Luego de intensos operativos en la selva tumaqueña del Pacífico nariñense, las autoridades, en conjunto con la DEA, lograron la captura de 12 integrantes de la columna disidente Oliver Sinisterra, grupo residual del Frente 30 de las extintas FARC.
Los capturados tenían en su poder 10 fusiles calibre 5.56 y munición, 2 pistolas calibre 9 milímetros, 51 proveedores para fusil, dos proveedores para pistola 9 milímetros, abundante munición, culatines para fusil, chalecos multipropósito, equipos de comunicación y pasta básica de coca.
Ocho de los procesados fueron capturados durante diligencias de registro y allanamiento a las viviendas donde residían, y cuatro más en un operativo realizado por servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y soldados de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules del Ejército Nacional.
También fueron rescatados dos menores de 15 y 17 años, quienes habrían sido reclutados a la fuerza por un miembro de este grupo residual.
Con esa evidencia presentada por la Fiscalía, un juez penal municipal de Tumaco, con funciones de control de garantías, dictó medida de aseguramiento contra los 12 sujetos.
Los cobijados con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario son: Jesús Garcés Manguillo, Lewin Alinson Espinoza Muñoz, Luis Elvin Angulo Vallecilla, Ángelo Ramírez Quiñones, Yurneir Churta Obregón, Elías Díaz Cortés, Brayan Estiven Iles Encinales, Euder Humberto Galeano Andrade, Elián Fernando Polo Garzón, Saúl Alejandro Mejía Inbachi y Herner Vanegas Rojas.
Por otra parte, Yesica Alejandra Malla Valderrama fue afectada con medida de aseguramiento en el lugar de residencia.
La Fiscalía les imputó cargos a estas personas por su presunta coautoría en los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo y restringido de las Fuerzas Armadas o explosivos, a los cuales no se allanaron.
Aumentan recompensa por disidentes
Los fuertes casos de violencia en el centro y norte del Valle del Cauca no habían llegado a niveles tan altos y preocupantes desde los días en que esta región era escenario de disputas a muerte y sufrimiento entre los conocidos carteles de narcotraficantes. Ahora, la realidad parece retornar a esos tiempos de miedo y deja en el aire la sensación de que la muerte se pasea de manera atemorizante por los lugares que se habían constituido como lugares de paz desde hace varios años.
El Valle del Cauca asiste al crecimiento de una estructura criminal. Se trata de la columna móvil disidente Adán Izquierdo, que en su mayoría está conformada por excombatientes de las FARC que nunca se acogieron al Acuerdo de Paz. Este grupo forma parte del Comando Organizador de Occidente, la agrupación criminal que tiene como cabezas visibles a ‘Iván Mordisco’ y ‘Gentil Duarte’, ambos escondidos en lo más profundo de las selvas del sur del país.
El ministro de Defensa Diego Molano puso precio por la información que se le entregue para capturar a alias ‘Oscar’ y ‘Hugo’. “El enemigo del centro del Valle es (la columna) Adán Izquierdo, de las disidencias de las FARC. Aumentamos la recompensa hasta 300 millones por información para capturar a alias ‘Oscar’ y ‘Hugo’”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
En su mensaje, también ratificó que el foco de esta recompensa es liberar de las extorsiones a los habitantes de las zonas rurales del Valle.
A comienzos de 2020, la columna Adán Izquierdo apareció en el Valle del Cauca con acciones puntuales en zona rural de Tuluá, Buga, Sevilla, Bugalagrande y otros municipios del centro del departamento. Fueron ellos los causantes del asesinato de cinco jovencitos en una finca de Buga en enero pasado. El ataque se produjo, según inteligencia militar, por la negativa del pago de extorsión del papá de una de las víctimas.