El pasado 24 de noviembre fue radicada formalmente la solicitud de extradición de Estados Unidos en contra de Dairo Antonio Úsuga David, conocido con el alias de Otoniel, el otrora todopoderoso jefe del Clan del Golfo que sembró el terror en varias regiones del país en su lucha por el control del territorio y las rutas del narcotráfico.

Otoniel es requerido por una Corte del Distrito Sur de la Florida (Estados Unidos) por delitos de tráfico de drogas, homicidio y uso de armas de fuego. Ya en el indicment (documento equivalente el escrito de acusación) que fue enviado al Ministerio de Justicia se indica que bajo sus órdenes la banda criminal del Clan del Golfo adelantó una guerra sin cuartel con el fin de apoderarse de las rutas para el envío de cocaína a Centro y Norteamérica.

Para lograr su objetivo firmó alianzas con organizaciones dedicadas al narcotráfico en Venezuela, Ecuador, Panamá, Guatemala, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, México y Estados Unidos. Igualmente, pactó nexos para “sacar del camino” a los competidores y así tener el mayor control para el tráfico de drogas en el Urabá antioqueño.

La petición de extradición se encuentra en el despacho del magistrado Diego Eugenio Corredor, de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, quien ya ordenó el trámite de varios asuntos para definir si existen méritos para avalar o no la petición de extradición de Otoniel.

Como primera medida, se le solicitó a la Dirección de Asuntos Internacionales de la Fiscalía General que remita los informes realizados por las unidades delegadas contra la Criminalidad Organizada, Seguridad Ciudadana, Finanzas Criminales y la Dirección de Apoyo a la Investigación y Análisis contra la Criminalidad Organizada, frente a los reportes y documentos de información que se encuentran en las plataformas SPOA Y SIJUP en referencia a Dairo Antonio Úsuga David.

Igualmente, se le pidió a la Dirección de Asuntos Internacionales del Ministerio de Justicia el reporte sobre la comunicación hecha a Úsuga David sobre el procedimiento de extradición que se adelanta en su contra y los hechos por los cuales es requerido por una Corte de Estados Unidos. Además, el despacho del magistrado ya avaló y comunicó los poderes entregados a los abogados que representarán al jefe del Clan del Golfo en este trámite.

Otoniel, quien fue capturado el pasado 24 de octubre en un operativo adelantado por el Ejército, la Policía y la Armada en el Urabá antioqueño, exactamente en el cerro Yoki, ubicado entre Necoclí y San Pedro de Urabá, se encuentra recluido en la actualidad en los calabozos de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) en Bogotá bajo estrictas medidas de seguridad.

Tras la vacancia judicial se reanudará el estudio del caso y se solicitarán los respectivos conceptos por parte de la Procuraduría General, el Ministerio de Defensa y el representante de Úsuga David para definir el procedimiento.

En el indictment se plantea la posibilidad de que Otoniel sea condenado a cadena perpetua; sin embargo, debido al acuerdo de extradición firmado entre Colombia y Estados Unidos, esta figura está prohibida expresamente.

En su declaración ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) –la cual generó una gran polémica- Otoniel aseguró, entre muchas otras cosas, que por los protocolos de seguridad y protección no ha tenido una comunicación constante ni clara con sus abogados para plantear su defensa frente a lo que viene.

En contra de Otoniel existen 128 órdenes de captura, siete sentencias condenatorias por delitos relacionados con secuestro, terrorismo, homicidio, tráfico de drogas, extorsión, entre muchos otros, así como ocho medidas de aseguramiento privativas de la libertad.