Con una defensa contundente a las aspersiones aéreas como herramienta clave en la lucha contra los cultivos ilícitos, el presidente Iván Duque inició su intervención en la audiencia pública de seguimiento sobre el tema en la Corte Constitucional. Durante su discurso, el primer mandatario pidió a los magistrados poner el debate no sobre el herbicida, sino sobre la amenaza y el riesgo que representa el crecimiento vertiginoso de los cultivos ilícitos. 

Así lo afirmó para señalarle a los magistrados que el Gobierno se está preparando para el cumplimiento de los seis requisitos que le impuso este alto tribunal para poder reanudar las aspersiones aéreas. Sin embargo, por la expansión de los cultivos ilícitos y el daño "tremendo" que hace en la protección de los derechos fundamentales, Duque le pidió a la corte que module su sentencia. Esta modulación tendría como objetivo que el Estado pueda adelantar una política integral de erradicación sin renunciar a ninguna de las herramientas. "No vengo a pedir cheques en blanco. No vengo a minimizar ningún riesgo, vengo a decir que tenemos el deseo de integrar todas las herramientas para que no tengamos afectaciones. El crecimiento de cultivos ilícitos amenaza la construcción de paz", aseguró. "Seguiremos invitando a los colombianos para que entiendan que no es una causa ideológica sino una causa por la defensa de nuestra carta política", Iván Duque. Duque fue enfático en afirmar que no está controvirtiendo las sentencias de la corte: "Esto no es un choque de poderes, es un diálogo de que busca reconocer esta amenaza".  En el último año, las siembras de coca se elevaron a más de 180.000 hectáreas, según la medición del Sistema de Monitoreo de las Naciones Unidas (Simci). "Enfrentar el narcotráfico también implica la defensa de la paz", manifestó el presidente ante los magistrados de la Corte Constitucional. Según las cuentas del ministro de Defensa, Guillermo Botero, si la tendencia continúa, en el 2022 Colombia tendría 290.000 hectáreas de coca. Puede leer: Duelo de titanes: Duque y Santos hablarán del glifosatoCon cifras en mano, Duque mostró cómo la suspensión de las aspersiones aéreas impactó en el aumento de la siembra de coca. "Nos hemos quedado sin la herramienta más contundente", aseguró al precisar que la erradicación manual cuesta el doble que las fumigaciones y representa riesgos para la vida de los erradicadores.  Además cuestionó los programas de sustitución de cultivos, ya que considera que se crearon "incentivos perversos" al ofrecer dinero de manera indeterminada para pagar por erradicación. "Es un doble incentivo perverso, el sembrar y comercializar lo sembrado, y segundo, recibir el dinero por desmontar lo sembrado", indicó.Frente a todo el panorama internacional, también cuestionó el papel protagónico que están jugando organizaciones criminales en países vecinos que han sido permisivos con estructuras del narcotráfico. Reveló evidencias, como trazas marítimas, que conectan el tráfico de cocaína con Venezuela. También se refirió a los carteles mexicanos que azotan al país. Vea también: Revive el debate: glifosato, ¿un veneno necesario?