Una llamativa escena presenciaron los bañistas de Cartagena luego de meses de confinamiento, cuando el alcalde William Dau llegó a Playa Azul, al norte de la ciudad, en pantaloneta y con toalla en mano para disfrutar del mar y las olas.
Al mandatario de los cartageneros le tomaron la temperatura, llevaba tapabocas, siguió todos los protocolos y procedió a refrescarse. Esto porque a partir de hoy el tramo conocido como Playa Azul –en La Boquilla– estará abierto con algunas restricciones.
Para ingresar, los bañistas tendrán que hacer una reserva a través de este enlace. Para ello, la Alcaldía deberá controlar el aforo de personas y asignará los turnos en dos horarios: uno en la mañana y otro en la tarde.
“De acuerdo con la capacidad de carga determinada por la Dimar y el Distrito, Playa Azul contará con 94 módulos sociofamiliares de 16 metros cuadrados, con capacidad máxima para seis personas y un tope de 520 bañistas en cada turno”, comentó la Alcaldía.
El ingreso para quienes hayan hecho la reserva en la mañana será entre las 8 y 9 de la mañana, mientras que para los de la tarde será entre la 1 y las 2. Los de la mañana podrán estar hasta las 12 m. y los de la tarde hasta las 5 p. m.
La reserva tampoco tendrá ningún costo y en cada módulo habrá capacidad para máximo seis personas. Sin embargo, si la persona requiere alquilar una asoleadora o un parasol, estos sí tendrán un costo, que según la Alcaldía será “justo y controlado”. Este dinero estará destinado a reactivar la economía de la ciudad.
Con el chapuzón del alcalde Dau se reabre la primera playa de Cartagena. Se espera que paulatinamente los cartageneros y los turistas puedan ir retornando a este espacio que la pandemia tenía restringido.