SEMANA: ¿qué pesó en su decisión para respaldar a Rodolfo Hernández?
CARLOS AMAYA (C. A.): recuerde que el año pasado, en un debate organizado en SEMANA el 12 de diciembre, Vicky Dávila preguntó qué haríamos cada uno en una posible segunda vuelta en que no hubiera un candidato de la coalición. Yo respondí que si la segunda vuelta era entre Petro y un candidato de la coalición de la Experiencia, yo votaría por Petro, pero que si pasaba eventualmente Petro y Rodolfo, votaría por Rodolfo.
No conocía a Rodolfo de cerca. Por supuesto, por ser vecinos en Santander, sabía que había hecho una muy buena alcaldía porque cuando él fue alcalde yo fui gobernador. El tiempo pasó. Después, sin que nadie se lo esperara, él empezó a crecer en las encuestas y ante tanta presión retomo ese video y digo que en una segunda vuelta, yo estaría con Rodolfo. Se vinieron muchas presiones de amigos míos que están en el petrismo a los que respeto y quiero mucho, muchas llamadas.
SEMANA: ¿pero cuál fue la razón de respaldar a Hernández y no a Gustavo Petro?
C. A.: es que a mí no me parece que Colombia tenga que seguir en esta espiral de divisiones eternas. En los ochenta eran liberales contra los conservadores y había muertos; después fue guerra o paz, uribistas contra santistas, y ahora dicen que o uno es petrista o, si no lo es, es uribista, y no creo eso.
Colombia eligió el 29 de mayo a un outsider de la política, a alguien que no representa a ningún partido político. Recogió firmas y pasó a segunda vuelta.
Ahora es una buena oportunidad para respaldar a un candidato presidencial que puede reconciliar y unir a Colombia.
Creo, genuinamente, que él puede ayudar a pasar la página de esta situación difícil de confrontación que tiene el país. Frente a los argumentos de que si uno está al lado de Rodolfo Hernández, entonces está al lado de los uribistas que votarán por él, yo siempre pongo este ejemplo: la familia de mi esposa es de Córdoba y ha sido uribista muchos años por la situación de la violencia y votó por mí en la consulta. Yo no creo que ellos tengan el pecado de que porque han votado por Uribe no puedan estar al lado mío o de los colombianos que queremos un cambio.
Creo que ellos también tienen derecho a votar por un cambio, hay dos opciones de cambio, yo escojo la del ingeniero Rodolfo Hernández, respetando profundamente a quienes apoyan a Petro.
SEMANA: es decir, los uribistas también tienen derecho a votar por Rodolfo Hernández...
C. A.: son ciudadanos colombianos. ¿Cómo vamos a decir que aquel que haya votado por Uribe no tiene perdón de Dios? Perdón, entonces, ¿alguien que fue guerrillero tiene el perdón de la sociedad colombiana y alguien que fue uribista y no cogió nunca un arma, sino que votó por una idea, no tiene derecho a votar?
Yo creo que ahí sí se están equivocando quienes están polarizando y radicalizando esa discusión. Yo he sido antiuribista en toda mi carrera política, pero no creo que aquí haya que ganar una elección para vengarnos de los uribistas.
Ahora, yo le creo al ingeniero cuando dice que no hará acuerdos ni alianzas. Y no lo ha hecho con nadie. Lo apoyo sin ninguna alianza y ningún tipo de acuerdo. Yo no he firmado nada con él.
SEMANA: ¿cómo fue su dilema el fin de semana? Sergio Fajardo, Juan Fernando Cristo y Jorge Enrique Robledo se apartaron, de momento, de Rodolfo Hernández, pero usted dio el paso al frente…
C. A.: la reunión fue muy buena. Cada preocupación que le manifestamos a Rodolfo Hernández fue bien recibida, fue un encuentro serio, argumentado, con rigor. Había 95 % de afinidad.
Obviamente, el ingeniero no puede firmar un acuerdo o hacer alianza con nadie porque esa fue su bandera de campaña. Yo creo que hay que entenderlo también, es una posición de la campaña, eso no significa que lo que conversamos o las coincidencias que tenemos dejen de existir. Existen.
Yo respeto profundamente la posición de Robledo que decidió votar en blanco, respetaré la decisión que tome Sergio, lo mismo que Juan Fernando Cristo. Son mis amigos y como lo escribí en un trino: hay que dar ejemplo de que uno puede votar distinto y no dejar de ser amigo.
SEMANA: ¿usted cree que hay una opción de cercanía entre Sergio Fajardo y Rodolfo Hernández?
C. A.: yo espero, no pierdo la fe, que él reflexione y anuncie su voto (...). Yo espero que Sergio entienda que esta es una situación coyuntural de Colombia y ojalá tome una posición, él ha dicho que no votará por Petro. Ojalá fijara posición por Rodolfo Hernández. Además, voy a decir una cosa con todo el respeto del mundo: hay un cariño infinito y una admiración muy grande de Rodolfo hacia Sergio Fajardo. Sé que, independientemente de la decisión que tome Sergio, ese cariño del ingeniero no va a cambiar. Y por Sergio, tampoco va a cambiar el cariño que yo le tengo si él decide votar en blanco.
SEMANA: usted estuvo en Vichada, ¿cómo le fue a Rodolfo Hernández allá? El ingeniero tuvo un lapsus con ese departamento, pero allí ganó en la primera vuelta.
C. A.: es un fenómeno impresionante. Yo inicié mi campaña en Cumaribo, allá hice el lanzamiento. El ingeniero me preguntaba por qué, si yo era de Boyacá, lo había hecho en Vichada. Le respondí que ese era el mensaje que quería dar, esa Colombia olvidada, profunda, relegada, mientras los políticos se pelean en Bogotá, allá no hay acueducto, alcantarillado, los niños van a buscar qué comer en los basureros.
En la declaración que hice en un video lo que decía es que yo fui el candidato que lanzó su campaña en Vichada, y Rodolfo, cuando le preguntaron sobre ese departamento, no supo responder. Pero lo que yo decía es que si uno juzga a Rodolfo Hernández es juzgar a media Colombia y juzgar a un país que no ha conocido a Vichada porque esa es la historia del centralismo. Vichada existe cuando a los niños les enseñan geografía, pero no ha estado en la agenda nacional.
SEMANA: pero Roy Barreras le atribuyó el éxito electoral de Rodolfo Hernández a un supuesto fraude electoral porque en Vichada no hay internet.
C. A.: Roy Barreras desconoce bastantes cosas. Algún día me quiso ofender porque en una entrevista dije que si Rodolfo pasaba a segunda vuelta yo me ponía las botas desde el principio. Quiso ofenderme al decir que las botas solo las usan los militares y los falsos positivos. Él desconoce que los campesinos, cuando trabajan en el campo y sobre la tierra mojada, usan botas. También desconoce Vichada, creo que no ha ido. Ver ese fervor en las calles de ese departamento por Rodolfo Hernández es sorprendente. Allá la gente sale genuinamente, no hay dirigentes políticos. Los comerciantes del muelle del río Orinoco hicieron una vaca para instalar la sede del candidato presidencial. Es impresionante la cantidad de gente que salió, sin tarima, se llenó un coliseo. No es ningún fraude, Rodolfo Hernández es un fenómeno de opinión y eso sucede en las democracias.
SEMANA: por último, usted suena como ministro de Agricultura, ¿le interesa?
C. A.: ni siquiera hemos hablado de eso con el ingeniero. En la reunión con Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo y Juan Fernando Cristo, el primer punto fue claro: aquí no vamos a hablar de participación en el gobierno. Sergio lo había anunciado, había dicho que yo iba a ser su ministro de Agricultura cuando fue a Boyacá.
Yo me imagino que por eso me ponen a sonar en todos lados, pero no tengo interés. Mi único interés hoy es que este país no se siga dividiendo y polarizando y que ojalá esta sea una elección que respete la democracia.
Aprovecho para hacer un llamado a respetar las diferentes posiciones. Cuando dije que iba a votar por Rodolfo, desde el petrismo me dijeron de todo, después manifesté que había que evaluarlo -cuando vi el respaldo de María Fernanda Cabal, José Obdulio Gaviria, la llamada a Fico Gutiérrez-, ahí fui el gran líder, decían que era maravilloso, el petrismo me invitaba a comer arepa con tinto. Después, hicimos la reunión con Fajardo, Robledo y Cristo, me volví para ellos la peor persona del planeta y cuando se daña el acuerdo, los petristas volvieron a invitarme. Y ahora que hice oficial mi respaldo a Rodolfo, vuelvo a ser el malo.
Es decir, este pareciera el país en el que ellos creen que si uno está allá es bueno y todos, sin importar los pecados que tengan en el pasado (Roy Barreras, Armando Benedetti), reciben la santificación o el perdón de los pecados. Y los que no estamos allá, así no tengamos equivocaciones, errores o escándalos de ese tipo, los inventan, nos calumnian, nos injurian. No me parece. Uno tiene derecho a elegir. Colombia debe elegir libremente. De mi parte, votaré por Rodolfo Hernández.