Julia Miranda Londoño es de los colombianos que más sabe de cambio climático, biodiversidad y protección del medioambiente. Como abogada de la Universidad Javeriana con Especialización en Derecho Ambiental del Externado, ha ocupado los más importantes cargos del sector: desde la dirección ambiental del IDU y el Dama en Bogotá, hasta la Coordinación de la Red Latinoamericana de Parques Nacionales, entre otros.Desde 2004 es la directora de Parques Nacionales y a su cargo está la protección de 15 millones de hectáreas de bosque natural -13 por ciento del territorio nacional- a través del Sistema Nacional de A´reas Protegidas de Colombia.Por ello, no oculta la gravedad que implica la deforestación en varios de los 59 parques nacionales naturales que tiene el país.Puede leer: “Por primera vez la deforestación ocupa un lugar protagónico en la agenda institucional"SEMANA:¿Cuál es la situación de deforestación en los parques nacionales?Julia Miranda:Tenemos una situación muy grave, sobre todo en el área de manejo especial de La Macarena, especialmente en los Parques Macarena, Tinigua y Picachos, también tenemos deforestación grave en el parque La Paya, en el Parque Paramillo, en el Parque Nukak, donde la situación de orden público coincide con esta deforestación y donde muchos funcionarios de Parques Nacionales se encuentran amenazados y no hemos podido frenar una deforestación que avanza a un ritmo impresionante.Un ejemplo, en el Parque Tinigua (Meta) solamente en dos meses nos deforestaron 5.400 hectáreas. Es una situación muy grave. Una alianza como esta (la Gran Alianza contra la Deforestación), la iniciativa del Ministerio de Ambiente con el apoyo del señor presidente de unir esfuerzos entre las instituciones, el Ejército, la Fiscalía, más las autoridades ambientales, es urgente para diseñar estrategias reales contra la deforestación.SEMANA: ¿Esta situación es de todos los parques nacionales?J.M.: No en todos, pero sí en los que ya le mencioné. El Sistema de Parques Nacionales está en muy buen estado de conservación, estamos con más de 15 millones de hectáreas, pero tenemos esa afectación en un millón de hectáreas, diría yo. De tal manera que los parques, que son el tesoro de los colombianos, las áreas protegidas que deben ser el tesoro de los colombianos, están viéndose afectadas, necesitamos que todos nos ayuden a preservarlos.Le recomendamos: Bomba Estéreo y Systema Solar, la gran alianza contra la deforestaciónSEMANA: ¿Qué hace falta para frenar la deforestación?J.M.: Muy claramente se han identificado las causas: el acaparamiento de tierras es una de ellas, hay que saber quiénes están detrás de esa intención de acaparar las tierras; la ganadería ilegal, hay que frenar ese flagelo, y todo el ilícito que va detrás de esto. ¿Qué se necesita? Acción decidida en operativos para frenarla, pero también las acciones de inteligencia para identificar los responsables y judicializarlos.SEMANA: ¿Cómo lograr que una iniciativa como esta sea de largo plazo?J.M.: Es muy importante lo que la revista SEMANA puede ofrecer: sensibilización a la sociedad, información a la sociedad, debe haber como en otros países del mundo, un rechazo total a que un árbol sea talado en un área protegida. Usted encuentra que en Costa Rica, por ejemplo, a nadie se le pasa por la cabeza entrar a un área protegida a talar un árbol porque sabe que le cae no solo todo el peso de la ley sino el rechazo de la sociedad.Le sugerimos: Nace la Gran Alianza contra la Deforestación, una apuesta por el bosqueSEMANA: ¿De qué manera se puede sensibilizar a la ciudadanía sobre este flagelo?J.M.: De muchas maneras. El control a la madera ilegal, por ejemplo, saber que lo que compramos no viene de un bosque natural que está protegido; que no haya ganadería en las áreas protegidas, la ganadería y los pastos para el ganado son hoy la mayor amenaza que tienen las áreas protegidas.Si bien tenemos unas 6.000 hectáreas sembradas con hoja de coca, y nos preocupa, tenemos cientos de miles de hectáreas con pastos y ganados ilegales en las áreas protegidas. Esta ganadería es ilegal, está causando una degradación terrible, y tenemos que ser conscientes no solo en las ciudades sino en las áreas rurales del grave problema que esto genera, que estamos contribuyendo gravemente al calentamiento global y al cambio climático.Esto las comunidades locales no lo tienen tan claro, hay que seguir comunicando, solo comunicando y sensibilizando a la población se podrá tener una alternativa de largo plazo.SEMANA: ¿La lucha contra la deforestación debe seguir siendo una política de Estado?J.M.: Es totalmente necesario, la problemática es grave, está diagnosticada y se necesitan más medidas de largo plazo. Necesitamos escuchar cuáles son las propuestas de quienes están aspirando a la Presidencia de la República para proteger nuestros bosques, para acabar la deforestación, y su compromiso frente al cambio climático.