La Inspección General de la Policía confirmó la destitución e inhabilidad del patrullero Fabio Vera Tame, por 12 años para ejercer cargos públicos y contratar con el Estado. El uniformado, en estado de embriaguez, atropelló el pasado 22 de diciembre a cuatro personas en el municipio de Piedecuesta, departamento de Santander.
Al momento en el que sucedió el siniestro la Policía de Bucaramanga apartó del cargo al patrullero. Allí se pudo conocer que la prueba de alcoholimetría realizada por Vera dio como resultado grado 1.
Por su parte, el inspector general de la Policía Nacional, general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés, anunció la sanción disciplinaria que el patrullero implicado en este caso tendrá que cumplir.
“Una vez conocidos los hechos, de manera oportuna se citó audiencia pública disciplinaria al uniformado, donde se le notificó la decisión de destitución e inhabilidad general por 12 años para ejercer cualquier cargo público, como también para contratar con el Estado, en primera instancia, al encontrarse probada una falta gravísima, contemplada en el artículo 34, numeral 10 de la actual Ley 1015 de 2006, régimen disciplinario para la Policía Nacional”, dijo el inspector general de la Policía Nacional, general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés.
Así mismo, el alto oficial manifestó que desde la defensa del policía involucrado en el caso se apeló dicha decisión.
“El fallo fue apelado y en este momento se encuentra en trámite de segunda instancia”, indicó Rodríguez.
Policía robaba celulares
De otro lado, el 7 de febrero se informó de la captura del patrullero de la Policía Metropolitana de Barranquilla José del Carmen Flores Noriega, quien montaba falsos procedimientos policiales para así poder robar celulares a los ciudadanos.
Flores, de 27 años y que en el día de su captura se encontraba en su día de descanso, fue identificado por otros compañeros de la institución utilizando el uniforme, la motocicleta oficial de la Policía, sin radioteléfono y sin su arma de dotación, presuntamente planeando cometer más delitos.
De acuerdo con la versión publicada en El Heraldo, durante la requisa al patrullero, en el maletero de su motocicleta se evidenció que tenía dos celulares guardados que, al parecer, había robado.
Como parte del proceso judicial, el oficial fue llevado, tras su captura, a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, con el fin de legalizar su detención por hurto agravado.
Por su parte, el comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Luis Sandoval, confirmó este procedimiento en el que aseguró que la captura se dio en medio de la transparencia de la institución.
“La Policía no tolera ningún acto de sus funcionarios que vayan en contra de los lineamientos institucionales. De esta manera se capturó a un uniformado que estaría inmerso en el hurto de dos celulares. La Policía Metropolitana de Barranquilla puso a disposición de la Fiscalía General de la Nación a esta persona y además se inició investigación preliminar disciplinaria”, señaló el oficial.
Policía alimenta a un habitante de calle invidente
En la otra cara de la moneda, a finales de enero fue publicado en redes sociales un video en el que un efectivo de la Policía Metropolitana de Medellín alimentó a una persona en condición de habitante de calle que tenía una discapacidad visual.
Sin importar el tráfico de la Avenida Oriental, centro de la capital antioqueña, un agente de Policía se bajó de su moto y se acercó al habitante de calle, quien es una persona ciega, y le ofreció el almuerzo que llevaba en su portacomidas.
Estos hechos ocurrieron frente al Parque de San Antonio, a tan solo unas cuadras del Comando de la Policía Metropolitana de Medellín. En el video se evidencia cómo el uniformado se arrodilló junto a la persona que estaba en un andén y sostiene el plato de comida para que el invidente pueda comer sin ningún problema.
En la grabación, la cual al parecer fue hecha por un taxista, se oye a este decir “mi respeto para ese señor policía’'.
Desde la cuenta oficial de Twitter de la Región Seis de Policía destacaron este gran gesto de humildad y nobleza del uniformado.