Mientras varias guadianas del Inpec de la cárcel de El Buen Pastor adelantaban un procedimiento de verificación a una privada de la libertad, una funcionaria pasó de la requisa a la golpiza. En video quedaron los minutos que usó la guardiana para implantar su ley con cachetadas a la mujer detenida que se congeló ante los golpes.
El Inpec confirmó que la agresión —claramente por fuera del manual de funciones de régimen penitenciario— es materia de investigación de parte del Instituto y la funcionaria será procesada disciplinariamente por la golpiza a la privada de la libertad, pues no era necesaria, y no estaba autorizada para ejercer la fuerza en un procedimiento de rutina.
La denuncia en video se conoció en la mañana de este jueves, mientras advierten que no se trata de un hecho aislado. Al contrario, parece ser un acto de rutina, una dinámica de disciplina violenta que solo se usa con las privadas de la libertad de escasos recursos y que se quedan en la mitad de las denuncias.
En el video se observa, sin duda, que la funcionaria tiene el poder de la situación y lanza los golpes sin detenerse a pensar que resulta desproporcionado con la mujer privada de libertad que, físicamente, resulta reducida a la actitud violenta de la guardiana. La funcionaria lanza golpes e insultos, mientras la mujer, adulta, parece una niña temerosa de los golpes.
- Guardiana: Tan marica (cachetada) saque lo que tiene ahí. ¿Me vio cara de marica o qué?
- Privada de la libertad: Pues no tengo nada.
- Guardiana: Entréguelo (cachetada).
- Privada de la libertad: Uy dragoneante no le estoy faltando el respeto.
- Guardiana: No, entregue lo que tiene ahí. ¡Entreguelo ya!
La mujer, víctima de la agresión de la guardiana, pide respeto mientras su voz se empieza a quebrantar, como si estuviera a punto de llorar, todo mientras varias uniformadas le escarban la ropa y el cuerpo.
- Privada de la libertad: Yo no le estoy faltando el respeto.
- Guardiana: Respeto ni que mierdas.
- Privada de la libertad: Usted no tiene por qué pegarme.
Durante la requisa se observa que son varias las funcionarias del Inpec que rodean a la privada de la libertad, incluso un perro recorre el espacio, hasta olfatea a la mujer, casi al punto de morderla. Nadie se opone a la agresión, incluso alientan los insultos con más insultos y una repetida dosis de golpes.
El Inpec confirmó los hechos y anticiparon una investigación, que seguramente se suma al listado de procesos que se acumulan en los despachos de disciplina de la entidad cargada de quejas, denuncias y reportes que pocas veces llegan a fallos contundentes. Mientras tanto, la mujer víctima se quedó con la agresión y la insólita respuesta de la funcionaria: “Respeto ni que mierdas”.