Al afirmar que para acceder a la condición de víctima en el proceso judicial que adelanta la Fiscalía contra el empresario Carlos Mattos no ha logrado “acreditar un daño real, concreto y específico a causa del delito, cualquiera sea su naturaleza”, el Tribunal Superior de Bogotá cerró completamente la puerta a la solicitud del periodista Gonzalo Guillen de ser acogido como víctima.
La figura del periodista Guillén irrumpió de forma sorpresiva en este proceso cuando en el empresario Mattos, al llegar a un principio de oportunidad con la Fiscalía, leyó un comunicado en el que claramente señalaba a Guillén de haber participado de una confabulación, con sus publicaciones, para afectar la imagen de la Fiscalía y del fiscal Néstor Humberto Martínez. Plan para el cual además, señala la acusación, habría recibido dinero.
El argumento de Guillen, plasmado en la sentencia, “considera que Carlos José Mattos Barrero emitió un comunicado a la opinión pública en el que no solo acepta su responsabilidad en los hechos objeto de acusación (manipulación del reparto de su caso), sino que, además, señaló a Guillén como la persona a quien le pagó una suma de dinero con la finalidad de poner en tela de juicio la credibilidad de los funcionarios de la Fiscalía General de la Nación (FGN) que lo investigaban, causándole un perjuicio a su reconocimiento y buen nombre por cuanto esto fue transmitido por los medios de comunicación nacionales e internacionales”.
Pese a este argumento, según el Tribunal Superior de Bogotá consideró que no había cómo probar la afectación. Y siendo más específica, la decisión señala que no hay relación alguna entre el motivo por el cual está siendo procesado Mattos que es por haber entrado de forma ilegal al sistema de reparto de casos, para que le llegara a un juez que fallaría a su favor. Esto, no tiene ninguna relación con los sobornos que presuntamente había recibido Guillén y así lo explica la sentencia.
“Fíjese que el origen del presunto daño causado a Gonzalo Guillén y a la Fundación La Nueva Prensa son unos señalamientos expresados por Carlos Mattos, lo que significa que no guarda relación alguna con los hechos que originaron esta actuación, concretamente, el acceso irregular al sistema de reparto de los Juzgado Civiles del Circuito de Bogotá con la finalidad de dirigir una demanda a un determinado despacho judicial, cuyos servidores ya estaban al tanto para emitir unas medidas cautelares a cambio de unas sumas de dinero”.
No obstante, el Tribunal aclaró que no la decisión no quiere decir que no haya una eventual afectación de la imagen de Guillén con el señalamiento de Mattos de la presunta entrega de sobornos para desprestigiar la FGN, pero advirtió que este no es el escenario para constituirse en víctima, porque el proceso contra el empresario es por otros hecho. Así las cosas advirtió al periodista que hay otros escenarios judiciales, acorde con la ley, para defenderse de los señalamientos.
“Si bien es cierto, la incriminación efectuada por Mattos en su misiva puede llegar a perjudicar a la persona natural y jurídica que pretenden ser reconocidas como víctimas dentro de este asunto, tales circunstancias deben debatirse o ventilarse en escenarios distintos a este diligenciamiento, más cuando se pretende involucrar a otras personas que nada tienen que ver en este proceso o, por lo menos, no fueron vinculadas”, advierte la decisión.
Mattos enfrenta un proceso penal por haber enviado millonarios sobornos a funcionarios y empleados de la Rama Judicial para que direccionaran la demanda que había presentado y con la cual buscaban que se le otorgaran medidas cautelares para vender vehículos de la marca coreana Hyundai en Colombia.
La demanda fue direccionada para que llegara directamente al despacho del juez sexto civil de Bogotá, Reynaldo Huertas, quien definió en tiempo récord la petición.
Mediante un preacuerdo, Mattos reconoció su participación en los delitos de utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático. Para reparar los daños, ofreció una reparación de dos millones de dólares para la Rama Judicial y la Fiscalía General,
Mattos se encuentra actualmente en la cárcel La Picota de Bogotá. En el otro proceso que se le adelanta por haberle enviado 100 millones de pesos en efectivo a la jueza 16 civil municipal de Bogotá, Carmen Ligia Hernández, el empresario también firmó un preacuerdo por el delito de cohecho (entrega de sobornos).