De nuevo, infames casos de maltrato animal han generado indignación en el país. Se trata de dos hechos aislados en los que se evidencian prácticas violentas y descuidos contra mascotas indefensas. El primero ocurrió en Motavita, Boyacá, y el segundo en Bogotá.
En Motavita, un trabajador de un centro de cuidado canino, identificado como Jhon Javier Pacheco, fue judicializado luego de agredir a una cachorra de nueve meses llamada Annia. La Fiscalía General de la Nación le imputó el delito de maltrato animal, cargo que no aceptó.
Los hechos tuvieron lugar el 10 de septiembre de 2022. En videos de cámaras de seguridad del establecimiento se observa el momento en que Pacheco ultraja al animal, lo controla y somete con un lazo, y en un instante de intolerancia levanta a la cachorra y la golpea violentamente contra el piso. Fue judicializado este 3 de febrero.
De acuerdo con el reporte de la Fiscalía, “al parecer, luego de la reacción violenta llevó al animal a un cuarto y lo dejó abandonado sin prestarle atención a las lesiones ocasionadas”. Luego de la agresión, la mascota fue conducida a una clínica veterinaria " donde le diagnosticaron una fractura en una extremidad, por lo que fue intervenida quirúrgicamente”.
Este hecho fue repudiado por la comunidad de Motavita, donde piden hacer seguimiento al caso y a los establecimientos de cuidado animal.
Mujer fue condenada por mantener animales en precarias condiciones
En cuanto al caso de maltrato en Bogotá, tras una investigación de la Fiscalía, el ente acusador logró demostrar que una mujer identificada como Gladys Alicia Enciso Caballero, entre mayo y agosto de 2021, “albergó animales en precarias condiciones de salud” en un establecimiento de venta de mascotas de su propiedad ubicado en la localidad de Chapinero, en Bogotá, donde varios animales fallecieron a causa de esto.
“Visitas realizadas por el Instituto de Protección y Bienestar Animal (Idpyba) constataron que muchas de las especies estaban sin vacunas, no tenían agua a disposición y eran comercializadas con menos de tres meses de vida, algo que prohíbe la normatividad ambiental”, explicó la Fiscalía.
Varios animales fueron rescatados por las autoridades; sin embargo, dos de ellos murieron tras presentar cuadros avanzados de desnutrición, gastroenteritis hemorrágica y neumonía. De igual forma, no sobrevivió un canino que había sido vendido por el estado de salud que presentó.
La mujer, condenada por el delito de maltrato animal, fue sentenciada a nueve meses de prisión y, además, fue inhabilitada para la tenencia de animales durante un periodo de seis meses.
En ambos casos, la contundencia del material probatorio permitió que fiscales del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) imputaran y obtuvieran una condena por estos repudiables hechos.
Este último caso fue descubierto durante la operación que adelantó el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpyba) durante los meses de mayo, julio y agosto del año pasado en varios locales de comercio animal del norte y centro de la capital. En medio de dichas acciones, fueron hallados cachorros de perros y gatos en deplorables condiciones de salud, algunos fueron encontrados enfermos con enteritis hemorrágica y desnutrición.
“Luego del rescate de estos animales, algunos superaron los procesos de recuperación clínica y comportamental, fueron resocializados y hoy se encuentran adoptados y en familias amorosas. Aunque esto cierra el ciclo de una manera adecuada, invita a evaluar la decisión de comprar un animal, un ser sintiente, que se encuentra bajo dudosas condiciones, desde la sobreexplotación de las madres hasta la permanencia de los cachorros en los establecimientos”, dijo este primero de febrero la directora del Idpyba, Adriana Estrada.
“Desde el Idpyba se eleva un agradecimiento a las entidades que participaron en los operativos, así como a la Fiscalía General de la Nación y su grupo Gelma por acompañar este proceso que finalmente llevó al fallo judicial”, añadió.