Con el Día de las Velitas, la natilla y los buñuelos arrancan oficialmente las festividades decembrinas en Colombia y con ellas se extiende también, lamentablemente, la lista de personas quemadas con pólvora, a pesar de las restricciones que ya existen hoy en día para su comercialización.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), 725 personas resultaron lesionadas en diciembre de 2020 debido a la manipulación de pólvora en todo el país, cifra que se suma a las 11.703 personas lesionadas por artefactos pirotécnicos durante la última década. Y este año, apenas en los primeros días de diciembre ya se han presentado nuevas víctimas.
Para combatir este flagelo, el Congreso de la República tramita un proyecto de ley que, en esencia, busca restringir el uso de la pólvora solo a personas expertas en su manipulación. Así mismo, se establecen actividades alternas para quienes viven de oficios relacionados con la pólvora, con el fin de desincentivar esta actividad.
La iniciativa, de autoría de las representantes Katherine Miranda y Norma Hurtado, ya superó sus primeros dos debates en el Senado y está a la espera de dos debates más en la Cámara para convertirse en realidad.
Sin embargo, los tiempos en el Legislativo han conspirado contra este proyecto, pues cuando ya se encontraba agendado en comisión para surtir su tercero de cuatro debates, el Gobierno nacional radicó varias iniciativas con mensaje de urgencia, a las que, por ley, se les debe dar prioridad.
Adicionalmente, en los últimos días las Plenaria de la Cámara ha sesionado desde temprano, lo que no ha permitido que las comisiones sesiones.
¿Qué establece el proyecto?
El artículo 3 de la iniciativa establece, por ejemplo, que los Ministerios de Educación y Trabajo formularán con el SENA “una estrategia de profesionalización, tecnificación del oficio artesanal de pirotécnico, que se fundamente en la capacitación para la realización de actividades de fabricación y diseño de espectáculos de manera segura, de tal forma que se promueva una actividad pirotécnica formal y profesional en el país”.
Adicionalmente, se crea un fondo cuenta que busca proveer recursos destinados a inversión social, con el fin de garantizar la financiación de planes y programas de prevención que busquen sensibilizar a toda la población sobre el peligro del uso, la fabricación, la manipulación, el transporte, el almacenamiento, la comercialización, la compra, la venta y el expendio de pólvora. Además, servirá para brindar atención especializada a víctimas quemadas por artículos pirotécnicos, en cualquier circunstancia, priorizando niños, niñas y adolescentes.
“Esta iniciativa, busca proteger de manera especial a los niños y jóvenes del país, que desafortunadamente han resultado afectados y, en algunos casos, hasta llegan a perder la vida debido a la gravedad de las heridas que la pólvora les provoca”, explicó la representante Hurtado.
La congresista agregó que “lamentablemente, los niños también son afectados por uso de elementos pirotécnicos. Según cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), 6.125 niños y adolescentes, resultaron lesionados durante la última década”.
Otro de los puntos claves, como lo explicó la representante Miranda, es la generación de alternativas de formalización y tecnificación de la labor del polvorero para que sus ingresos no se vean afectados por la restricción en el uso de estos elementos pirotécnicos.
Finalmente, se establecen multas de entre uno y 200 salarios mínimos ($ 908.526 y $ 181.705.200) por incumplir reglamentación técnica contenida en la norma.