Reapareció Aura Restrepo, la expareja sentimental de Gilberto Rodríguez Orejuela, el capo del Cartel del Cali.
La mujer, quien protagonizó una relación en la clandestinidad durante ocho años con uno de los narcos más reconocidos del país, y que hoy tiene una vida alejada de su pasado, cuestionó el papel del expresidente Ernesto Samper a la hora de hablar de corrupción, moral y narcotráfico.
Aura, administradora de empresas y madre de tres hijos, que nada tuvieron que ver con el narco, se molestó porque Samper dijo a través de Twitter: “El país espera explicaciones urgentes de Federico Gutiérrez sobre sus vínculos con la Oficina de Envigado a través del señor Villegas, son definitivas para evaluar sus niveles de competencia ética y lo que podía esperarse de su manejo de las organizaciones criminales”.
Restrepo le dijo a SEMANA que no es la primera vez que ella controvierte al expresidente. “Lo hago cada vez que veo sus publicaciones, especialmente cuando tienen que ver con esa posición hipócrita de hacerse pasar como un santo y no. Para mí Samper es la personificación de la corrupción en Colombia, todo lo que no debería ser”, dijo.
Señaló que es difícil quedarse callada ante la moralidad de Samper a través de sus redes sociales.
“Atacar a un candidato presidencial diciendo que es de la Oficina de Envigado, cuando Samper recibió dinero del Cartel de Cali, de todos los carteles, del Norte del Valle, recibió millones de dólares. Eso es vulgar, no tiene ninguna presentación que él publique ese tipo de trinos”, destacó.
“Los Rodríguez Orejuela mandaban y mandaban millones a los diferentes políticos, una campaña presidencial no se mueve solamente enviándole al candidato. Hay que mandarle a los líderes regionales, a los locales, mandaban publicidad, camisetas, afiches. A Santiago Medina le entregaron cinco cajas, cada una con un millón de dólares envueltas en papel de regalo”, dijo.
“Yo escuché a Gilberto Rodríguez hablar con Samper por teléfono, vi cajas de dólares enviadas para su campaña, sé de los compromisos que adquirió y no pudo cumplir”, añadió.
Por eso, después de más de dos décadas, Aura califica a Samper como una de las personas más fastidiosas a la hora de leer.
“Solo verlo, leerlo, escucharlo, es una tortura. ¿Cómo puede una persona seguir con ese cinismo y seguir negando lo que es evidente y lo que sabe todo el mundo? Me parece demasiado descarado”, dijo.
Pero ¿por qué ese nivel de rabia contra Samper? Ella aclara que no es contra él sino con su “descaro, mentira y cinismo”.
“No es porque él no haya cumplido con los compromisos, de hecho yo pagué cárcel y a Gilberto Rodríguez le decían que si él declaraba contra Samper a mí me liberaban. A mí no me pasaba por la mente que él fuera a hacer eso, es imposible que lo hiciera porque si lo hacía ellos eran los primeros perjudicados. No era eso. El problema es que Samper sea tan descarado de seguir negando y hablando de moral”.
Por eso, cree que el expresidente liberal debería retirarse de la política y aislarse de la opinión pública. “¿Cómo puede seguir dando la cara y hablando de narcotráfico?”, se preguntó.
Aura reiteró que nunca vio a Samper con los Rodríguez Orejuela porque ella apenas conoció a Gilberto, su “gran amor”-como lo recuerda-, tuvieron que esconderse porque se impuso la extradición contra los narcotraficantes.
“Los políticos que veíamos era los intermediarios, entre ellos, Santiago Medina”, sostuvo.
Medina, por ejemplo, fue usado por Gilberto Rodríguez Orejuela como jurado en el Reinado Nacional del Turismo en 1998 para que Aura, quien competía en dicho certamen, perdiera.
La estrategia del capo era que Medina evitara que su amada novia quedara de reina porque tendría que viajar a Tailandia, una idea impensable para el narcotraficante, en la época enamorado de la esbelta mujer. Aura quedó de princesa.
La mujer que acompañó en la clandestinidad al capo y que poco o nada disfrutó del dinero porque no tenía la libertad para las excentricidades se separó hace siete meses y hoy intenta emprender en un negocio de comidas en el centro del país.
Además, mezcla su tiempo en escribir su segundo libro sobre las mujeres del narcotráfico, además de otras historias que le quedaron pendientes en su primer texto titulado ‘Ya no quiero callar’.
Desde que quedó en libertad, Restrepo cuenta que no ha vuelto a hablar con Gilberto Rodríguez Orejuela.
Ella le envió un video a la cárcel colombiana donde él estuvo antes de ser extraditado a Estados Unidos. Él le pidió que lo visitara, pero ella ya estaba embarazada. El encuentro quedó pendiente con el único objetivo de sanar las heridas.
Aura cree que Gilberto Rodríguez, quien purga una condena en una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos, no quiere saber de ella.
De hecho, en su libro, la mujer confesó que su amor por Gilberto Rodríguez fue tan grande que le fue infiel, en busca de encontrar otro amor que la hiciera olvidar su pasado, salir del desespero en el que estaba y tener una vida tranquila como la que goza actualmente. “No es algo de enorgullecerse, nunca había sido infiel antes ni lo fui después, pero yo necesitaba aferrarme a alguien para ser capaz de dejarlo”.
Sus heridas del pasado no han sanado y le gustaría, algún día, encontrarse con Gilberto Rodríguez en calidad de amiga, cerrar el capítulo y dejar todo atrás. No obstante, será imposible. Restrepo no tiene visa y deberá postergar su intención.
“Fue el amor de mi vida, me enfrenté al mundo por él, a mi familia, me escondí, en plena guerra con Pablo Escobar lo acompañé, eso se hace por amor”, concluyó la mujer en diálogo con SEMANA.