Un grupo sospechoso de pescadores que parecían cumplir sus tareas cotidianas en el mar de Buenaventura generó la alarma. En la embarcación pesquera, sin embargo, se notaban movimientos extraños, mientras se acercaba a una zona de fondeo donde los grandes barcos llegan a esperar su turno para arribar al gran puerto. Los supuestos pescadores intentaban llegar al fondo de una embarcación cuando llamaron la atención de agentes de la Policía Antinarcóticos. La nave paró en el puerto y, allí, buzos policía revisaron el barco. Se sumergieron y con equipos de luces detectaron cuatro morrales de lona suspendidos en el agua, a 12 metros de profundidad. Puede leer: Húngaros intentaron sacar de Cartagena 98 huevos de chocolate con relleno de cocaína Las cargas estaban amarradas con cadenas a la quilla del barco, es decir, a la estructura inferior que le sirve de soporte. Los expertos extrajeron los morrales y, una vez en la superficie, analizaron su contenido. Cada uno de los morrales contenía 30 paquetes de un kilo de cocaína. En total, incautaron 120 kilos del alcaloide ilegal. Para evitar que la mercancía se diluyera en el agua, la habían forrado con bolsas plásticas y látex. El barco donde se había encadenado la droga se dirigía al puerto de Ningbo, en China.