Tras varios años de lucha, este jueves 4 de agosto el presidente Duque sancionó la ley 2231, conocida también como Ley de patrimonio espeleológico del país. Motivo de celebración para la comunidad científica, espeleológica, y en general de todo el país, ya que ahora las cavernas serán protegidas en conjunto con los recursos hídricos, históricos, de fauna, entre otros que sobreviven en estos ecosistemas.

Ante la noticia, el exsenador Iván Agudelo, uno de los promotores de la ley en el Congreso confirmó para SEMANA su gratitud y felicidad con respecto a la sentencia presidencial, ya que formaba parte de sus trabajos de la legislaturas pasadas, y que además estuvo a punto de ser archivada por el Ministerio de Minas y Energía.

“Para mí es un momento de gran satisfacción ver que en mi paso por el Congreso dejé importantes leyes para el futuro de la ciencia, el medio ambiente y la educación del país”, expresó el exsenador, haciendo referencia a su trabajo con la comunidad científica y los proyectos que impulsó en el órgano legislativo.

“Con la Ley de protección del patrimonio espeleológico cierro un ciclo de 12 años, en los cuales me la jugué por trabajar de la mano de la ciencia. Con profunda convicción de que legislar debe servir como herramienta de transformación social y de protección de las riquezas que tenemos y que no hemos sabido valorar”, resaltó Agudelo, haciendo énfasis en la importancia que tiene la protección de las cavernas, donde además conservar ecosistemas complejos y únicos, también son fuentes de estudio paleontológico y memoria patrimonial prehispánica colombiana.

Y agregó: “En segundo lugar, para el país representa contar finalmente con una legislación que permite articular una política pública integral que proteja esa Colombia subterránea donde tenemos nuestras más grandes reservas acuíferas, pero además donde existe una diversidad biológica y ecológica inimaginable”, acotando para este medio la relevancia de la ley hoy sancionada.

Por su parte, el espeleólogo Ferney Vásquez, quien desde hace poco más de cinco años está ejerciendo la práctica en uno de los municipios con más cavernas del país, el Peñón, Santander, explicó a SEMANA la alegría con la que se recibió la sanción de ley, así como las aspiraciones que se tienen con respecto al futuro de estos ecosistemas en el país.

“Es algo que se estaba esperando hace mucho tiempo... Es una gran alegría para las personas como nosotros que nos gusta visitar lo subterráneo”, comenzó resaltando Vásquez, indicando que desde hace varios años que se venía necesitando una protección a los ecosistemas, por lo que la ley sería un triunfo que apenas inicia.

“Uno espera y aspira que a esta ley le inyecten fondos, porque si no tiene fondos para poder ejecutarse seguramente va a terminar en ese archivo grande que tiene el congreso de que se intentó, pero del intento no quedan buenos resultados”, continuó agregando el espeleólogo sobre la necesidad de que se ejecute prontamente la normativa y que no se quede solamente como una “buena intención”.

En ese sentido, una de las acotaciones importantes que hizo Vásquez para este medio fue insistir en la necesidad de que la ley sea difundida a las comunidades que afecta directamente, ya que las personas que habitan en las regiones donde hay cavernas también son las directamente encargadas de cuidar los ecosistemas y el terreno.

Además de esto, haciendo referencia a la vinculación del Ministerio de Turismo en la normativa, con el cual se espera que algunos de estos importantes lugares para el país se conviertan en zonas activas de turismo y provecho económico, Vásquez resaltó que dentro de la comunidad se ha diferenciado algunas de las cavernas que tendrían un destino turístico, mientras que otras se guardarían especialmente para trabajos científicos y protección nacional.

“No explotar todas las cuevas turísticamente porque no es necesario, y tampoco es beneficioso para el ecosistema... Escojan tales para turismo, tales para estudios científicos, porque es que todas las cuevas no se pueden usar para turismo ya que se llegarían a degradar y son ecosistemas muy frágiles”, indicó Vásquez, quien actualmente también se encuentra apoyando una red de jóvenes del municipio que han despertado la pasión por la espeleología.