El Ministerio de Defensa informó que en los próximos días debe estar listo el decreto que prohíbe el uso de armas traumáticas en Colombia.
Según la cartera de Defensa, la normativa va a elevar a las armas traumáticas a la categoría de las armas de fuego, por lo que tendrán la misma regulación. Según el ministro de Defensa, Diego Molano, lo que se busca es que para tener un arma traumática se cumplan con requisitos similares a los que hoy se le exigen a quienes adquieren un arma de fuego.
“La instrucción del presidente Iván Duque frente a las armas traumáticas es la expedición de un decreto que regule y controle el uso de armas traumáticas por los efectos que hemos encontrado en los últimos meses. Son utilizadas para hurtos, de las 1.500 armas que fueron incautadas, el 30 % fueron utilizadas en hurtos. Segundo, porque evidenciamos en las acciones violentas y de vandalismo recientemente que fueron modificadas y con ellas dispararon a nuestros policías y a servidores públicos. Por último, porque están siendo utilizadas en casos de extorsión”, explicó el ministro.
Con la expedición de la normativa, el porte de armas traumáticas en el país se daría bajo permisos de casos excepcionales, al igual que sucede con las armas de fuego.
Teniendo en cuenta lo anterior, si un ciudadano desea adquirir una arma traumática debe cumplir con una serie de requisitos especiales para su posesión y porte. De acuerdo con el decreto, las personas naturales que deseen tener armas de este tipo deberán cumplir con los siguientes requisitos: tener una cédula de ciudadanía, un certificado de aptitud psicofísica expedido por entidades autorizadas por la Dirección General de Sanidad Militar, un certificado de manejo de armas expedido por una entidad por el Departamento Control Comercio de Armas, Municiones y Explosivos y una factura de venta o declaración de importación del arma.
Ahora bien, si es una persona jurídica la que desea adquirir una arma traumática, esta deberá presentar la cédula de ciudadanía del representante legal, un concepto favorable emitido por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y la factura de venta o declaración de importación del arma.
Los documentos solicitados, tanto de las personas naturales como de las jurídicas, deben ser presentados con cita previa en el Departamento de Control de Comercio de Armas, Municiones y Explosivos del comando de las Fuerzas Militares o sus seccionales.
Con esto también se busca tener un control más detallado del número de armas que hay en el país, un proceso que se realizará a través de la misma entidad.
La norma también estipula que el Departamento de Control de Comercio de Armas, Municiones y Explosivos del comando de las Fuerzas Militares tendrá un plazo de ocho meses tras la expedición del decreto, para establecer los puntos donde se entregarán las armas.
Según Molano, se espera un proceso de dos semanas para incorporar los comentarios que hicieron los ciudadanos al proyecto de decreto para poder tener el definitivo y comunicarlo públicamente.
“Llegaron más de 300 comentarios y se tienen discusiones con algunos grupos que tienen algunos intereses en discutir la reglamentación para mejorarla y con base en eso se expedirá el decreto”, señaló el titular de la cartera de defensa.
Recientemente en el balance que entregó la Policía de Bogotá sobre el decomiso de distintas clases de armas en la ciudad, señaló que los decomisos se dieron en estaciones de TransMilenio, parques, sitios de esparcimiento, entre otros.
SEMANA recientemente realizó un informe en donde quedaron en evidencia los graves vacíos que tiene hoy la comercialización de las armas traumáticas en el país, en donde solamente se necesita la cédula para comparar esta clase de elementos.
Además de esto, la Dirección de Investigación Criminal, Dijín, reveló que los delincuentes han tomado la estrategia de modificar las armas traumáticas para convertirlas en armas de fuego.
De acuerdo con la autoridad, ante la falta de reglamentación de estas armas hace más difícil su rastro al momento de cometer un delito como un homicidio. Señaló la Policía que se tienen identificados varios casos en donde los delitos son cometidos con estas armas modificadas para evitar dejar huellas, y hacer más difícil la labor de las autoridades.