Jueces de control de garantías enviaron a la cárcel tres presuntos integrantes de las disidencias de las Farc, a quienes se atribuyen distintos hechos delictivos en Guaviare, Putumayo y Cauca.
El primero de los judicializados es Wilson Bermúdez Mosquera, alias Botalón, presunto integrante de la estructura conocida como Jorge Briceño Suárez, que tiene injerencia en el oriente del país.
Alias Botalón fue capturado en procedimiento realizado por el Ejército Nacional y la Policía Nacional en El Retorno (Guaviare). Durante la detención fueron incautadas pistolas y escopetas, cartuchos, cordón detonante, explosivos, radios de comunicaciones, computadores portátiles, panfletos alusivos a las disidencias de las Farc y pasta de base de coca, entre otros elementos.
De acuerdo con la Fiscalía, el sujeto fue imputado por los delitos de utilización ilegal de uniformes e insignias agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos agravado; y concierto para delinquir agravado.
Otra de las judicializadas es Ana María Lugo Perdomo, alias La Mona o Valentina, presunta integrante del grupo criminal autodenominado Comandos Bolivarianos de Frontera, cuya zona de injerencia es Putumayo.
Alias La Mona fue imputada por los delitos de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado; y concierto para delinquir agravado.
El tercer judicializado es Yohalber Lozada Tabares, alias Jaramillo, uno de los señalados cabecillas de la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc.
“El material de prueba da cuenta de que este hombre, al parecer, promovía varias acciones ilícitas en Patía, Argelia, López de Micay y El Tambo (Cauca). ‘Jaramillo’ fue imputado por el delito de concierto para delinquir agravado”, señaló la Fiscalía.
Destruyen dos minas ilegales de oro que le generaban millonarios ingresos a disidencia de las Farc en Buenaventura
La minería ilegal es una de las principales fuentes de ingreso de la disidencia Jaime Martínez en el Valle del Cauca. La extracción y comercialización de estos recursos deja cuantiosas ganancias con las que financian en buena medida sus actividades ilegales; por eso, las autoridades procuran golpear estos negocios.
En esa línea, la Fuerza Naval del Pacífico de la Armada dio a conocer un duro golpe asestado a este grupo delincuencial, en jurisdicción de Buenaventura, con la destrucción de dos minas de oro que generaban millonarios ingresos mensuales. El hallazgo se efectuó en el sector rural de Zaragoza, a unos 30 kilómetros del casco urbano del distrito portuario.
En el lugar fueron encontradas y destruidas de manera controlada dos máquinas clasificadoras de minerales artesanales, dos máquinas excavadoras, cuatro motores industriales y tres motores tipo motobomba. De igual manera, hallaron una escopeta calibre 12, una pistola, munición de diferentes calibres y dos equipos de comunicación, elementos que quedaron incautados.
Este operativo contra la disidencia Jaime Martínez, que no dejó ninguna captura, lo adelantaron miembros de la Armada, el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
Las autoridades tasaron en 956 millones de pesos el valor de los elementos usados en las minas ilegales de oro y en más de 91 millones de pesos mensuales los ingresos obtenidos de la venta del material precioso extraído.
El daño ambiental causado por la disidencia con estas minas ilegales es grande, pues se estima que al menos cinco hectáreas fueron deforestadas. Esta laceración se suma al vertimiento indiscriminado de elementos tóxicos como el mercurio que afectan no solo el agua, sino también la fauna y la flora.
En lo corrido de este año, la Armada ha destruido al menos ocho minas ilegales en el litoral Pacífico.