El 12 de mayo de este año el futuro energético del país tuvo un momento crítico: Hidroituango quedó fuera de control después de que se taponó uno de los túneles para desviar el río Cauca. El accidente generó una enorme crisis aguas abajo y en el seno de Empresas Públicas de Medellín (EPM). Hoy, el futuro parece más claro: la obra, si todo sale como han previsto, podría estar lista en unos cuatro años y las pérdidas alcanzarían los 4 billones de pesos. Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de la empresa antioqueña, habló con SEMANA sobre las obras con las que pretenden recuperar el megaproyecto y los riesgos que aún quedan. SEMANA: Después de ochos meses de crisis, ¿qué tan seguro es hoy el proyecto? Jorge Londoño: Seguimos avanzando en las obras y con ello aumentamos el nivel de seguridad. Sin embargo, hay dos factores de riesgo aguas abajo: la presa y los túneles. La primera se viene comportando muy bien frente a la presión de tener un embalse lleno. Terminamos los vertederos y seguimos instalando la pantalla de pentonita en la presa. Vamos al 75 por ciento y esperamos terminar pronto, posiblemente este mismo año. Conforme se avanza en la pantalla, las filtraciones de agua vienen disminuyendo. En algún momento llegamos a tener filtraciones de 40 litros por segundo (hoy son de 30 litros) y lo positivo es que es agua filtrada limpia, sin material. Esas son condiciones muy normales para esta presa. También estamos muy contentos por el desempeño del vertedero. SEMANA: ¿Qué pasa con los túneles? J.L.: El que llamamos túnel izquierdo está técnicamente taponado y no representa ningún riesgo para las comunidades; los otros dos túneles, el derecho y el auxiliar (GAD), que fueron los que se bloquearon naturalmente con los derrumbes, están en proceso de ser taponados de una forma técnica, porque el riesgo que tenemos es que se destaponen. Ya logramos tener acceso a las compuertas del túnel auxiliar y estamos levantándolas y encauzándolas, pues la corriente las desvió. Este es un proceso lento porque cada compuerta pesa 300 toneladas. Esperamos que queden listas en el primer trimestre de 2019. Le sugerimos: Hidroituango, deforestación y líderes amenazados: el balance ambiental de Colombia en el 2018 SEMANA: Y, ¿eso por qué es importante? J.L.: Porque nos permitiría controlar la entrada de agua en ese túnel, que junto a un tapón de concreto que vamos a poner, hará que quede totalmente sellado. Por su parte, el túnel derecho no tiene compuertas y lo taponaremos con concreto. Ya hemos hecho 60 perforaciones, en las que hemos inyectado concreto y mortero, y a medida que avanzamos reducimos el riesgo. Cerrar el túnel nos va a tomar el primer semestre del año, pero luego tendremos que construir los tapones definitivos. SEMANA: ¿Y al fin cuándo van a poder llegar y revisar la casa de máquinas? J.L.: Todo depende del régimen de lluvias, del verano y de cómo avancemos en los trabajos de la presa y de los túneles. En este momento el río Cauca está llegando a la presa con cerca de 1.500 metros cúbicos por segundo, que es un caudal medio; de ese total están saliendo por casa de máquinas unos 750 metros y por el vertedero otros 750 metros. El río va a bajar en el verano, lo que va a disminuir la salida de agua por el vertedero y nos lleva a seguir sacando agua por la casa de máquinas por varias semanas, mientras avanzamos en las otras obras. Pero para determinar qué pasó, hay que hacer un estudio de causa-raíz y ese nos dirá hacia qué lado se inclina la balanza. No podemos pagar si no se tiene certeza sobre las cusas del problema. SEMANA: ¿No es riesgoso, una vez se cierren los túneles, solo tener el vertedero? ¿Incluso para mantener el caudal mínimo del río Cauca? J.L.: En el largo plazo, sí. No es ideal que el vertedero funcione permanentemente, sino el 40 por ciento del tiempo en un año. Aún no sabemos si vamos a tener que construir otro túnel o no. Hay un cuarto túnel, conocido como de descarga intermedia, que está sobre la cota 260. SEMANA: ¿Cuál es ese túnel que menciona? J.L.: Es un cuarto túnel que está más alto que el derecho y el izquierdo y que está clausurado. La descarga intermedia está en buenas condiciones, pero está taponada contra el embalse, por lo que debemos sumergir unos robots que tienen una especie de pistola de agua muy potente que destruye ese tapón de nueve metros de concreto. SEMANA: ¿Por qué estaba clausurada la descarga intermedia? J.L.: Se clausuró por si ocurría alguna creciente en el río que hiciera que el agua no inundara los trabajos en el cuarto de máquinas. Estaremos abriendo esa descarga intermedia en el segundo trimestre del año entrante, por donde saldrían unos 500 metros cúbicos por segundo. Le recomendamos: Pago de prima de éxito por Hidroituango se concertaría con el constructor: EPM SEMANA: ¿Cuándo van a saber entonces si se salvó la casa de máquinas? J.L.: La respuesta es difícil porque, más que el tiempo, tenemos que cumplir unos hitos técnicos antes de llegar allá. Si cerramos las compuertas de la casa de máquinas, equivale también a cerrar una entrada de aire. Una vez el agua termine de salir, la abertura de salida va a succionar aire, lo que equivale a ejercer una fuerza desde abajo de esa montaña. Para evitar que haya movimientos riesgosos tenemos que abrir unos ductos, para que cuando desocupemos los túneles esa fuerza succione aire y no tierra. También tenemos que consolidar la zona de compuertas y reforzar muy bien los concretos, porque como el embalse está en la cota 405, hay mucha presión. SEMANA: Ustedes han hecho perforaciones para averiguar cómo están los techos de la casa de máquinas. ¿Qué saben hoy? J.L.: Tenemos dos datos positivos: hoy están saliendo 750 metros cúbicos, igual que en julio. Por ahí deberían estar saliendo unos 1.100 metros cúbicos y está saliendo el 70 por ciento de la capacidad. Hay obstrucciones del 30 por ciento y no sabemos dónde las hay. Puede ser al ingreso o a la salida, o puede ser por derrumbes o por una máquina que quedó atravesada. SEMANA: ¿Qué pasaría si se taponara la casa de máquinas? J.L.: Depende del tipo de taponamiento. Puede haber uno paulatino y lento, que es el más sencillo. Si es abrupto, habría que actuar muy rápido. El lento nos permitiría hacer cierre de compuertas y desviar el agua por túneles. Estamos investigando qué causó el taponamiento del túnel auxiliar, y eso está a unos 170 metros bajo agua. SEMANA: ¿En caso de que la casa de máquinas se destruya, pueden hacer otra? J.L.: No, porque en la montaña, del otro lado de la presa, no hay un macizo rocoso, como sí lo es la montaña donde está la casa. Ahora bien, realmente vemos poco probable que esa caverna colapse, así haya una disminución del caudal. Hemos llegado al techo, a través de robots y otros instrumentos, y tenemos confirmado que el techo de la casa de máquinas no se ha derrumbado. Aún tiene el recubrimiento de concreto. El movimiento no está en el techo, sino en los pisos, lo que sería más fácil arreglar. SEMANA: El informe que ustedes contrataron para saber la causa-raíz de lo ocurrido tenía que estar para noviembre. ¿Qué pasó? J.L.: Estamos investigando qué causó el taponamiento del túnel auxiliar, y eso está a unos 170 metros bajo agua. Es mucho más fácil hacer un análisis causa-raíz en vivo, que con información documental que se ha tenido que llevar a modelos computarizados. Eso ha sido más dispendioso de lo que originalmente teníamos estimado. Ya estamos muy cerca de concentrarnos en una sola de las causas y vamos muy adelante. Creemos que para el mes de enero presentaremos el informe. Confidencial: La plata de las ciudades SEMANA: ¿Cómo garantizar la independencia del informe si fue contratado por ustedes mismos? J.L.: Este proyecto estaba asegurado y en todo proceso de reclamación que se da entre las partes hay que adelantar conversaciones donde cada uno hace su análisis de qué pudo haber ocurrido. EPM no puede salir con un informeh que no tenga la mayor contundencia técnica, porque se va a estar enfrentando al estudio de la aseguradora y también al que presentó la Gobernación de Antioquia. Esta es una pelea, pero con argumentos. La aseguradora no tiene la obligación de hacer su informe público, pero habrá un careo. SEMANA: La Gobernación ha señalado que ustedes han incumplido con las fechas de generación y piden un dinero por multa, pero ustedes dicen que no da a lugar, ¿por qué? J.L.: Nosotros decimos que no todavía. Lo que ocurre es que EPM tiene una doble condición: es socio y ejecutor del proyecto. La sociedad tiene un relación con el constructor mediante un contrato que se llama BOOMT y la relación se rige por el contrato, el cual dice que hay unos riesgos durante el desarrollo del proyecto que los asume la sociedad y otros que los asume el constructor. Pero para determinar qué pasó, hay que hacer un estudio de causa-raíz y ese nos dirá hacia qué lado se inclina la balanza. No podemos pagar si no se tiene certeza sobre las cusas del problema.