Luego de permanecer un día en velación en la Funeraria Capillas de la Fe, sobre el mediodía de este lunes 2 de septiembre, familiares, amigos y vecinos se dieron cita en la Parroquia Madre del Divino Amor, en el barrio Moralba, al sur de Bogotá, para darle el último adiós a Javier Acosta.
El joven hincha de Millonarios falleció el pasado viernes 30 de agosto cuando el personal médico del Hospital San Ignacio le cumplió su último deseo y le aplicó la eutanasia.
En medio de la tristeza que embarga a propios y visitantes por la dura partida de Javier, el barrio Moralba, con bombas y banderas, se vistió de azul y blanco, esos mismos colores del club embajador, el equipo al que Javier le dedicaba sus cánticos y por el que viajó a diferentes partes del país y del continente para alentarlo en el terreno de juego.
“Javi sigue aquí, Javi sigue aquí”, era el cántico que entonaban los seguidores albiazules que se acercaron a dar el último adiós a Javier.
La Parroquia Madre del Divino Amor fue adornada con rosas blancas y moños y veladoras azules, en claro homenaje a quien en vida fue ferviente hincha de Millonarios.
Durante toda la ceremonia religiosa, la hija, la madre y demás familiares de Javier estuvieron siempre de pie acompañando el féretro. Y aunque saben que su voluntad fue la de aplicarse la eutanasia, por obvias razones no podían esconder su inmenso dolor por la partida del joven.
Luego de las exequias, el cuerpo de Javier Acosta será trasladado al cementerio Jardines del Apogeo, en donde se hará la respectiva inhumación.
Al término de la eucaristía, el primo de Javier Acosta tomó la vocería por la familia y reveló que le hizo una promesa al joven hincha de Millonarios para velar siempre por el futuro de su hija.
Así mismo, el primo de Javier mandó un mensaje a sus amigos, hinchas de Millonarios, hinchas del fútbol, para pedirles que se respeten siempre los colores, la vida y las diferencia de camisetas.
Cuando concluyó la ceremonia religiosa, los hinchas de Millonarios se tomaron el barrio Moralba y con camisetas, banderas, cánticos, juegos pirotécnicos le dieron el último adiós a quien en vida recorrió las calles de esta zona al sur de la capital del país.