En confusos hechos y en medio de lo que sería un procedimiento policial, murió un joven de 21 años en el municipio La Gloria, en el sur del departamento del Cesar.

Se trata de Luis Guillermo Amarís Romero, sobrino del secretario de Gobierno de ese municipio. El funcionario denunció públicamente que el hecho tendría relación con amenazas que ya había recibido por hacer denuncias de microtráfico, en las cuales se involucra a algunos miembros de la Policía.

Para lo ocurrido se manejan dos versiones, la de la Policía del Cesar y la de la familia del joven víctima de los hechos.

El coronel Luis León Rodríguez, comandante de la Policía en ese departamento, indicó que se trató de un procedimiento que fue interrumpido por familiares del joven que había sido capturado.

Según datos policiales, hasta la vivienda del joven ―ubicada en la carrera 9 del barrio Primero de Mayo― llegaron los agentes para capturarlo por presuntamente haber participado, minutos antes, en una riña ocurrida en la zona céntrica del municipio.

Allí su familia departía y, al ver la presencia de los uniformados, reaccionaron violentamente, atacándolos e hiriéndolos con elementos cortopunzantes. “El intendente Olger Hernando Gutiérrez Peña, de 35 años, lesionado en la boca, con pérdida dental y labio partido, y el patrullero Jaider Isidro Ruiz Sierra”, anotó la policía.

“Son agredidos de diferentes maneras, con armas cortopunzantes, tipo machetes y elementos contundentes, en el cual se presenta un disparo con arma de fuego y muere un ciudadano”, manifestó el coronel.

Sin embargo, la segunda versión ―la de la familia― es que el joven sí había sido capturado y, una vez esposado e indefenso, los uniformados lo habrían golpeado, y uno de ellos le disparó “sin mediar palabra” a la altura del abdomen.

El joven fue auxiliado por sus parientes y llevado al centro de salud del municipio, pero por la gravedad de la herida fue trasladado al Hospital Regional de Aguachica, donde llegó sin signos vitales.

“Nos informa la comunidad que estaba siendo golpeado, lo tenían debidamente esposado y sin mediar palabra un miembro de la policía nacional le dispara. Cuando lo llevamos al hospital, los médicos no podían atenderlo por estar esposado, no podían canalizarlo, me tocó a mí mismo ir a la Policía Nacional a que me dieran las llaves de las esposas, para que sí lo pudieran atender. Lamentablemente, mi primo murió desangrado”, relató Jesús Armando Amarís, primo del joven.

Por su parte, el secretario de Gobierno del municipio, Armando Amarís, pidió justicia por lo ocurrido y aseguró que teme por su vida. “Necesitamos que esto no quede impune, necesitamos que halla justicia, nosotros lo glorieros reclamamos justicia, hoy desafortunadamente le toco al sobrino mío, y posiblemente puedo ser yo mañana”, señaló el funcionario.

Para el funcionario, la muerte de su sobrino fue un vil asesinato, en represalia, pues según reveló a un medio local, quien accionó el arma tiene relación o conoce de la venta de drogas en el municipio.

“Es una violación flagrante a los derechos humanos. Todo esto tiene un trasfondo, sucede que vengo como secretario de Gobierno desde hace 6 años y acá hay un problema de microtráfico, y uno de los dos agentes de la Policía, el que accionó el arma (el intendente), es amante o marido de una mujer que comercializa esa sustancia en La Gloria”, aseguró Amarís.

Posterior a los hechos, la comunidad, enfurecida, incineró la motocicleta de los uniformados. Y según las autoridades, iniciaron una investigación disciplinaria y judicial en contra de los agentes que realizaron el procedimiento.