VICKY DÁVILA: ¿Cómo se siente de canciller?
MARTA LUCÍA RAMÍREZ: Es una doble condición que obliga mucho más. Me siento muy orgullosa de representar a Colombia en el exterior.
V.D.: Pero usted no quería ser canciller, sino presidenta de Colombia.
M.R.: Vicky, la verdad es que creo que tengo la preparación, pero sobre todo el amor por Colombia. Claro que me gustaría haber ganado la presidencia. Me presenté a las campañas sin maquinaria política, buscando firmas, siempre acompañada de gente muy joven, con sueños, con ilusiones, pero obviamente sin toda la infraestructura que se necesita para ganar una elección presidencial. Acá estamos en lo que estamos, hoy no vale la pena mirar hacia atrás. Lo importante es lo que quiero hoy, servirle a Colombia en este momento tan difícil, acompañar al presidente, porque se lo merece, rodearlo y mirar para adelante.
V.D.: ¿Le costó tomar la decisión de seguir en el Gobierno?
M.R.: Le confieso que tenía dudas. Estuve durante los cuatro o cinco meses iniciales de este año pensando si meterme o no en la campaña. No tenía mucho entusiasmo de mi esposo y mi hija, que son absolutamente determinantes para mí. A ellos les debo todo, y ellos no querían, pero yo realmente quería insistir porque hay muchas cosas que se deben continuar. Claro que fue difícil y le confieso que tenía pensado retirarme en la primera semana de mayo. Cuando volví de una visita a la Ocde en París y a la Corte Penal Internacional, el 26 de abril llegué a empacar mis libros. Alcancé a mandar una caja y vino el 28 de abril. Fue el caos. Nos dimos cuenta de que todo estaba en riesgo. Una gran inconformidad social, válida, que entiendo, que respaldo, en los jóvenes que pacíficamente se han querido expresar. Pero también ha habido gente infiltrada, minorías de violentos, de destructores, de vándalos, que tienen un objetivo y que es acabar esta democracia y desestabilizar este Gobierno. Allí no caben las aspiraciones personales. Allí lo que caben son el deber y la coherencia, ayudando a darle estabilidad al país, a fortalecer la institucionalidad, a garantizar la gobernabilidad de este año que queda. Hay que alejar a Colombia del riesgo del populismo, de aquellos que quieren llegar al poder para destruir a este país. Estoy acá porque es donde debo estar.
V.D.: Doctora Marta Lucía, en las encuestas iba bien...
M.R.: El pasado no lo podemos cambiar y no me hable de tentaciones emocionales que me pongan otra vez a patinar. Yo estoy completamente convencida de esta decisión.
V.D.: ¿El presidente le dijo: “Quédese, Marta Lucía”?
M.R.: Me dijo: “Es muy difícil el retiro tuyo en este momento”, y pues obviamente también para mí fue difícil y estuve empantanada, patinando, tres, cuatro días, durmiendo tres horas apenas.
V.D.: Le insisto: ¿le dijo “no se vaya”?
M.R.: Pues sí, Vicky.
V.D.: Todos estábamos imaginando que usted iba a enfrentar en la plaza pública a Gustavo Petro, quien hoy lidera las encuestas...
M.R.: Tiene que surgir alguien que cumpla ese papel. Alguien que no se vaya a poner a ver quién es el más duro, radical, violento, agresivo, sino al contrario: alguien que invite a Colombia a una convergencia. El país no se puede ir al precipicio.
V.D.: Usted habla del populismo. ¿Quién o quiénes encarnan esos discursos?
M.R.: Acuérdese de que soy funcionaria pública y no puedo intervenir en política. No quiero utilizar nombres, pero los colombianos saben quiénes son. Por sus hechos los conoceréis. Es totalmente inaceptable que haya personas que ostentan un cargo público y están atacando la institucionalidad. Decir que los policías son unos cerdos, asesinos, asquerosos, por Dios. Eso es instigar al odio, eso es querer reventar a una sociedad que ha sufrido tanto dolor. Eso es un populismo destructor. Lo demás es pretender llegar a la política y al poder en Colombia sobre la carroña de una sociedad, y eso no se lo merece Colombia.
V.D.: Petro ha dicho que Duque es un asesino, que esta es una dictadura, que estamos como Birmania o Gaza. ¿Qué opina?
M.R.: Cuando hacen ese tipo de declaraciones, se promueven la destrucción, la anarquía y un caos como el que hemos vivido durante cinco semanas. Ni más faltaba. Este país tiene instituciones. Acá hay un Estado de derecho, un presidente honesto, digno, que ejerce el poder con altura y siempre cumpliendo la ley. Ese es uno de los pilares de este Gobierno. Aquí tenemos que separar: una cosa es la protesta legítima, espontánea, alegre, válida de la juventud, y otra es el caos y la anarquía y la destrucción que tienen un guion, una financiación, un plan frío, calculado y aterrador. A esos del plan no los vamos a dejar que se salgan con la suya, hay que denunciar esto. Y también le digo con franqueza, Vicky: acá la gente confunde de pronto la inmunidad parlamentaria con la impunidad.
V.D.: Hábleme de ese plan...
M.R.: Ha habido más de 11.300 actos desde el 28 de abril, entre manifestaciones, concentraciones, marchas, y solo en 1.200 ha intervenido el Esmad. Y usted empieza a entender aquí dónde está realmente esta llama para prender al país. Más de 700.000 mensajes en redes sociales invitando a la destrucción. Esto configura un delito. Hay que acabar de investigarlo. En Chile y Ecuador pasó lo mismo.
V.D.: El expresidente Andrés Pastrana dice que Maduro está detrás del caos en Colombia...
M.R.: Tengo total certeza que, cuando hay una dictadura que está soportada en la ilegalidad y la criminalidad, y tiene todo el interés de que Colombia no progrese y hace lo posible para fortalecer a los enemigos del sistema democrático colombiano, porque sabemos que ampara en su territorio a las Farc y al ELN, por supuesto que tiene que ver. Que sea el único actor, no sé, no estoy segura de eso. ¿A quién le conviene la anarquía en Colombia? Por supuesto que a gente como él. Sin duda.
V.D.: ¿Qué está en juego en 2022?
M.R.: Están en juego el futuro de la democracia, las libertades, la posibilidad de que haya inversión que genere riqueza para que haya empleos.
V.D.: ¿Quieren tumbar al presidente Duque?
M.R.: Esa es una conspiración que, como hemos dicho, hay que investigarla. Acá hay un plan que tiene actores nacionales e internacionales.
V.D.: ¿Qué piensa de que el exministro Fernando Londoño, que ha sido uribista, le pida la renuncia al presidente?
M.R.: No me parece que esas sean declaraciones que correspondan a la altura intelectual y a la capacidad del jurista, que siempre reconocí en Fernando Londoño.
V.D.: ¿Qué errores ha cometido el Gobierno?
M.R.: Hay muchos errores de forma, no creo que haya ninguno de mala intención.
V.D.: ¿Qué piensa del Comité del Paro y lo que ha ocurrido en la mesa de negociación?
M.R.: Lo que ha pasado es verdaderamente impresentable. Tenemos a unas personas que todos los días convocan nuevos paros cuando se dan cuenta de que han destruido riqueza innecesariamente. Esto es una sinrazón. El presidente les dijo: ‘yo les pido a ustedes que hagan un llamamiento a que se acaben los bloqueos y nos sentamos a negociar sobre todos los temas que están planteando’. Nunca quisieron. Y en cambio salen a cuestionar la actividad del Esmad. Ese Comité del Paro tiene una gran responsabilidad sobre la pérdida de empleos y la destrucción de riqueza que ha debido llegar a los sectores más pobres de Colombia.
V.D.: ¿Y qué piensa de los más de 50 civiles muertos en medio del paro?
M.R.: Vicky, son absolutamente dolorosas. En las investigaciones de la Fiscalía hay comprobados 18 casos relacionados con las protestas. Hay nueve que se están verificando si tienen alguna relación con las protestas, y el resto no tiene relación.
V.D.: ¿Qué significa la visita de la CIDH a Colombia?
M.R.: Vienen a hacer un trabajo como lo hacen en distintos países, como lo hicieron en Chile cuando hubo protestas. Espero que sea una visita con objetividad. Si quieren hacer recomendaciones constructivas, bienvenidas todas.
V.D.: Siempre preocupa que la presidenta de la CIDH públicamente dijo que los bloqueos per se no son un delito.
M.R.: La legislación nacional establece que el bloqueo sí es un delito y resulta que acá hay bloqueos que han causado la muerte a personas, dos bebés, en carreteras que deliberadamente frenaron misiones médicas, eso es un delito, eso es un crimen de lesa humanidad. La comisión no podría desconocer los bloqueos cuando generan esa afectación, cuando amenazan la alimentación, cuando impiden que lleguen los insumos médicos a los hospitales, claro que son un delito.
V.D.: El Comité del Paro dijo primero que no tenía nada que ver con los bloqueos. Pero hace tres días ordenó desescalonarlos. ¿Entonces el Comité del Paro sí tenía que ver con los bloqueos?
M.R.: Por supuesto que sí. Obviamente tienen una responsabilidad.
V.D.: Se quieren tomar Bogotá esta semana que viene, ¿qué opina?
M.R.: ¿Realmente una toma más de Bogotá? Realmente no sé qué dirá la alcaldesa, que también ha trabajado y ha sufrido mucho por el daño económico. Yo sí creo que la alcaldesa también tiene que tomar cartas sobre lo que significa esta toma de Bogotá.
V.D.: La alcaldesa, justamente, les pidió perdón a los manifestantes.
M.R.: Vicky, cada quien tendrá en su interior las razones por las cuales siente que tiene que pedir perdón.
V.D.: ¿Usted pide perdón a los manifestantes, como lo hizo Claudia López, o no?
M.R.: Yo pido perdón de pronto por no ser suficientemente asertiva para que lo que uno haga tenga todos los días más impacto sobre la vida de todos los colombianos.
V.D.: ¿Qué opina sobre el papel de algunos congresistas en el paro?
M.R.: Se ha llegado al extremo de decir que el presidente es un asesino, que ha dado órdenes a la Policía para que salga a matar jóvenes. Entonces acá se han confundido y piensan que ser congresista les da derecho a despotricar sin ninguna responsabilidad. Una cosa es la inmunidad parlamentaria, donde se pueden decir en el Congreso cosas duras en materia de políticas públicas, lo que usted quiera, ¿pero calumniar al jefe de Estado? ¿Poner en tela de juicio la confianza institucional de la cual depende una democracia simplemente por sus apetitos políticos? Eso es muy grave.
V.D.: Si ya le ofrecieron a Andrés Pastrana la embajada en Washington, ¿cuándo se va Francisco Santos, ya que usted es la nueva jefe?
M.R.: Sería un lujo para el país tener al presidente Pastrana en esa embajada. Yo la verdad todavía no he hablado con el presidente Duque de ninguna de las embajadas. Y sí le voy a decir una cosa: a Francisco Santos lo han cogido en una licuadora que es desobligante, injusta. Estuve la semana pasada en una agenda que él organizó en Washington. Fue una agenda excelente.
V.D.: ¿No es más desobligante que el presidente haya ofrecido la embajada sin contarle a Francisco Santos?
M.R.: Francisco Santos fue muy cortés, un hombre de mucha altura, y me dijo: ‘vicepresidenta, canciller, quiero decirle que si el presidente quiere disponer de esta embajada, estoy listo para irme en el momento que lo consideren’. Él dijo que el cargo está disponible.
V.D.: Dicen que a usted no la quiso recibir la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris...
M.R.: ¿Sabe una cosa que yo no entiendo de Colombia? Este es un país que tiene tantas almas buenas, tanta gente buena, pero hay una perversidad que yo no sé de dónde surge. Estoy segura de que la próxima vez que vaya a Estados Unidos, casi que con certeza podría decir que nos reuniremos las dos.
V.D.: ¿Y usted cree que va a lograr, como canciller, esa llamada que no ha llegado entre Duque y Joe Biden?
M.R.: Estoy segura de que vamos a saber de esa llamada telefónica muy pronto. Colombia es prioridad para Estados Unidos.
V.D.: Francisco Santos reconoció que la campaña del Centro Democrático a favor de Trump hizo daño en las relaciones...
M.R.: Hay una cosa que es muy importante. Cada una de las personas que está en la política sabe que es sagrado el derecho que tiene cada país a que su política interna se maneje internamente. El manejo en las relaciones exteriores de Colombia lo tiene solamente el presidente Iván Duque a través de la Cancillería.
V.D.: ¿Qué piensa de las críticas del uribismo contra el Gobierno?
M.R.: Una cosa es el partido, otra el Gobierno. Al principio decían que el presidente Duque estaba acá simplemente cumpliendo lo que le decía su partido, y ahora cuando el partido tiene opiniones distintas a todo el mundo le parece un horror. No, eso hace parte de lo que es la política.
V.D.: ¿Imagino que las relaciones con Maduro seguirán rotas hasta el 7 de agosto de 2022?
M.R.: Hay que tener claridad sobre cuál va a ser el manejo de esta relación porque la propia oposición venezolana, en este momento, está dando señales distintas. Hay que mirar realmente cómo Venezuela va a resolver sus problemas. Colombia no es indiferente. Nacimos del mismo padre, como naciones independientes, democráticas. Lo más importante es ver también cómo los propios venezolanos van mostrando cuál es la hoja de ruta.
V.D.: Parece que me estuviera dando una noticia, vicepresidenta. ¿Me está diciendo que queda abierta la posibilidad de que en lo queda de este Gobierno se restablezcan relaciones con Venezuela o pase algo?
M.R.: Yo creo que son temas que el presidente definirá. Acá estamos simplemente en plan de escucha. Hay que escucharlos a todos.
V.D.: ¿El 7 de agosto de 2022 se acaba la carrera política de Marta Lucía Ramírez?
M.R.: En este momento tengo sentimientos muy encontrados porque tengo solamente una hija, a la que he sacrificado mucho por mi vocación política. Con ella tengo momentos de mucho dolor en el Ministerio de Defensa. Ella tuvo que irse de Colombia cuando tenía 16 años porque no pudo tener seguridad. Eso es algo que me duele. Ella vive hoy en el exterior, se casó, va a ser mamá por primera vez. Voy a tener mi primera nieta. No estoy con ella y en este momento lo único que anhelo es que llegue agosto de 2022 para dedicarme a ella, a la familia, a mi esposo y a esa nieta. No tengo ningún plan distinto por ahora.
V.D.: O sea, es un sí. Usted va a entrar en una pausa cuando se acabe el Gobierno...
M.R.: Sí, yo creo que hay que ponerle pausa ese 7 de agosto, quiero leer, quiero pensar en otras cosas, quiero ser mucho más mamá.