Margarita Rosa le dijo no a Íngrid. Se queda con Petro, pero dice que prefiere la derrota a la indignidad.

Margarita Rosa de Francisco se quedará con Gustavo Petro, pero advirtió que ejercerá presión para que no reciba a Luis Pérez en el Pacto Histórico.

La artista respondió a la invitación que Íngrid Betancourt le hizo para que se pasara a la Coalición de Centro Esperanza, donde no hay “ni paracos, ni corruptos ni bandidos”.

La sátira de Íngrid al petrismo tiene que ver con la llegada del exalcalde de Medellín Luis Pérez al Pacto Histórico.

Nace la Coalición Centro Esperanza: Íngrid Betancourt revela los detalles | Foto: Semana Noticias

A Pérez lo responsabilizan de ser uno de los principales responsables de la Operación Orión, en la Comuna 13 de Medellín, a finales de 2002, que habría dejado un saldo de 450 detenciones ilegales, 75 muertos fuera de combate, casi 100 desaparecidos y más de 2.000 desplazados.

El exalcalde que defendía las tesis uribistas entonces se ha defendido diciendo que se trató de un operativo para pacificar la zona.

Sus contradictores lo acusan de haber propiciado la llegada del paramilitarismo a la Comuna 13, con la excusa de erradicar grupos guerrilleros y bandas criminales que se habían tomado el sector.

Ya van casi tres días desde que se supo del aterrizaje de Pérez al Pacto Histórico y la tormenta no cesa.

A la tesis de Margarita Rosa de Francisco, de que es preferible perder las elecciones antes que recibir a líderes de reconocida trayectoria uribista, se sumó el senador Iván Cepeda, muy cercano a Petro.

Adhesión de Luis Pérez al Pacto Histórico de Petro genera dura controversia | Foto: Semana Noticias

Cepeda fue más contundente en uno de sus trinos: “Las elecciones se pueden perder, pero no la coherencia ética”.

Petro ha justificado plenamente la llegada de Pérez diciendo que la unidad es entre contrarios. Incluso con uribistas.

“El Pacto Histórico es entre diferentes, si no, no es Pacto. No estamos construyendo un partido, sino una forma de gobernar donde es imprescindible el acuerdo sobre lo fundamental que garantice realmente los derechos esenciales de las personas”, ha dicho.

Si bien Margarita Rosa no atendió la invitación de Íngrid y se quedará en el Pacto Histórico, lo que sí es cierto es que “el todo vale” por los votos le está costando mucho a Petro, entre sus líderes más allegados, que no le aceptan pasar esos límites morales en la política.

Queda por ver si ese costo político se traslada a las bases, a solo cuatro meses de la consulta.

Este malestar dentro del Pacto Histórico con su jefe podría tener nuevos episodios a la hora de que se divulguen las listas de candidatos al Congreso, pues sus líderes –amplios sectores de opinión– sí están esperando de Petro y su proyecto político una “renovación”.

Pero los anticipos que Petro ha hecho en este sentido no hablan de “renovación”. No son renovación Armando Benedetti y no es renovación Roy Barreras, ambos procedentes de La U, un partido que fue instrumento de poder de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.

Petro está hoy ante el desafío de rechazar a Luis Pérez y cerrar la puerta para que no entre quien quiera al Pacto Histórico, o recibir el rechazo y quién sabe si la ruptura con líderes de la médula de su proyecto político.