Con los antecedentes de refriegas violentas en sedes judiciales en diferentes partes del país, la Policía estaba atenta en la ciudad de Bogotá a una protesta que tenía como cita el búnker de la Fiscalía en la capital del país. Los manifestantes marchaban de manera pacífica por la avenida La Esperanza y anunciaron su llegada a la plazoleta del búnker; algunos quisieron llegar hasta las puertas de ingreso.
El personal de seguridad de la Fiscalía, desde hace más de un año, dispuso de unas vallas en los alrededores de la plazoleta del búnker para evitar que las frecuentes manifestaciones que se hacen en este punto de la ciudad afecten el ingreso y la salida de funcionarios y usuarios de los servicios de la Fiscalía.
Ese fue justamente el problema que motivó un enfrentamiento entre los manifestantes y la Policía que estaba dispuesta en este sitio con anticipación para evitar justamente lo que ocurrió, que quienes hacían parte de la protesta intentaran ingresar al búnker. El personal de seguridad en esta sede de la Fiscalía le contó a SEMANA la delicada situación que se vivió por cuenta del intento de llegar a las puertas del búnker.
Fue necesaria la intervención del Esmad –ahora Unidad de Diálogo– para evitar que los manifestantes llegaran a la puerta y se encontrarán de frente con los funcionarios que, a esa hora, salen o entran de sus actividades diarias en el búnker. Los manifestantes se enfrentaron a la Policía y arrancó la revuelta.
Lo que, hasta esa hora, era una manifestación pacífica, se convirtió en un enfrentamiento violento con las autoridades que debieron utilizar gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para evitar que llegaran a la puerta de ingreso en la sede más importante de la Fiscalía en el país.
Hasta el momento, ni la Policía ni de parte de los grupos que participaban de la protesta reportaron personas heridas o capturadas. Lo que se sabe es que la tensión continúa en este punto de la ciudad, pues la Policía mantiene la vigilancia y los manifestantes permanecen en este sitio, claramente disgustados por la intervención de las autoridades.
La Policía aseguró que hay dispuestos en Bogotá más de 1.100 uniformados para atender las eventualidades que salgan tras la jornada de movilización anunciada desde hace varias semanas, como apoyo al Gobierno nacional y donde sectores cercanos al Ejecutivo pidieron evitar el uso del Esmad en esta protesta.
“Un total de 1.100 uniformados, entre hombres y mujeres de diferentes especialidades, estarán dispuestos ante las posibles movilizaciones y concentraciones programadas para este 28 de octubre en la ciudad. Fuerza Disponible, Unidad de Diálogo y un componente de Infancia y Adolescencia estarán presentes para apoyar cualquier situación que lo requiera, protegiendo los Derechos Humanos”, señalaron desde la Policía previo a las movilizaciones.
Los manifestantes que estaban frente al búnker de la Fiscalía estaban exigiendo la libertad y absolución de las personas que se encuentran privadas de la libertad en procesos justamente relacionados con la protesta y la movilización. Advierten que se trata de presos políticos y no de delincuentes judicializados.