Llegó el día en que el expresidente Álvaro Uribe y el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, se encuentren al fin -como había sido concertado semanas atrás- para sostener un diálogo público, en el que se tratarán temas relacionados con el conflicto armado colombiano.
Aunque dichas entrevistas se han adelantado antes con otros protagonistas del conflicto armado, esta -según el expresidente Uribe- no se hará en el marco de la Comisión de la Verdad. La razón es que Uribe ha expresado desconfiar de dicho organismo, por considerarlo parcializado y “vendido” a la izquierda colombiana. Solo aceptó hablar con De Roux, pues lo considera un hombre con valores.
El encuentro se realiza en la casa del expresidente Uribe en Rionegro. El padre Francisco de Roux comenzó la intervención hablando de la importancia que han tenido las víctimas en los diálogos que ha sostenido la Comisión de la Verdad. Aseguró que así como se hizo un pacto entre el gobierno y las Farc, es necesario hacer un pacto con la sociedad colombiana para vivir esta nueva etapa del país. “El dolor que hemos vivido ha sido muy profundo y es lo que nos trae a esta conversación”, dijo el padre.
Agregó que no solo estaba ahí para escuchar sino también para comprender la visión del expresidente, tal como lo han hecho con otros exmandatarios que también han acudido a esas citas como Juan Manuel Santos y Andrés Pastrana. Aunque aclaró que el rol de la comisión es escuchar a todas las voces y en ese marco han tenido encuentros con más de 18.000 personas. “Las cosas no son verdad porque las dijo Santos, Uribe o Pastrana”, explicó el padre para decir que los testimonios no son entendidos bajo un argumento de autoridad.
El expresidente comenzó hablando de las condiciones en las cuales se va a desarrollar el encuentro. Aclaró que no hay medios de comunicación y que habrá un tiempo para preguntas que no será transmitido en vivo, pero sí quedará grabado. “Yo nací en medio de la violencia política”, contó el expresidente para referirse a las palabras del padre De Roux. “Vi a mis padres desesperados por eso, y a mi madre luchando por la violencia política de la mujer”. Agregó que su familia es víctima aunque no se ha declarado como tal. “Cuántas personas han asesinado a mi lado... aquí advertencias de dolor no tenemos qué hacer”, aclaró el exmandatario.
“Yo no puedo aceptar que así como reconozco la legitimidad del presidente Duque, debo reconocer la legitimidad de esta Comisión”, dijo el expresidente. Aseguró que no tiene que ver con el respeto que siente por el padre, sino con el hecho de que nunca se reconoció el triunfo del No en el plebiscito.
El expresidente habló de los falsos positivos. Aseguró que cometió un error cuando dijo que esos jóvenes “no estarían recogiendo café”, pero que no es verdad todo lo que se ha dicho de su gobierno. “La culpa nunca es de quien exige resultados”, dijo el expresidente. Agregó que “nunca se aplicó la doctrina Vietnam” y explicó que esta se usa es para explicar lo que hizo Estados Unidos en ese país, en donde hubo excesos de envenenamiento y otros vejámenes contra las comunidades.
El documento del expresidente Uribe
En el marco de este encuentro, Álvaro Uribe dio a conocer este domingo un documento con 61 puntos que expondrá en esa charla. En dicho cuestionario se establecen puntos como la política de Seguridad Democrática (implementada durante las dos administraciones de Uribe) las ejecuciones extrajudiciales (llamadas falsos positivos), el tratamiento diferenciado que hubo en su gobierno en la lucha contra las guerrillas y los paramilitares, así como el perdón y las Convivir, entre otros.
“Como gobernador y presidente hablé mucho con integrantes de las Fuerzas. Ninguno recibió mal ejemplo de mi parte, ni de palabra ni de obra”, dice Uribe en el documento que expondrá ante el padre De Roux, quien intervendrá las veces que sea necesario y podrá contra preguntarle.
“Para mí era muy difícil creer que había falsos positivos, pero siempre procuramos actuar a tiempo”, señala el expresidente.
El documento está dividido en capítulos: seguridad democrática; delitos presuntos de fuerza pública; Gobernación de Antioquia; seguridad democrática; falsos positivos; tratamiento diferente a guerrillas y paramilitares; perdón; y Comisión de la Verdad.
Uribe sustentará que hubo “toda la generosidad con la reinserción de miembros pertenecientes a grupos ilegales”. Para ello mostrará que, en su gobierno, hubo 53.000 desmovilizaciones y 39.000 capturas. Uribe explicará por qué Luis Carlos Restrepo, su excomisionado de paz, es a su juicio “un mártir”.
Hablará de la gestión de sus ministros de Defensa y de la directiva 300-28, del 2007, donde se retiró la “prevalencia de las desmovilizaciones”.
En el capítulo de delitos presuntos de la fuerza pública, Uribe será muy explícito en hablar de los hechos ocurridos en Guaitarilla (Nariño), donde su orden fue hacer público “todo”. En ese municipio siete policías murieron masacrados en medio de un confuso enfrentamiento con el Ejército.
Sobre la masacre de Jamundí, donde el Ejército atacó a un cuerpo élite de la Dijín, recordará que pidió que esa investigación la desarrollara la justicia ordinaria y no la penal militar.
Los falsos positivos de Soacha han conmovido al país. En su conversación con el padre De Roux, Uribe va a aceptar que cometió un error al decir que “no estarían cogiendo café”, al referirse a las víctimas que en ese momento fueron presentadas como bajas en combate. Explicará que lo hizo al ser mal informado.
También expondrá la purga de 27 altos oficiales del Ejército, en el 2008, como una prueba clara de su compromiso contra ese tipo de prácticas macabras en las filas. “Procedí de inmediato. Difícil creerlo, pero siempre actué de inmediato. Una decisión muy dura para alguien que como mi persona tiene afecto por las Fuerzas Armadas de Colombia”, le dirá Uribe al padre De Roux.
Sobre su presión a la fuerza pública, el expresidente dirá: “Uribe exigía resultados. En todo y con transparencia”.
Así mismo recordará que, en las zonas especiales, mantuvo la exigencia de que fiscales acompañaran las operaciones militares y que “todo cuerpo de alguien dado de baja solamente lo podía mover el CTI de la Fiscalía”.
Uribe será tajante en que la llamada doctrina Vietnam, de conteo de cadáveres, “nunca se aplicó, ni se mencionó”, como lo llegó a sugerir el expresidente Juan Manuel Santos en su comparecencia ante la Comisión de la Verdad.