lo que hizo, por qué lo hizo, por qué lo hizo, que diga la verdad, que diga la verdad y que pague por lo que hizo”. Sus palabras caen como un torpedo frente a las explicaciones iniciales que dio el ministro de Defensa, Guillermo Botero, sobre la muerte de Dimar Torres, al asegurar que de acuerdo con la información que él recibió, "según un cabo, le trataron de arrebatar el fusil y él en el forcejeo se le accionó el arma y dio muerte al exintegrante de las Farc". La otra bomba la lanzó el congresista Roy Barreras, integrante de la Comisión de Paz del Senado, al asegurar en una rueda de prensa desde El Catatumbo, que “es evidente que esto no fue un hecho accidental; es evidente que no fue un tiro que se escapó al aire, sino que se trata lo que en lenguaje técnico se llama un homicidio en persona protegida, y en lenguaje más conocido como una ejecución extrajudicial”, dijo el senador Barreras tras añadir que “hay responsabilidad de personas de las Fuerzas Militares”.