La histórica decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de no acceder a las pretenciones de Nicaragua sobre la expansión de su plataforma continental ha desatado una ola de reacciones, entre ellas la del gobernador encargado de San Andrés, Juan Enrique Archibold.
El funcionario celebró que la CIJ haya decidido, por amplia mayoría (13 votos contra 4), darle la razón a Colombia en el litigio y darle fin a una disputa que empezó hace más de 20 años.
“La principal implicación para nosotros es permanecer en aguas colombianas, poder salir a pescar en aguas colombianas, poder desplazarnos en aguas colombianas, poder sobrevolar sin tener que pasar por territorio nicaragüense, lo cual suponía una gran complicación, porque hubiéramos quedado enclavados con solo 12 millas alrededor”, explicó Archibold.
El gobernador encargado continuó en esa misma línea: “que la Corte no haya accedido a las pretensiones de Nicaragua es muy importante para nosotros, pues mantenemos nuestro espacio, nuestro maritorio, nuestra reserva de biosfera, que son 350.000 kilómetros protegidos por Colombia, que se hubieran podido ver afectados en manos de Nicaragua”.
Archibold expresó que, tras la decisión, empiecen a cerrarse las brechas entre países que el litigio abrió,
“Es un gran triunfo. Cesar el litigio hará que se puedan recuperar los lazos de hermandad. Hay que recordar que toda la mosquitia nicaragüense en algún momento fue colombiana y que las familias se dividieron y los que un día fueron colombianos al día siguiente eran nicaragüenses, y a partir de ahí empiezan a darse una seria de eventos que nos dividieron más”, expuso.
Y añadió: “Somos un solo pueblo raizal y creole que se esparce hasta Costa Rica y Panamá. La idea es empezar a retomar esos lazos de hermandad entre los pueblos centroamericanos con el archipiélago porque ellos son nuestros vecinos más cercanos”.
El gobernador encargado cerró afirmando que el archipiélago no debe ser entendido como el espacio donde empieza Colombia, sino como el sitio donde Colombia se abre hacia el Caribe.
Por su parte, Juan Ramírez Dawkins, defensor de derechos de raizales, consideró que la decisión de La Haya les va a permitir a los habitantes del archipiélago, principalmente a los pescadores y al Gobierno repensar las políticas sobre la explotación de los recursos marinos
“Es momento de sentarnos con el Gobierno. Si la autonomía territorial hubiera sido reconocida por el Gobierno, nada de esto habría pasado. Necesitamos una nueva conversación y una nueva política de desarrollo social (...). Se deben corregir todos los errores del Estado cometidos en el archipiélago porque todos se benefician, menos los raizales”, afirmó.
La decisión de la CIJ
En su decisión, la Corte explicó que muy pocos países en el mundo han tenido una pretensión semejante, de ganar territorio por medio de ampliar la plataforma continental. La presentación de la decisión la hizo Joan Donoghue, presidenta de la Corte Internacional de Justicia.
La jurista hizo una extensa explicación jurídica sobre los derechos que tienen los estados sobre el mar y los casos que se han presentado en esa jurisdicción sobre el particular. La presentación de la corte fue ecuánime y varias veces aseguró que Nicaragua no tenía razón en sus pretensiones.
En resumen, se podría decir que Colombia ganó todo y Nicaragua perdió todo. La decisión se dio por una mayoría muy grande. En casi todas las pretensiones, Colombia ganó con 13 votos contra 4.
El primero tenía que ver con la hipótesis de Nicaragua de marcar el límite marítimo de la plataforma continental extendida. El segundo, con declarar que las Islas de San Andrés y Providencia tienen una plataforma limitada. Estos dos puntos tuvieron una mayoría de 13 contra 4.
El tercero tenía que ver con limitar los espacios marítimos de Serrana, Serranilla y Bajo Nuevo. Allí, Nicaragua había dicho que Serranía, Bajo nuevo y Serrana no generan derechos territoriales, pero la Corte dijo que Colombia sí tiene soberanía sobre estas. Sobre esto último, la corte votó 12 a favor y 5 en contra.