Todo comenzó en medio de una sesión en el Concejo de Medellín en la que se le daba la bienvenida a la nueva secretaria de Cultura, Lina Botero. En un debate en el que supuestamente se analizaban los avances y pendientes de esa cartera en políticas pública de la ciudad, el concejal Santiago Jaramillo, del Centro Democrático, sorprendió con una intervención que parecía más un performance que una ponencia.Salido de casillas, y pasando de la furia a la risa en un estado de hilaridad no conocido, habló de amenazas, escoltas, de un bloque de búsqueda y hasta de la finca que tuvo que vender para hacer su campaña política. “…Porque Juan Manuel Santos me desmontó el esquema de seguridad… Oiga, doctor, quiébreme la nalga que mañana voy a tener, patrióticamente, medellinenses que me van a acompañar a denunciarlo a usted para que el señor alcalde implemente cuanto antes un bloque de búsqueda y un plantel contra vacunas (…) Para que la lacra se vea intimidado”.Cuando dijo "intimidado", se refería al concejal Bernardo Alejandro Guerra, a quien llamó “Berny” con notable sarcasmo y a quien acusó de “maltratar mujeres” y exigir escoltas “maltratando generales de la Policía”.No está loco, es concejal del @CeDemocratico por Medellín. pic.twitter.com/E99NWcGV0H— Jorge Laporte (@Laporterestrepo) 4 de octubre de 2017No es la primera vez que el concejal Jaramillo queda en el foco de las críticas en redes sociales. El año pasado publicó en Twitter una foto en plena sesión del Concejo. Él llevaba una camiseta del Atlético Nacional, entonces dijo: “Detrás todos los concejales cumpliendo con el debate sobre pagadiario y yo pensando en Atlético Nacional. ¡Inevitable!”. La avalancha de críticas no se hizo esperar, pero el concejal ha demostrado que no le importa lo que digan de sus intervenciones públicas y en las redes sociales.