El presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, respondió este jueves a lo dicho por el exgerente del Fondo Ganadero de Córdoba, Benito Osorio, en su declaración ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), en donde deberá probar lo que afirmó sobre presuntos nexos con paramilitares, en los que involucró a otras personalidades.

De acuerdo con Lafaurie, estas afirmaciones habían hecho eco hace diez años ante Justicia y Paz, en donde aseguraron que había cometido estos actos para buscar favorecimientos por parte de señalados criminales, y desde ese mismo momento la credibilidad de Osorio fue desestimada, por lo que terminó condenado a 19 años de prisión.

Es importante destacar que Osorio aceptó en diligencia judicial que padece de “trastorno afectivo bipolar que permanentemente me derrota”. Además, habrá que resaltar que solo un sociópata confiesa, como si nada, que “…yo tenía como que un ánimo de pirómano. Me gustaba ver la candela sobre esas chozas donde vivían los campesinos”.

En cuanto a las declaraciones de Osorio sobre su presunta participación como enlace para que Salvatore Mancuso presionara en la Corte Suprema de Justicia en la elección de Mario Iguarán como fiscal general de la Nación, el presidente ejecutivo de Fedegán hizo las siguientes precisiones:

1. Mario Iguarán fue elegido fiscal con 17 votos sobre un total de 23. No solo es delirante sugerir que Mancuso tuviera semejante control sobre la Corte Suprema, sino una calumnia contra la corporación y contra cada uno de los 17 magistrados que Osorio pone automáticamente bajo sospecha. El solo pensar que magistrados ilustres como Jaime Arrubla Paucar y Carlos Ignacio Jaramillo Jaramillo, de la Sala Civil de la CSJ; o Álvaro Orlando Pérez Pinzón, Alfredo Gómez Quintero, Édgar Lombana Trujillo, Jorge Luis Quintero Milanés y Yesid Ramírez Bastidas, de la Sala Penal de la CSJ, que entonces y hoy gozan de incuestionable reputación, fueran sujetos de presión por parte de Mancuso, debe causar repudio por parte de la sociedad.

2. No se puede olvidar que varios de esos magistrados, supuestamente bajo el control de Mancuso, fueron los mismos que durante los años siguientes profirieron las más duras sentencias contra paramilitares y parapolíticos.

3. La composición de la Corte Suprema era de dominio público y si el señor Mancuso tenía tanto poder sobre ella, como sugiere la delirante declaración de Osorio, pues él bien sabría sobre quién ejercerlo, lo cual, reitero, tan solo es una infamia.

4. No es extraña la confirmación de Mancuso a las patrañas de Osorio ante la JEP, pues ya lo hicieron hace diez años ante Justicia y Paz, pero al contrario. No se puede olvidar que Osorio es testaferro confeso de Mancuso y concertó con él para delinquir en la escalada de desplazamiento y robo de tierras en Urabá entre 1997 y 1998. En 2012 fueron las declaraciones de Mancuso, desde una prisión en Miami, las que generaron este infundio, que su testaferro se apresuró a corroborar desde una cárcel en Colombia.

5. Desde que uso correo electrónico y teléfono celular, nunca he cambiado la cuenta del primero ni el número del segundo. No tengo cuentas ni números ocultos.

6. Finalmente, es indudable que hay un trasfondo político detrás de estas “oportunas” declaraciones, las cuales, a pesar de ser un “refrito”, como ya las calificó el exfiscal general Mario Iguarán, están siendo levantadas por la izquierda, en plena campaña electoral, como bandera mediática en las redes, no solo como parte de su objetivo de siempre, de estigmatizar al gremio ganadero, sino para enlodar con infamias la campaña de María Fernanda Cabal al Senado de la República. La izquierda no descansa.

7. El país no puede pasar por alto que ahora el “nuevo mejor amigo” de Timochenko es Mancuso.