SEMANA: ¿Qué fue lo mejor y lo peor de este año legislativo?Guillermo Rivera: Lo mejor fue el balance general del fast track: se aprobaron 5 reformas constitucionales, 6 leyes, se expidieron 83 decretos, con lo cual quedaron a salvo los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, así como la reincorporación política, económica y social de las Farc. Lo peor fue la indolencia e insolidaridad de algunos sectores políticos frente a los anhelos y esperanzas de paz de millones de colombianos, en especial aquellos que viven en las zonas más golpeadas por la guerra.SEMANA: El balance sobre la implementación de la paz terminó siendo agridulce. ¿A usted, que balance le queda del ‘fast track‘?G.R.: En medio de la polarización política que vive el país por cuenta de quienes han sembrado cizaña contra la paz y contra el gobierno, mi balance es más dulce que agrio porque se logró la aprobación de una reforma constitucional y una ley que crea y desarrolla la jurisdicción especial para la paz con lo cual los derechos de las victimas, que son el centro del acuerdo de paz, están a salvo; además, se aprobó un estatuto de la oposición que fortalece nuestra democracia y toda una arquitectura normativa para asegurar la reincorporación de los excombatientes de las Farc a la vida civil.SEMANA: Como ministro le explotaron varios escandalos que afectaron la gobernabilidad: presunta financiación de odebrecht a la campaña presidencial, congresistas en el cartel de la toga, el giro de Germán Vargas LLeras a la derecha....De estos aspectos, ¿cuál fue el que más afectó el desempeño legislativo?G.R.: Frente a los asuntos de índole judicial el presidente Santos siempre le ha pedido a la administración de justicia actuar con celeridad y contundencia. Los giros políticos de algunos dirigentes nos pusieron a sufrir con el quorum y las mayorías pero creo que en el mediano y el largo plazo ellos mismos son los más afectados porque la incoherencia quedo en evidencia frente a todos los colombianos. Sin duda la proximidad del debate electoral enrareció el ambiente político y algunos abandonaron las posiciones que habían defendido unos pocos meses atrás. Para algunos dirigentes, sus aspiraciones electorales estuvieron por encima de la paz. SEMANA: ¿Qué sintió el día que se terminó el ‘fast track‘?G.R.: Una inmensa felicidad por que la JEP quedó a salvo y una profunda frustración al escuchar los argumentos de quienes votaron no o se abstuvieron de votar las circunscripciones de paz. La estigmatización sobre quienes habitan en las zonas más apartadas y golpeadas por el conflicto es un acto de insolidaridad injustificable desde la perspectiva democrática.SEMANA: Repetiría el experimento del ‘fast track‘?G.R.: El fast track fue un procedimiento extraordinario para un momento extraordinario que fue el de alcanzar un acuerdo para superar más de 50 años de conflicto armado. Siempre estaré dispuesto a trabajar por salvar vidas y porque las nuevas generaciones de colombianos no tengan que vivir el horror de la guerra.SEMANA: ¿Cómo se puede sacar adelante una agenda legislativa sin coalición de gobierno?G.R.: La coalición por la paz salvó la JEP y, a nuestro juicio, salvó las circunscripciones de paz, no obstante los deseos de quienes son indolentes frente la esperanza de las víctimas y de los colombianos que residen en las zonas donde se vivió la guerra con mayor intensidad. SEMANA: ¿Su mayor logro como ministro?G.R.: Haber sacado adelante la ley estatutaria que desarrolló la JEP.SEMANA: ¿Su mayor frustración?G.R,: Haber tenido que contribuir a archivar la reforma política porque su texto lo hizo trizas un sector político que se aprovechó de su poder transitorio en una de las cámaras y que prefirió que las reglas del sistema electoral no se modificaran para que las cosas siguieran como están en esta materia.SEMANA: ¿Se refiere a Cambio Radical?G.R.: El representante Rodrigo Lara ejerció como presidente de la Cámara mientras se discutió la reforma política. SEMANA: ¿Que viene para las circunscripciones de paz?G.R: Que los jueces, en última instancia, ojalá pronto, diriman la controversia de interpretación del reglamento del congreso que tenemos con las directivas de esa institución. Acataremos lo que digan los jueces como corresponde a un gobierno respetuoso del Estado de derecho.SEMANA: ¿Cuántas horas al día trabajó en promedio durante el ‘fast track‘?G.R.: Como ministro dormí en promedio 3 horas diarias, calcule usted el número de horas de trabajo que le dediqué a la agenda legislativa. Por fortuna mi hijo y esposa han sido un permanente apoyo en este reto que ha sido, sin duda, el más grande de mi vida profesional.SEMANA: ¿Cuál es el reto del ministro del Interior en 2018?G.R.: Liderar la actuación de todas las instituciones para garantizar la vida e integridad de los lideres sociales y defensores de derechos humanos que viven en las zonas que en el pasado vivieron el horror del conflicto armado.SEMANA: ¿Qué va a hacer el 7 de agosto cuando se posesione el próximo gobierno?G.R.: Descansar y desearle suerte al próximo presidente.