El departamento del Huila todavía sigue de luto por el vil asesinato de siete policías que fueron emboscados en la mañana del 2 de septiembre cuando se movilizaban por el corregimiento San Luis, jurisdicción de Neiva. Por el momento no se ha presentado ninguna captura por estos hechos.
El fiscal General, Francisco Barbosa anunció que ya se recolectaron evidencias documentales y testimoniales que permitirán esclarecer este caso. “Hicimos los actos urgentes, los actos médico forenses y tenemos muy avanzada la investigación para tomar decisiones” frente a los asesinos de los intendentes Wilson Jair Cuéllar Losada y Luis Alberto Sabi Gutiérrez; subintendente Duverney Carreño Rodríguez; el patrullero Jhon Fredy Bautista Vargas, y los auxiliares Santiago Gómez Endes, Arles Mauricio Pascuas Figueroa y Cristian Ricardo Cubillos Borbón.
Barbosa citó casos recientes en los que se han tomado decisiones de fondo como el caso de los tres jóvenes asesinados en Chochó (Sucre) y los cuatro integrantes de una familia que fueron asesinados en Landazuri (Santander)
“Nosotros no nos demoramos más de 25 a 30 días en los casos que sean emblemáticos y relevantes del país, luego tendremos respuesta para eso, tenemos prueba técnica y le daremos resultados al país prontamente”, aclaró el jefe del ente investigador.
Después que se registrara el ataque a la patrulla de la Policía, la Fiscalía General conformó un equipo especial para adelantar la investigación. Este estaba conformado por un equipo técnico – científico experimentado, articulado por tres fiscales especializados, un líder investigador, seis investigadores de apoyo, dos expertos antiexplosivos, un balístico, un topógrafo, un arquitecto, dos fotógrafos, un líder técnico, un criminalístico y cuatro analistas de la Delegada para la Seguridad Territorial, la Delegada contra la Criminalidad Organizada y de la Unidad Especial.
Lo que se ha podido establecer es que se recolectaron evidencias físicas de la emboscada y ya se cuenta con declaraciones de los habitantes de la zona, lo cual ha permitido establecer el grupo armado ilegal detrás de este ataque.
El pasado 7 de septiembre SEMANA reveló en exclusiva la declaración del único sobreviviente del ataque. En un video los uniformados que lo rescataron lo llevaron a una unidad de la institución y lo llamaron por su nombre, instándolo a que se bajara de la camioneta. “Por acá, Gustavo”, le dijo una persona que lo recibió. Luego, el joven aparentemente se desmayó dentro del vehículo, mientras otra persona decía: “Está asustado, está asustado, él está asustado”. Enseguida, otras personas lo sacaron del vehículo.
Las autoridades investigan cuáles fueron los móviles de lo ocurrido para que él se salvara, así como las razones por las cuales aparece vestido de civil en las imágenes referidas. Conocer qué hizo él desde el momento en que se dieron los hechos hasta ahora. Por el momento, se ha hablado de que el impacto sobre la camioneta de la Policía lo pudo arrojar lejos y por eso se salvó, siendo hallado posteriormente por las autoridades, pero no pasan de ser hipótesis. Se sigue recopilando evidencia y buscando en el mismo patrullero, además de en las pesquisas de las autoridades, mayor información. El cómo se salvó también es motivo de indagación.
Jesús María Esquivel, padre del patrullero Gustavo Alberto Esquivel, habló de su hijo, único sobreviviente de la masacre de policías en Huila. De acuerdo con su relato, el uniformado siempre manifestó su deseo de ser policía y por eso lo considera un milagro de Dios, tras sobrevivir a semejante tragedia. “Ellos ya habían tenido un altercado con los civiles y los habían amenazado”, dijo Jesús María Esquivel cuando refirió que su hijo le dio cuenta de altercados, en el pasado, con la población civil. “Mi segundo hijo, un hijo muy educado, muy sencillo, la gloria de Dios que lo vuelvo a ver”, agregó. “Él siempre quiso ser un policía, me decía que estaba bien, que le tocaba muy duro estar en los entrenamientos”, agregó.
Respecto a la declaración en la que dijo que su hijo, así como sus compañeros asesinados, ya habían sido amenazados, Jesús María Esquivel señaló que su hijo en varias oportunidades le dijo que tenía miedo porque la zona donde operaban no era segura. “Que era peligrosa y no sabían qué podía pasar. Habían tenido un altercado con los civiles y los habían amenazado. No tengo mucho más conocimiento porque no me pudo decir”, agregó.
De acuerdo con su relato, él es padre de cuatro hijos, su hijo sobreviviente es el segundo y “mi hijo es un milagro de Dios y no me gustaría que siguiera en la institución. Él siempre ha querido ser policía, pero solamente quiero abrazarlo”, agregó, al dar cuenta de cómo, mientras labraba la tierra, una familiar de nombre Sandra le avisó de lo ocurrido.