Los 48 días de paro y violencia que vivió Colombia empezaron a tener efectos políticos, especialmente entre quienes aspiran a la presidencia en 2022. Así lo revela la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) para SEMANA, realizada a partir de 2.077 encuestas presenciales, en 27 municipios de todas las regiones y con un margen de error del 2,4 por ciento. El estudio se realizó entre el 17 y el 22 de junio.
Los resultados muestran inicialmente que el paro perdió el apoyo mayoritario con el que empezó el 28 de abril. Hoy el 50 por ciento de los ciudadanos consideran que estas jornadas no le sirvieron al país, frente al 47 por ciento que señala lo contrario. Mientras tanto, hay otro dato muy contundente: al 62 por ciento no le gustaría que volviera a haber un paro. Solo el 36 por ciento dijo que sí. En mayo, el paro estaba en pleno furor, y el 72 por ciento de los encuestados por el CNC en ese entonces estaban de acuerdo con las movilizaciones.
Pero hoy la cifra de rechazo al paro tiene una sola explicación: los ciudadanos se cansaron de que las jornadas de protesta terminaran en batallas campales y terrorismo urbano, dejando a su paso decenas de personas muertas y centenares heridas. Los bloqueos se prolongaron, además, de forma casi indefinida, y golpearon a la economía de una manera brutal justo en plena reactivación. Esto, sin contar con las billonarias pérdidas por los bloqueos, los destrozos de bienes públicos y privados, fuera del doloroso impacto de las aglomeraciones en el tercer pico de la pandemia.
Bajo este panorama, y a menos de un año de la primera vuelta presidencial, el estudio electoral también indagó por la intención de voto. La principal noticia es que, por primera vez, el voto en blanco (26 por ciento) superó los números de todos los candidatos en competencia hasta ahora. Entre tanto, llama la atención el porcentaje de los que no quieren votar por ninguno de los aspirantes (24 por ciento). Un 4 por ciento todavía no sabe cuál será su decisión. Esos tres indicadores suman 54 por ciento, lo cual quiere decir que persiste una enorme incertidumbre sobre lo que puede ocurrir en 2022, y los votantes no se identifican todavía con las personas que buscan suceder a Iván Duque en la Casa de Nariño.
Los resultados reflejan que Gustavo Petro, aunque sigue punteando, cayó 4 puntos porcentuales frente a la anterior medición del CNC en mayo y se ubicó en el 21 por ciento. Partiendo de un censo electoral estimado en 22 millones de votos para mayo de 2022, la pérdida para Petro sería de casi un millón de votos.
Sergio Fajardo se estancó y marcó el mismo 6 por ciento de la medición de mayo. Esto significa que el paro no lo favoreció en términos electorales, lo cual se explica por sus posturas ambivalentes. Otra novedad en esta encuesta es que Juan Manuel Galán (5 por ciento) y Enrique Peñalosa (4 por ciento), exalcalde de Bogotá, están en empate técnico con el exgobernador de Antioquia, y se disputan ese segundo lugar si se tiene en cuenta que el margen de error de la encuesta es del 2,4 por ciento.
Los exalcaldes Federico Gutiérrez y Alejandro Char llegaron al 3 por ciento de la intención de voto; por su parte, Germán Vargas Lleras y Alejandro Gaviria registraron 2 por ciento. Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda, marcó 0 por ciento.
¿Qué pasó con Petro?
El estudio electoral del CNC revela que Petro pierde en intención de voto entre la población que rechaza el paro y, por el contrario, gana entre quienes apoyan las protestas. Aunque falta menos de un año para la primera vuelta, esta ecuación es preocupante para él y podría convertir las elecciones en una especie de plebiscito sobre el más duro y violento paro que acaba de sufrir Colombia, con todas sus lamentables consecuencias. “La percepción de que el paro nacional le sirvió o no al país impacta la intención de voto y define por cuál tendencia política se vota en primera y en una eventual segunda vuelta”, dice el CNC.
A comienzos del paro, que empezó el 28 de abril con mucha fuerza por la controvertida reforma tributaria del entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el análisis apuntaba a que Petro sería el principal beneficiado con la indignación masiva de los colombianos. La encuesta del CNC de mayo lo mostró con el 25 por ciento de la intención de voto, muy lejos de sus rivales, y otras mediciones de diferentes encuestadoras también corroboraron esa teoría. Por esos días, Petro calificaba sus videos en redes sociales como “alocuciones”.
Pero la violencia, los destrozos y el agresivo impacto del paro entre los más vulnerables y la maltrecha economía cambiaron las percepciones sobre las protestas. Estas se le devolvieron como un búmeran al líder de la Colombia Humana. En la más reciente encuesta del CNC para SEMANA, el 54 por ciento dijo que hubo políticos promoviendo el paro. La polémica declaración de Nelson Alarcón, líder de Fecode, admitiendo que las protestas tenían un fin electoral para llegar al poder en 2022, causaron indignación y desilusionaron a más de uno.
Según las mismas cifras del CNC, Petro se consolidó como la cara política de las protestas. En mayo el 30 por ciento lo veía detrás de las movilizaciones y ese indicador subió al 35 por ciento en junio. Todo eso ocurrió mientras perdió 4 puntos porcentuales en su intención de voto. Dos de sus más firmes aliados políticos, los senadores Gustavo Bolívar (9 por ciento) e Iván Cepeda (2 por ciento), también son vistos como políticos promotores del paro.
En cuanto a la imagen, las encuestas del CNC también muestran que el paro le pasó factura a Petro, pues su imagen negativa volvió a estar por encima de la positiva. Los números señalan que su favorabilidad cayó del 47 por ciento en marzo, antes de las protestas, al 39 por ciento en junio. La desfavorabilidad, en el mismo periodo, pasó del 43 al 45 por ciento. Ser la cara política del paro es hoy una apuesta arriesgada, de acuerdo con lo que piensan los colombianos sobre sus consecuencias.
El 57 por ciento señaló que los principales efectos de las protestas fueron negativos: pérdida de vidas humanas (31 por ciento), pérdidas billonarias en la economía nacional (13 por ciento), bloqueos y destrozos en diferentes regiones del país (10 por ciento) y desempleo (3 por ciento). Por el contrario, para el 41 por ciento el paro tuvo resultados más positivos, como la caída de la reforma tributaria (30 por ciento), la protesta social de los jóvenes (8 por ciento) y la renuncia del ministro Carrasquilla (3 por ciento).
Aunque Petro se esforzó por decir que no estaba detrás del paro, sus trinos y sus invitaciones a marchar, al igual que el comportamiento de los congresistas aliados en los disturbios, sembraron en la opinión pública una idea contraria. Hasta la alcaldesa Claudia López le pidió “no incendiar más a Colombia” y le dijo que “su caos puede ser su búmeran”. “Recapacite Gustavo. Su apuesta de radicalización, confrontación y caos tal vez le asegure likes, dudo que le garantice la Presidencia”, escribió la mandataria en Twitter.
El otro indicador de la costosa factura política que está pagando Petro es lo que podría ocurrir en los eventuales escenarios de una segunda vuelta presidencial. Si bien es cierto que gana en casi todas las mediciones, la diferencia con todos sus contendores se redujo. Y nuevamente empata con Sergio Fajardo. Ambos tienen el 31 por ciento de la intención de voto. En la medición del CNC de mayo, Petro le ganaba a Fajardo en ese escenario con una diferencia de 5 puntos porcentuales (ver gráficas).
La mala hora de Fajardo
El panorama para Fajardo es cada vez más incierto y no hay ninguna claridad de que pueda pasar a la segunda vuelta. Hoy la encuesta del CNC muestra que no solo no creció frente a la medición de mayo y se estancó en el 6 por ciento, sino que Galán (5 por ciento) y Peñalosa (4 por ciento) le pisan los talones y en cualquier momento podrían quitarle el segundo lugar. Asimismo, la distancia de Fajardo frente a Petro sigue siendo muy amplia (15 puntos porcentuales), mientras que en 2018 Petro le ganó por apenas 261.599 votos a Fajardo el tiquete a la segunda vuelta frente a Iván Duque.
Es preciso recordar que el exgobernador lideró varios sondeos tan pronto anunció su aspiración para 2022. Ahora, según los resultados de la encuesta del CNC para SEMANA, Fajardo se desplomó al cuarto lugar en la intención de voto en Antioquia, su región, con el 7 por ciento. Allí el que puntea es Petro (13 por ciento), seguido de Federico Gutiérrez (10 por ciento) y Galán (10 por ciento). Estos resultados dan a entender que la gestión del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha favorecido, de alguna forma, un ambiente distinto para el petrismo en la tierra que en el pasado ha sido, sobre todo, un bastión uribista.
En Bogotá, donde ayudó a elegir a la alcaldesa Claudia López, y donde se supone que tiene un gran apoyo, Fajardo también perdió terreno. En la capital del país, Petro, el principal opositor de la mandataria, lidera con el 30 por ciento. Y en el segundo lugar aparece Peñalosa (8 por ciento), quien desplazó a Fajardo (7 por ciento). En 2018, en la primera vuelta, Fajardo había superado a Petro en la capital del país. ¿Será que Fajardo está pagando un alto costo por las constantes críticas a la gestión de Claudia López a raíz de las peleas en redes sociales, las salidas en falso y pocos resultados?
Por si fuera poco, la encuesta revela que el mayor porcentaje de votos de los militantes de la Alianza Verde está con Petro (22 por ciento) y no con Fajardo (6 por ciento). Esto, pese a los enormes esfuerzos de líderes como la senadora Angélica Lozano y la representante a la Cámara Juanita Goebertus para tratar de posicionar a Fajardo en esa colectividad, lo que ha desatado disputas internas con petristas como Camilo Romero, exgobernador de Nariño, y el representante Inti Asprilla. Fajardo, en 2018, obtuvo el aval verde.
Contrario al entusiasmo que su nombre despertó en la anterior contienda presidencial, Fajardo también ha perdido apoyo entre los jóvenes, pues solo cuenta con el respaldo del 3 por ciento entre las personas con edades de 18 a 25 años. Por su parte, Petro gana en esa franja de la población con el 26 por ciento. Lo que sí es notorio es que los jóvenes, definitivamente, ven en Petro la posibilidad de un cambio, pero hay un 38 por ciento que votará en blanco y un 16 por ciento que no votará por ninguno, lo cual demuestra que ese sector está por conquistar. Una situación similar se presenta entre las personas de 26 a 40 años.
La estrategia reciente de Fajardo al pedir perdón por irse a ver ballenas en la segunda vuelta de 2018 y felicitar a Petro dando su puesto asegurado en segunda vuelta, al parecer, no le ha funcionado.
En el caso de Alejandro Char, exalcalde de Barranquilla, el estudio muestra un dato preocupante para él: en el Caribe solo tiene hoy el 9 por ciento de la intención de voto, mientras que Petro lo barre con el 26 por ciento. Mientras tanto, electoralmente hablando, Char desapareció de Bogotá y el Pacífico, donde marca 0 por ciento. Su situación en Antioquia, el suroriente y el centro del país tampoco es la mejor, ya que no supera el 2 por ciento en esas tres regiones. Char no ha logrado una proyección nacional, necesaria para competir por la presidencia, y su único fortín sigue siendo exclusivamente la capital del Atlántico, donde el alcalde Jaime Pumarejo, que goza de buena popularidad, pertenece a su casa política.
Por los lados de Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, su mayor desafío es claro: apenas el 46 por ciento de la población sabe quién es él. Tal vez, consciente de eso, inició de forma temprana intensos recorridos por diferentes regiones de Colombia. En el caso de Gutiérrez llama la atención que sus mejores números, en cuanto a los partidos políticos se refiere, los tiene en la Alianza Verde (7 por ciento), conservadores (8 por ciento) y Centro Democrático (8 por ciento). Eso ratifica el carácter independiente que le quiere imprimir a su candidatura, sin pertenecer a ninguno de los extremos.
Un dato importante en las tabulaciones de la encuesta es que Gutiérrez es el único candidato, aparte de Fajardo, que entre los votantes que lo conocen le ganaría a Petro en segunda vuelta. Fajardo tiene un reconocimiento nacional del 84 por ciento, y Gutiérrez cuenta con un gran espacio para crecer en los próximos meses, esto sería una ventaja si logra llegar a la segunda vuelta.
Y la derecha y centroderecha, ¿qué?
La centroderecha y la derecha siguen sin un candidato único. Si se hace el simple ejercicio de sumar las intenciones de voto de Peñalosa, Gutiérrez, Char y Vargas Lleras, la cifra llega al 12 por ciento. Si se suman los valores de la centroizquierda, con Fajardo, Galán y Alejandro Gaviria, el número llega al 13 por ciento. Es decir, estos dos sectores estarían en un empate técnico. La encuesta no midió a Ángela María Robledo, Humberto de la Calle, Jorge Enrique Robledo ni Juan Fernando Cristo, por la centroizquierda. Tampoco a los eventuales precandidatos del Centro Democrático, como Paloma Valencia, Rafael Nieto, Paola Holguín, Carlos Felipe Mejía y María Fernanda Cabal. Habrá que esperar un tiempo para tener mayor claridad de cuánto suma cada bloque unificado.
Uno de los riesgos para la Coalición de la Esperanza, como se afirma en ciertos mentideros políticos, es que, si a Galán le otorgan la personería jurídica del Nuevo Liberalismo, puede armar su candidatura por aparte y liderar una unión distinta en la que tengan cabida líderes como Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, en caso de quedarse con la candidatura del Partido Conservador. Esto se vuelve más relevante, dado que Galán ya tiene vuelo propio y hoy empata técnicamente con Fajardo, con la diferencia de que viene creciendo y su imagen favorable supera su desfavorable en 15 puntos porcentuales. La imagen favorable iguala a la desfavorable de Fajardo, un indicador electoral clave.
En la izquierda, Petro es un candidato sólido sin rivales. En la centroizquierda, Fajardo aún tendrá que competir con los demás integrantes de la Coalición de la Esperanza. La victoria que el exgobernador de Antioquia tenía casi asegurada está hoy bajo amenaza, y no se descarta que Alejandro Gaviria, si se lanza, compita fuertemente por esos votos.
Mientras tanto, la derecha y la centroderecha están atomizadas y sin un candidato que convoque a esos sectores políticos. Dicho bloque tiene por delante un espacio para crecer en la medida en que el electorado sepa con claridad quién será el elegido. Sea quien sea, muchos votantes lo verán como el principal antagonista de Petro en las urnas. Dicho nombre, quizá, solo se consolidará en una eventual consulta de marzo de 2022. Hay que tener en cuenta que Peñalosa y Gutiérrez han sido claros en señalar que no serán los candidatos de Uribe, pero dejan las puertas abiertas para recibir el apoyo del uribismo. Se espera que el candidato único del Partido Conservador también participe de esta consulta, mientras todos los sectores le coquetean al Partido Liberal, cuyo jefe, el expresidente César Gaviria, sigue esperanzado en la posible candidatura del rector de la Universidad de los Andes.
En esta corriente también es necesario tener en cuenta el peso electoral de la corriente uribista. Si bien ha estado golpeada por las dificultades del Gobierno y la situación judicial del expresidente Álvaro Uribe, nadie puede ignorar su influencia en las elecciones. El Centro Democrático aún no define quiénes serán realmente sus precandidatos. Habrá que esperar cuáles serán las reglas de juego en esa colectividad para escoger a un aspirante único. Por ahora, Uribe se niega a hablar públicamente de mecánica electoral, y, aunque se ha reunido con muchos candidatos, está empeñado en realizar propuestas de política social antes que en hablar de candidaturas. En estos momentos, el nombre de Tomás Uribe ya está prácticamente descartado en ese partido.
En este sector, igualmente, hay expectativa por lo que pueda ocurrir con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, uno de los políticos más conocidos por los colombianos (86 por ciento). Sin embargo, su desfavorabilidad (51 por ciento) sigue estando por encima de su favorabilidad (26 por ciento). Ese es el talón de Alquiles para un candidato que es visto por un sector como una persona con todas las cualidades y una carrera política sólida para conducir el Estado. Como la política es dinámica, si Vargas Lleras decide lanzarse a la presidencia, su reto será vencer su imagen negativa, convertida en el principal obstáculo.
Las cifras de la encuesta ponen de presente que los votos de Marta Lucía Ramírez y de Juan Carlos Pinzón aún no han sido heredados por ningún aspirante en particular de la centroderecha. Por el contrario, la atomización sigue siendo la tendencia.
Los meses que vienen serán los de las grandes definiciones. Quienes tienen un capital político grande tendrán que cuidarlo, pues, como es claro, en cualquier momento se puede esfumar. Los que intentan conseguir un protagonismo deberán intensificar el trabajo y no olvidar que estas elecciones se ganarán con alianzas y que serán atípicas: la plaza pública estará restringida y será necesario que cada candidato haga un despliegue de sus capacidades para persuadir a través de la virtualidad. El costo político del paro apenas se empieza a sentir, y los colombianos, más que peleas políticas en Twitter, quieren propuestas claras y soluciones a sus problemas, en medio de la catástrofe económica y social dejada por la pandemia.
FICHA TÉCNICA
PERSONA NATURAL O JURÍDICA QUE LA REALIZÓ: Centro Nacional de Consultoría S. A. • PERSONA NATURAL O JURÍDICA QUE LA ENCOMENDÓ:
Revista SEMANA • FUENTE DE FINANCIACIÓN: revista SEMANA • UNIVERSO EN ESTUDIO: Mujeres y hombres mayores de 18 años, residentes en la zona urbana de los municipios de Colombia. Como mecanismo de estratificación estadística se establecieron 6 regiones geográficas de la siguiente manera: (1) ANTIOQUIA + EJE CAFETERO: Antioquia, Caldas, Quindío y Risaralda; (2) BOGOTÁ: Bogotá D. C.; (3) CARIBE: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Sucre, San Andrés y Providencia; (4) CENTRO: Boyacá, Cundinamarca, Huila y Tolima; (5) PACÍFICO: Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca y (6) SURORIENTE: Arauca, Caquetá, Casanare, Meta, Norte de Santander, Putumayo y Santander.• DISEÑO DE MUESTREO: el diseño de muestreo es probabilístico, en cuatro etapas y estratificado con selección de muestras aleatorias simples de unidades estadísticas en cada etapa.
En la primera etapa de muestreo se realizó una selección de municipios dentro de cada región geográfica (estrato estadístico), considerando a Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena como municipios de inclusión forzosa en la muestra; del resto de municipios en el universo en estudio se realizó la selección aleatoria simple de 22 de ellos. En la segunda etapa se realizó una selección aleatoria de manzanas cartográficas dentro de los municipios seleccionados, a partir del marco de muestreo. En la tercera etapa se seleccionaron hogares dentro de las manzanas cartográficas seleccionadas (en cada manzana se seleccionaron 5 hogares) y en la etapa final, a un adulto dentro del hogar. La selección de las unidades estadísticas se operacionalizó a través del algoritmo denominado “coordinado negativo”.
El marco de muestreo utilizado es el Marco Geoestadístico Nacional provisto por el Dane. El marco de muestreo es el dispositivo que permite ordenar el operativo de campo y ofrecer garantía de que la implementación de dicho operativo corresponde a los lineamientos metodológicos establecidos para la investigación. La unidad geográfica mínima que contiene dicho marco es la manzana cartográfica en las cabeceras de los municipios de Colombia • TAMAÑO DE MUESTRA: 2.077 casos en 27 municipios de todas las regiones de Colombia• MARGEN DE ERROR Y NIVEL DE CONFIANZA: margen de error de muestreo de 2,4 % y 95 % de confianza • TEMAS A LOS QUE SE REFIERE: percepciones y expectativas ciudadanas sobre la realidad social y política colombiana y sobre el ambiente preelectoral. Evaluación ciudadana de sus gobernantes • PREGUNTAS QUE SE FORMULARON: 30 preguntas. Para mayor detalle por favor remitirse al cuestionario • CANTIDAD DE ENCUESTADORES Y MÉTODO DE SUPERVISIÓN: en el levantamiento de información participaron 90 encuestadores. El método de supervisión fue un trabajo combinado entre monitorización, recontacto presencial y recontacto telefónico en donde se revisó el 18 % de las encuestas. La recolección de información en campo se realizó con Dispositivos Móviles de Captura (tablet), lo que permitió grabar en audio cada encuesta y capturar la coordenada geográfica del lugar donde se realizó • PERIODO TRABAJO DE CAMPO: 17 a 22 de junio de 2021 • TÉCNICA DE RECOLECCIÓN: encuesta presencial en hogares • Nota: el Centro Nacional de Consultoría se encuentra inscrito en el Registro de Encuestadores del Consejo Nacional Electoral. Este informe atiende los lineamientos de la norma ISO 20252:2012