El pasado martes 28 de junio, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, se presentaron los resultados del informe de la Comisión de la Verdad. En este documento se consolidan relatos, experiencias y testimonios de las víctimas de la violencia y de delitos relacionados con este flagelo, con el fin de dar un paso crucial para la construcción de la paz en Colombia.

Tras la revelación del documento, algunas de las sugerencias y recomendaciones brindadas para seguir por el camino de la paz han generado varias controversias. Además, algunas de las víctimas de las Farc alegan que no se les tuvo en cuenta a la hora de realizar dicho informe, lo que indica que no se sienten representados con la investigación que se realizó durante cuatro años.

Otro hecho que generó una fuerte polémica fue la ausencia del presidente de la nación, Iván Duque, en el evento. En medio de una entrevista con la directora de SEMANA Vicky Dávila, el mandatario expuso las razones de su ausencia.

“Había una agenda programada hace seis meses. Colombia tenía una participación estratégica en la Cumbre de los Océanos, en Lisboa. Recibimos un mensaje a través de internet, que llegó a la Presidencia, y se sugirió correr el evento un día más. Los miembros de la Comisión expresaron que no. Entonces dijimos: ‘Bueno, sigan adelante con la presentación’, y acordamos que tendríamos una reunión en la Casa de Nariño para recibir formalmente el reporte y así se hizo”.

El mandatario aprovechó para aclarar que la Comisión de la Verdad siempre contó con su respaldo a nivel presupuestal e institucional.

“Siempre es bueno tener memoria. Cuando fui elegido, visité la Comisión de la Verdad. Les dije que contarían con el respaldo presupuestal e institucional para cumplir con su labor y eso fue reconocido por el padre Francisco de Roux. También respaldé, cuando fue necesario, extender el periodo por seis meses más, porque ese reporte estaba previsto para entregarse a finales del año pasado y comienzos de este año”.

Además, puntualizó que los hallazgos y las recomendaciones del reporte deben ser debatidas y son sugerencias con las que se puede estar de acuerdo o en desacuerdo.

“Ya recibimos el reporte, no es vinculante, tiene hallazgos y recomendaciones interesantes para el debate nacional. No son recomendaciones sacrosantas, ni mucho menos estamos hablando de que son cláusulas pétreas. Eso quiere decir que podemos estar de acuerdo o en desacuerdo y tener la posibilidad de no quedarnos en sí, son buenas o malas, si nos gustan o no, sino también hacer sugerencias alternativas”.

Por otra parte, el congresista conservador Jaime Felipe Lozada, secuestrado por las Farc en un asalto armado al edificio Torres de Miraflores en Neiva, el general (r) Luis Mendieta, plagiado en la toma de las Farc en la estación de policía de Mitú en 1998, también se sumó a la ola de críticas que ha desencadenado la revelación de este documento.

“Tengo que manifestar que las víctimas que estuvimos en las jaulas de concentración, los civiles, a los integrantes de la Fuerza Pública que fuimos víctimas por parte de las Farc en el ataque a Mitú, fuimos totalmente excluidos. No fuimos considerados. No se tuvo en cuenta nuestro relato para que quedara esa memoria histórica y para que, a futuro, se dieran pasos agigantados con los victimarios”, dijo el oficial en retiro.

Mendieta manifestó que en el futuro se tiene que pensar en la conformación de una nueva comisión de la verdad que esclarezca de fondo los delitos cometidos por las Farc.

“Pensaría que el informe de la Comisión de la Verdad refleja un trabajo político que hizo la entidad con las Farc. En el informe final quedará faltando la narrativa de las víctimas que fueron ocasionadas por esa guerrilla. Hay algunas excepciones, como Ingrid Betancourt, la única que fue tenida en cuenta en un evento especial”, sostuvo.