Nada detuvo las comparsas de joropo que recorrían las calles de Villavicencio, en el departamento del Meta, donde se realiza el evento cultural más importante para los llaneros, la edición 54 del Festival Internacional del Joropo.
Una de las actividades centrales se conoce como el joropódromo, un largo desfile en el que participan grupos de bailarines de colegios.
En esta ocasión, también hay actividades en los municipios de Granada y Puerto López, pero, particularmente en Villavicencio, donde cayó un torrencial aguacero, hay que destacar la destreza de los bailarines para continuar.
A pesar de los vestidos pesados por la lluvia que golpeaba los cuerpos; con el agua hasta las rodillas y los sombreros averiados, los bailarines siguieron su marcha.
El pavimento se rompió y el camino de los danzantes se interrumpió, pero no pararon de zapatear.