El presidente Juan Manuel Santos puso en la mañana de este martes un debate que seguramente será candente: ¿El narcotráfico o los beneficios por el narcotráfico pueden tener alcance de delitos políticos? Y si es así, ¿para qué entrar en esta discusión? Sencillamente porque es evidente que en su accionar delictivo las FARC han participado directa e indirectamente en este ilícito y si se va a firmar un acuerdo de paz con esa guerrilla, hay que buscar una herramienta jurídica para blindar a los miembros de esta organización. Ese será uno de los sapos más difíciles de tragar por el país en la búsqueda de la paz. ¿Por qué? Por toda la historia de dolor y de impacto que el narcotráfico representa para la sociedad. Santos, quien está mañana estuvo en la cabina de RCN La Radio, dijo que “se va requerir ampliar ese concepto de delito político y sobre todo los delitos conexos”. Para el mandatario, “vamos a tener que ser un poquito más flexibles” y por eso hay que analizar que entre la posibilidades de ampliar el delito político “puede ser narcotráfico o beneficio del narcotráfico”. Eso sí, el presidente fue categórico al precisar que esta idea debe ser aprobada o rechazada por el Congreso de la República, en donde desde ya se adelanta una segura oposición del Centro Democrático, colectividad liderada por el expresidente Álvaro Uribe. “Le creo al general” En la conversación con RCN La Radio, Santos tocó otros temas sensibles de la actualidad como son el secuestro, la liberación y la salida del Ejército Nacional del general Rubén Darío Alzate. Santos reconoció la brillante carrera del oficial y dijo que le cree su versión. Afirmó que “él acudió a pedir la baja por el honor militar y yo creo que eso es loable y respetable ( …) por eso se le aceptó su renuncia y sale con los honores propios de su cargo”. En la charla, el presidente se refirió a los riesgos que corrió el general en Chocó, al ir de civil y violando los protocolos de seguridad. Para Santos es claro que Alzate “se equivocó y por eso pidió la baja”. Agregó que el episodio termina con lo que dijo el general Alzate y la aceptación por parte suya del retiro que solicitó públicamente. Al preguntársele sobre el impacto de este hecho en las negociaciones de paz, Santos se mostró optimista. “No creo que el caso del general haya dejado gravemente herida la mesa de negociaciones”, explicó. Dijo que las reuniones de los negociadores en los próximos dos días, cuando se harán evaluación y revisión al proceso, como se hace periódicamente, permitirán avanzar hacia la concreción de los acuerdos lo más pronto posible. Para Santos no hubo una suspensión. “Esto no es ninguna ruptura de nada. Las FARC secuestraron a una civil, como es la abogada Gloria Urrego, y eso era totalmente inaceptable”, anotó. Así mismo, reconoció que autorizó el ingreso al país de dos de los negociadores de las FARC que están en Cuba para facilitar la entrega de los secuestrados. Desescalar el conflicto Santos también señaló que ya se viene discutiendo la posibilidad de ir bajando la intensidad del conflicto. “Hay muchas maneras”, dijo, pero “no voy a entrar en detalles, pero sí se puede y se está trabajando de manera confidencial en la mesa”. Sobre lo que resta para terminar el 2014, Santos se mostró optimista pese a la brevedad del tiempo. “Se está discutiendo –dijo–. Creo que sí puede haber una ronda de conversaciones formales en La Habana antes de terminar el año”, afirmó. El mandatario consideró que uno de los grandes retos es poder transmitir de la mejor forma a la ciudadanía el mensaje sobre lo que se está haciendo dentro del proceso de paz, la razones para hacerlo y los dividendos de la paz. “Lo que hemos podido verificar es que la inmensa mayoría de los colombianos sigue queriendo la paz. Cuando uno les explica cómo sería esa paz, dónde están las líneas rojas, inmediatamente apoyan, y apoyan en forma ferviente”, indicó. “Entonces la gran labor nuestra es poder transmitir mucho mejor al público en general lo que estamos haciendo, por qué lo estamos haciendo y sobre todo los dividendos de la paz: por qué la paz nos va a cambiar la vida para bien a todos los colombianos”, dijo. Señaló que “cuando uno les explica en forma muy sencilla, entonces su apoyo va a incrementarse en forma geométrica”. Lo que se ha avanzado De acuerdo con Santos, en la mesa de conversaciones de La Habana hay dos puntos que se va a comenzar a tratar: víctimas y justicia transicional y el Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR). “El punto de las víctimas: después del último grupo de víctimas que va a ir a La Habana, hay que sentarse a negociar lo que se denomina la justicia transicional: qué hacer con las víctimas, cómo respetarles sus derechos, es un punto fundamental”, detalló. Sobre el punto del DDR, denominado el fin del conflicto, el mandatario indicó que incluye muchas modalidades que se pueden estudiar para ver cómo se hace ese proceso. “Inclusive ya se tomó la decisión de discutir los dos puntos en forma simultánea. Eso es parte del tema en que estamos en este momento, hoy y mañana, estableciendo: cómo es que vamos a hacer estas negociaciones de manera simultánea para poder acelerar el proceso”, sostuvo el jefe de Estado. Adujo que “más que continuar, lo que estamos discutiendo es cómo completar el proceso, cómo terminarlo, porque creo que los procesos tienen sus tiempos y tenemos que meterle el acelerador para poder terminar esto lo más pronto posible”. “Mientras más pronto terminemos, más vidas vamos a salvar, más sufrimiento nos vamos a ahorrar, más víctimas vamos a salvar. De manera que en la medida en que podamos acelerar el proceso, a todo el mundo le va a ir mejor”, puntualizó. Escuchar a Uribe Sobre la propuesta del fiscal general y el expresidente Álvaro Uribe de crear unas zonas especiales para gente del proceso que quiera concentrarse y desmovilizarse en algunas zonas, Santos consideró ideal poder concentrarlas en algunas regiones del país, pero advirtió que falta mucho para llegar allí. “Nunca he estado ajeno a conversar hasta con el propio Uribe sobre temas que son de interés nacional”, precisó. La reforma tributaria El presidente habló de la reforma tributaria y de la economía del país, admitió los efectos negativos de la caída del petróleo y justificó el impuesto a la riqueza. “Es un impuesto (riqueza) que ya está y que termina el 31 de diciembre y lo que estamos es reduciéndolo del 1,5 % al 1,3 %”, subrayó. Agregó que “no estamos poniendo un impuesto nuevo, sí es cierto que iba a desaparecer y lo estamos prorrogando”. Ante la queja de los gremios de que no han sido tenidos en cuenta en la discusión tributaria, Santos respondió que “es increíble que digan que no los han escuchado, si el ministro de Hacienda (Mauricio Cárdenas) se ha reunido con ellos muchas veces y fueron ellos los que lo pidieron (…)”. Afirmó que “sólo lo pagan 50.000 colombianos que tienen un patrimonio superior a mil millones de pesos; 10.000 colombianos y 35.000 empresas son los que pagan”. Agregó que “ese dinero se necesita para que este país sea más justo, para financiar el programa de cero a siempre y toda esta inversión social que nos permita reducir la pobreza”. Sostuvo que “es una reforma tributaria progresiva y justa. Son muy pocos los que van a pagar ese impuesto. Los propios empresarios nos pidieron que hiciéramos lo que estamos haciendo”. Sobre la llamada crisis de precios de los hidrocarburos y su efecto en Colombia, el mandatario afirmó: “La baja en el precio del petróleo nos va a golpear, pero nos golpeará más en el año 2016 en materia de finanzas públicas. En materia de regalías sí nos va a afectar el año entrante”.